Macron intenta dar un nuevo impulso a sus proyectos europeos en Berlín
Emmanuel Macron intentará este jueves en Berlín dar un nuevo impulso a sus proyectos de reforma de la Europa post-Brexit, cada vez más cuestionados por la Alemania de Angela Merkel.
El jefe de Estado francés y la canciller alemana harán declaraciones a la prensa sobre las 11H00 GMT antes de mantener un encuentro en la capital.
La entrevista, que cierra una semana en la que Macron trató de revitalizar sus proyectos europeos con un discurso en el Parlamento de Estrasburgo y un encuentro con ciudadanos franceses, se celebrará en el lugar donde se está reconstruyendo un castillo en el centro histórico de Berlín.
¿Será esa obra un símbolo del estado de las conversaciones entre Francia y Alemania sobre el futuro de la Unión Europea?
Merkel anunció que quería aprovechar la entrevista con el presidente francés para poner «una piedra» con vistas a «construir una posición común» sobre la Unión Europea.
Casi un año después de su elección, el presidente francés afronta fuertes obstáculos en Alemania, con cuyo gobierno acordó presentar propuestas comunes sobre Europa en junio.
– Bloqueo –
«Merkel bloquea a Macron», afirma el periódico Handelsblatt. El presidente pensaba que sus reformas económicas en Francia le permitirían convencer a la canciller, pero ahora «debe sentirse como un pretendiente que intenta seducir a su prometida cantando bajo su balcón, pero que, a cambio, debe contentarse con recibir rosas de plástico y trivialidades», escribe el diario.
Ante el Parlamento Europeo, Macron afirmó que la reforma de la zona euro era «indispensable antes del final de esta legislatura» para «avanzar por etapas sobre la unión bancaria y la implementación de una capacidad presupuestaria que favorezca la estabilidad y la convergencia en la zona euro».
París considera ese presupuesto como una forma de apoyar la inversión, pero choca con las crecientes reticencias de los conservadores en Alemania.
«No creo que [el presupuesto europeo] sea una buena idea», dijo esta semana Annegret Kramp-Karrenbauer, la número dos de la CDU, el partido democristiano de Merkel.
La canciller recibe presiones de sus correligionarios, que se oponen a la idea de que Alemania tenga que pagar por los demás países.
En un intento de tranquilizarlos, recordó esta semana que las reformas en la UE no sólo tenían que ver con la zona euro. «Alemania aportará sus propias contribuciones» en el debate, dijo, insistiendo en la necesidad de reforzar la competitividad económica o de crear un derecho de asilo europeo.
– Oposición entre el norte y el sur –
Francia esperaba contar con el apoyo de los socialdemócratas alemanes (SPD), tradicionalmente eurófilos, en el seno de la nueva coalición gobernante dirigida por Merkel.
Pero su aliado más entusiasta, el expresidente del SPD, Martin Schulz, dimitió durante las negociaciones con los conservadores, y el nuevo ministro socialdemócrata de Finanzas, Olaf Scholz, parece menos dispuesto a aceptar las propuestas de Macron.
«El presidente francés sabe que todas sus proposiciones no podrán realizarse, estamos estudiando lo que es posible, sin pedirle demasiado a los diferentes Estados», declaró Scholz al diario Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Las divergencias entre París y Berlín persisten, por ejemplo, sobre el proyecto de unión bancaria elaborado tras la crisis de la zona euro, que prevé la creación de un sistema común y solidario de gestión de las quiebras de los bancos y de garantía de depósitos.
«No puede ser que el ahorrador alemán acabe siendo garante de los bancos griegos e italianos», avisó el miércoles Eckhardt Rehberg, uno de los expertos de la CDU sobre este tema.
Alemania puede contar con el respaldo de los países del norte de Europa, que publicaron recientemente una declaración común para distanciarse de las propuestas francesas sobre la zona euro.
Por su parte, Francia parece buscar el apoyo de los países del sur de Europa y acaba de invitar a España e Italia a unirse al proyecto de reform
Fuente(AFP)
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