Putin busca seguir al frente de Rusia hasta 2024
Moscú, 16 mar – Los rusos están llamados el domingo a las urnas en unas elecciones presidenciales en las que se da por hecho que Vladimir Putin será reelegido al frente del país hasta 2024, tras conseguir su cuarto mandato en la presidencia.
En total, 109 millones de rusos están convocados a una larga votación que se extenderá durante 22 horas: los locales electorales estarán abiertos entre las 8:00 y las 20:00 horas, pero en 11 zonas horarias que se extienden desde la península de Kamchatka, en el extremo oriental, hasta el enclave de Kaliningrado, la parte más occidental.
Los primeros resultados parciales se esperan a partir de las 18:00 GMT, pero no habrá datos definitivos hasta la mañana del lunes.
Putin, de 65 años, concurre como candidato independiente contra siete contrincantes, entre ellos una mujer, Xenia Sobchak, la candidata más joven con 36 años. Sin embargo, a ninguno se atribuyen opciones reales de victoria.
Una encuesta publicada el lunes por el Centro de Investigación de Opinión Pública Ruso apuntaba una intención de voto por Putin del 69 por ciento. En segundo lugar, el candidato comunista, Pavel Grudinin, con sólo el 7 por ciento.
Las elecciones del domingo estarán marcadas también por la ausencia del líder de un movimiento de protesta, Alexei Navalny, que ha conseguido reconocimiento en todo el país pero a quien no se ha permitido concurrir por una condena previa de delitos fiscales muy cuestionada.
Navalny ha llamado a boicotear la cita electoral del domingo, que espera se vea minada por una baja participación. Con atención se aguarda ese dato, el único que podría lastrar la imagen de apoyo unánime a Putin que quiere transmitir la cúpula rusa, si se cifra por debajo del 70 por ciento esperado.
«Todo el mundo se da cuenta de que las elecciones son un voto de confianza para Putin», señala Pavel Sharikov, politólogo de la Academia Rusa de Ciencias. «Una baja participación podría minar duramente el resultado de los comicios, pero también podría arrojar ciertas preguntas sobre su legitimidad».
En esta ocasión, Putin ha renunciado a la habitual agresividad de una campaña electoral: anunció su candidatura hace sólo tres meses y hasta el último momento ni siquiera se sabía si iba aparecer en su mayor acto de campaña en Moscú celebrado hace un par de semanas.
Putin lleva desde 1999 al frente del país, ya sea en el cargo de presidente o de primer ministro, por lo que no necesita hacer campaña como un político normal o participar en debates con sus contrincantes, opinan los analistas.
«Para Putin, las elecciones no son un acto de competición política con otros candidatos. Si no un procedimiento de recibir otra confirmación pública de su legitimidad como líder ruso», señala el politólogo Nabi Abdullaev.
«Y es que mostrarse activo en la campaña contra otros candidatos lo pondría la mismo nivel que ellos a ojos de los ciudadanos rusos, cuando él quiere preservar su estatus de político de alto rango con una autoridad y legitimidad por encima de otros políticos del país», añade el director asociado para temas de Rusia en la consultora Control Risks Group.
Una encuesta nacional publicada el año pasado por la mayor encuestadora independiente, Levada Centre, apuntaba una valoración positiva del trabajo de Putin en la presidencia por el 73 por ciento de los rusos, casi tres cuartas partes de los encuestados.
Sin embargo, el próximo mandato de Putin, que durará hasta 2024, podría ser el último, ya que la Constitución sólo permite dos consecutivos en el cargo.
Eso no fue antes un obstáculo para él: ya le ocurrió tras dos mandatos en la presidencia entre 2000 y 2008, tras los cuales pasó cuatro años como jefe de Gobierno antes de poder volver al máximo cargo del Kremlin. En 2011 el mandato presidencial se amplió de cuatro a seis años, lo que le permitió presidir el país de 2012 a 2018.
Pero si volviera a recurrir a la misma táctica (de pasar a la jefatura del Gobierno antes de volver a la presidencia), tendría 77 años cuando quisiera volver a ser candidato.
Todo indica sin embargo que Putin sólo abandonará el poder si tiene un sucesor en el que pueda confiar y que comparta su visión geopolítica, consideran los analistas. «Es difícil predecir ahora si Putin, famoso por su secretismo (…) va a encontrar a esa persona», señala Abdullaev. «Nuestro análisis conservador a largo plazo en este momento es que Putin querrá seguir influyendo en la agenda política más allá de 2024».
CP Peter Spinella (dpa)
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