Comienza escrutinio en Egipto y se descarta victoria de Al Sisi
El Cairo, 28 mar- Comenzó hoy en Egipto el escrutinio de las elecciones presidenciales en las que el actual jefe de Estado, Abdel Fattah al Sisi, tiene prácticamente asegurada su reelección por otros cuatro años.
La comisión electoral egipcia amenazó hoy con multar a los abstencionistas. Según los analistas, una baja participación sería la única mancha que podría empañar su victoria, algo que el anuncio pretendió evitar.
Según la normativa de derecho electoral correspondiente, los abstencionistas tendrían que pagar multas de 500 libras egipcias (unos 23 euros), una considerable cantidad sobre todo para las familias de bajos ingresos. Aunque en comicios anteriores ya hubo amenazas similares, nunca se llegaron a cumplir.
Casi 60 millones de egipcios están llamados a votar en estos comicios, cuyo resultado oficial no se conocerá hasta el próximo lunes.
Los únicos candidatos son Al Sisi y Mussa Mustafa, un político poco conocido que apoyó la candidatura del ex general convertido en presidente para un segundo mandato. Las voces críticas aseguran que fue el Gobierno el que ordenó a Mustafa que se postulara para evitar que las elecciones se convirtieran en una consulta sobre el mandatario, algo que el político ha negado.
Todos los contrincantes serios se retiraron de la carrera presidencial, algunos bajo circunstancias dudosas. La oposición ha llamado por ello a boicotear estas elecciones, que calificó de «farsa».
La televisión estatal mostró en los últimos días a varias personas dando gritos de júbilo frente a los colegios electorales y largas colas para votar. Otros medios estatales informaron de una afluencia masiva a las urnas. Sin embargo, los locales electorales visitados por periodistas de dpa tenían una escasa afluencia de votantes.
Varios periodistas denunciaron dificultades para desempeñar su labor dentro de los locales electorales. En algunos de ellos incluso se prohibió el acceso a fotógrafos de medios internacionales a los que también se prohibió fotografiar determinadas cosas, como por ejemplo, filas de votantes demasiado cortas. También fueron obligados a borrar imágenes posteriormente.
Desde las protestas populares de la Primavera Árabe en 2011 que llevaron al derrocamiento de Hosni Mubarak, quien gobernó Egipto durante 30 años, el país norafricano sólo ha logrado alcanzar una calma relativa.
El islamista Mohamed Mursi se convirtió en 2012 en el primer presidente elegido democráticamente pero fue derrocado un año más tarde por el entonces jefe del Ejército, Al Sisi, en el marco de una oleada de protesta social. Desde entonces no sólo ha actuado contra los Hermanos Musulmanes, ahora ilegalizados, sino también contra los opositores moderados.
Con Al Sisi al frente del Gobierno, Egipto ha sido acusado con frecuencia de amordazar a la disidencia política y a los medios independientes, acusaciones que las autoridades han calificado de infundadas.
Con sus cerca de 95 millones de habitantes Egipto está considerado en Occidente un país clave para la estabilidad de Oriente Próximo.
CP (dpa)
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