El Galaxy S9 a prueba: Un S8 mejorado, sobre todo en la cámara jnm
La forma es la misma, el material se siente igual, la pantalla mantiene el formato 18,5:9 con bellas esquinas redondeadas y un contenido que se extiende hasta los extremos como fluyendo hacia el más allá.
Los nuevos modelos insignia de Samsung que salen hoy a la venta, el Galaxy S9 (5,8 pulgadas, 4 GB de RAM) y el más grande 9+ (6,2 pulgadas, 6GB RAM) parecen un monolito sin esquinas, sin bordes y se asemejan muchísimo a sus antecesores.
Pero por suerte ha habido un cambio importante: con el S8, las personas diestras muchas veces apoyaban el dedo en la cámara al desbloquear el teléfono. Con el S9, el sensor de huella digital está por fin debajo de la lente. Resolver errores es una de las funciones de las mejoras de los modelos, y eso es básicamente el Galaxy S9: una mejora del modelo.
La única gran novedad, además del habitual aumento del rendimiento, es la cámara, de 12 megapíxeles. En el caso del S9+ viene además una segunda cámara, también de 12 megapíxeles con un zoom. Las fotos salen bien con las dos, pero la segunda lente del S9+ permite mejores imágenes de motivos más lejanos y hace bonitos retratos. El foco selectivo del S9 funciona algo peor.
La apertura dinámica es muy interesante. A plena luz del día o con mucha iluminación artificial, la apertura es de f2.4, y en el caso de poca luz el teléfono pasa a una segunda de f1.5, de modo de que entre más luz en el sensor y salgan bien incluso las fotos nocturnas. En el modo profesional se pueden establecer además todos los valores de forma manual, aunque de forma un poco complicada.
Ya el Galaxy S8 estaba a la vanguardia en temas de fotografía, y el S9 mejora aún más. Por ejemplo con la función de cámara superlenta (Super Slow Motion), que graba clips de 0,2 segundos pero a 960 imágenes por segundo. Hacer que escenas veloces se queden casi paralizadas resulta muy divertido, pero para que salgan siempre bien, uno tiene que entrenarse un poco.
Los fans de los mensajes animados y de los efectos de realidad ampliada (AR) lo pasarán bien con el modo AR-Emoji de la cámara. Se puede crear un avatar propio para los mensajes o ponerse una máscara que transmite los gestos faciales -a veces mejor y otras peor- a personajes como pequeños gatitos, conejos u otros.
Otra novedad del S9 son los altavoces mejorados. Gracias a la tecnología Dolby Atmos, el celular sirve muy bien para escuchar música fuera de casa, con un sonido sorprendentemente bueno en los bajos.
¿Qué más se puede decir de una mejora de un smartphone que ya era bueno? El sistema operativo Android 8 versión Samsung va muy bien y los surcoreanos colocan muy pocos programas inútiles preinstalados, salvo las habituales app de Facebook y el paquete Office, que no se puede desinstalar.
Al encenderlo por primera vez, el celular cuenta con casi 50 GB de memoria libre, y mediante tarjeta SD el S9+ se puede expandir hasta 400 GB.
En resumen, el Galaxy S9 es un Galaxy S8 sin errores, y el único verdadero error del S8 era la posición del sensor de huella dactilar. La mayor novedad que se ve es la cámara, que ofrece nuevas funciones, pero para quienes tengan un S8 o un S8+ la diferencia no es tan grande.
El precio del Galaxy S9 con 4 GB es de unos 850 euros (unos 720 dólares en el mercado de EEUU), y por el S9+ con doble cámara hay que desembolsar 100 euros más. Un S9+ con 256 GB cuesta 1.050 euros.
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