Unicef alerta de un nuevo brote de cólera en Yemen
Amán– El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alerto hoy del peligro de un nuevo brote de cólera en Yemen si las organizaciones humanitarias no tienen acceso incondicional para distribuir ayuda entre la población del convulso país árabe.
Hablando en vísperas del tercer aniversario del conflicto armado en Yemen, el director regional de Unicef para Medio Oriente y el Norte de África, Geert Cappelaere, llamó a las autoridades «en todas partes del país a que permitan la asistencia humanitaria sin ninguna condición».
Aunque el número de casos sospechosos ha bajado en los últimos meses, más de un millón de yemeníes se han visto afectados desde el año pasado por un brote de cólera y diarrea acuosa aguda.
«Que no nos engañemos. El cólera volverá. La temporada de lluvias comenzará en pocas semanas. Por tanto, si no se realizan grandes inversiones, el cólera va a golpear nuevamente a la gente y los niños de Yemen», advirtió Cappelaere en una rueda de prensa en Amán, la capital de Jordania.
Según Unicef, los niños menores de 15 años representan más del 40 por ciento de los casos sospechosos de cólera y la cuarta parte de los casos mortales.
Yemen, uno de los países árabes más pobres, está sumido desde hace tres años en un conflicto devastador entre el Gobierno, apoyado por Arabia Saudí, y los rebeldes hutíes, respaldados por Irán.
«Nosotros, como Unicef, como comunidad humanitaria, estamos perdiendo tiempo valioso (…) discutiendo las condiciones que imponen todas las partes, lo que nos impide entregar ayuda humanitaria», denunció el director regional de la organización.
Cappelaere realizó la semana pasada una visita a Yemen, durante la cual se desplazó a regiones del norte y sur del país que están controladas por fuerzas militares antagónicas.
«La primera tarea es sencilla (…) La brutal guerra contra niños (debe) terminar, no mañana sino ahora», exigió el directivo de Unicef, quien agregó que «ninguna de las partes han mostrado el más mínimo respeto por los niños».
Cappelaere dijo que los tres años de guerra han duplicado hasta 400.000 los casos de grave malnutrición entre los niños y han llevado los sistemas de salud y educación al borde del colapso.
Casi dos millones de niños ya no van a la escuela o nunca han tenido la oportunidad de hacerlo. Unas 2.500 escuelas han dejado de funcionar porque o bien fueron destruidas o están siendo usadas para otros fines, incluidos militares.
Otra razón es, indicó Cappelaere, que «el 80 por ciento de los yemeníes viven en la pobreza extrema y no pueden permitirse el mínimo gasto para enviar a su niños a la escuela». Además, la mayoría de los profesores no han recibido sus salarios durante más un año.
«En el pasado, Yemen era llamado la Arabia feliz. Ya no queda mucha felicidad en Yemen. La felicidad solo volverá si investimos en los niños (y) detenemos la brutal guerra», zanjó el director regional de Unicef.
Fuente (dpa)
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