Ya no depende del tamaño: los compactos son cada vez más sofisticados
«En el pasado, el tamaño de un automóvil era un indicador de rendimiento y comodidad. Los autos pequeños eran casi siempre baratos, incómodos y lentos, sin opciones lujosas», señala Arthur Kipferler de la consultora Berylls.
Hoy en día, los compradores tienen una gran variedad de opciones, incluso en los autos pequeños, que prácticamente tienen las mismas prestaciones en cuanto a la calidad, respuesta dinámica y equipamiento que los modelos más grandes. Hace unos años estas características solo eran posibles en la compra de un auto de lujo. Por otra parte, la variedad de modelos es cada vez más amplia.
Salvo excepciones, los adicionales caros no aumentan en la misma medida el valor de reventa del vehículo. Un compacto sin aire acondicionado tiene más dificultades de cambiar de dueño en el mercado de autos usados y solo se puede revender por bastante debajo de su valor.
«También vemos esta tendencia en otros detalles de equipamiento, como la conexión inalámbrica y los sistemas de seguridad y asistencia, ya que se están volviendo cada vez más estándar», apunta Kipferler.
La ventaja para los clientes es que los autos pequeños modernos ya ofrecen un mayor confort y lujo, como así también sistemas de asistencia y seguridad, dice Stefan Bratzel, director del Centro de Gestión de Automoción de la Universidad de Ciencias Aplicadas (FHDW) en la ciudad alemana de Bergisch Gladbach.
«Además, los vehículos más pequeños consumen menos combustible y, por lo tanto, emiten menos CO2. Los conductores no tienen que prescindir de las ventajas y servicios que proporcionan los vehículos más grandes», agrega el experto.
Por otra parte, los módulos o sistemas modulares facilitan la integración de asistentes de modelos más grandes y más caros. Además, las nuevas tecnologías ya no se transmiten de arriba a abajo, sino que se van desarrollando de acuerdo con la disponibilidad y la madurez del mercado en los modelos nuevos, explica Bratzel.
Un ejemplo actual: el Mercedes Clase A es la primera serie de la marca alemana que sustituyó el cuadro de instrumentos analógico por una pantalla de instrumentos digitales. El interior incluye características que hasta ahora se veían solo en segmentos superiores como la Clase E o la Clase S.
Si esta degradación vale la pena para los compradores de automóviles, siempre depende del uso. «En principio se necesitan vehículos que se adapten a las necesidades individuales», señala.
«Los autos más pequeños son ideales para la ciudad, entre otros porque requieren menos espacio de estacionamiento y son más maniobrales».
Aunque no cree que sea una tendencia, Bratzel sostiene que sí hay un intento por diferenciar más marcadamente las formas de los vehículos. «Esto también ocurrirá en los segmentos inferiores, como se ve en los SUV más pequeños como el Audi Q2, el BMW X1 o el Mercedes CLA», añade.
A esto se agrega el cambio demográfico. Los conductores mayores, cuyos hijos ya no viven más en casa, no quieren renunciar a la comodidad de conducción y a la tecnología actual, pero por otro lado tampoco necesitan un automóvil tan grande.
«Los coches compactos y pequeños están pensados para clientes que en general se movilizan solos y que no necesitan un maletero muy grande», explica Helmut Grösser de Mercedes. A menudo los clientes incorporan adicionalmente en sus compactos sistemas de asistencia a la conducción como el de aparcamiento, cámara de visión trasera y sensores de estacionamiento, alerta de cambio involuntario de carril, transmisión automática, sistema de navegación o faros LED.
En las series BMW 1 y 2, la opción más popular es el sistema de navegación integrado, pero también se solicitan conexión WiFi, sistemas de asistencia de estacionamiento, transmisiones automáticas y faros de LED, señala Ingo Lasslop de BMW.
Comentarios recientes