Vicepresidenta no renunciará si cae Kuczynski
Lima, 9 mar (dpa) – La segunda vicepresidenta del Perú, Mercedes Aráoz, se declaró hoy dispuesta a asumir la jefatura del Estado en caso de que el mandatario, Pedro Pablo Kuczynski, sea destituido por el Congreso, con lo que descartó una posible presidencia interina del partido opositor Fuerza Popular (FP).
«No voy a apoyar nada que afecte la posibilidad de tener estabilidad. Lo que estamos haciendo es un circo», les respondió Aráoz, jefa del gabinete ministerial, a parlamentarios oficialistas que le pidieron renunciar en caso de que Kuczynski sea destituido.
La ministra, además, se dijo confiada en que el primer vicepresidente, Martín Vizcarra, quien tiene prioridad en la línea de sucesión y guarda absoluto silencio en medio de la crisis al amparo de que es embajador en Canadá, acepte reemplazar al mandatario.
Si ni Vizcarra ni Aráoz aceptaran la jefatura de Estado hasta 2021, ésta quedaría en el presidente del Congreso, el opositor Luis Galarreta, quien, sin embargo, no podría ir hasta el final del período, sino que tendría que convocar a elecciones anticipadas.
Kuczynski, que se salvó por poco de ser destituido en diciembre, quedó de nuevo en una situación precaria el jueves, cuando cinco de las siete fuerzas parlamentarias representadas en el Congreso presentaron una moción de vacancia (destitución).
Las razones son las mismas que en diciembre, es decir, el ocultamiento de lazos entre Kuczynski y la cuestionada constructora brasileña Odebrecht, pero ésta vez con el añadido de indicios y testimonios de que esas relaciones existieron, incluso cuando el hoy presidente era ministro de Alejandro Toledo.
Para que la destitución prospere se necesitarán los votos de al menos 87 de los 130 congresistas, lo que, dada la actual correlación de fuerzas, es probable que se dé, pues el mandatario sólo tiene respaldo decidido de los 15 parlamentarios de su partido, Peruanos Por el Cambio, y de 12 disidentes del partido Fuerza Popular.
Kuczynski, de 79 años, afirmó hoy que el Perú quedará «en ridículo» si cambia de presidente unos días antes de que se celebre en Lima la Cumbre de las Américas, con participación de los mandatarios del continente.
«Déjenme trabajar, es lo único que pido», clamó hoy el presidente de derecha liberal, quien, según sondeos, adolece de un fuerte rechazo popular, pues la opinión pública lo percibe como débil, carente de liderazgo y de iniciativa, ineficaz, corrupto y más preocupado por sus negocios personales que por el bien del país.
«Yo no he hecho nada (malo). Si me muero hoy, San Pedro me recibirá ahí arriba y me dirá ‘Pedro Pablo, tú has actuado bien’. Yo lo sé, mi conciencia está limpia», insistió el presidente.
En diciembre, Kuczynski se salvó porque la moción para destituirlo obtuvo 79 votos, ocho menos de los necesarios. El papel determinante lo tuvieron 10 legisladores de FP que, bajo el liderazgo de Kenji Fujimori, se negaron a dar el sí.
Ese hecho instaló en la percepción popular la idea de que esas abstenciones se canjearon por el indulto al ex presidente Alberto Fujimori -padre de Kenji-, quien en efecto fue dejado libre tres días después, cuando le faltaban pagar 15 de 25 años de cárcel por 25 asesinatos y dos secuestros.
Partidos que en esa ocasión se negaron a apoyar la vacancia, como el izquierdista Nuevo Perú y el centrista Acción Popular, esta vez respaldan la propuesta.
Según los plazos establecidos, la semana entrante el pleno debe discutir si acepta o no la moción. En caso de que la acepte, lo que se da por descontado, el debate y la votación se harán entre tres y 10 días después de eso, por lo que el desenlace podría ser en la última semana de marzo o la primera de abril.
La Cumbre de las Américas se hará el 14 y 15 de abril, fechas que teóricamente no se modificarán aunque el anfitrión sea distinto a Kuczynski.
CP(Gonzalo Ruiz Tovar y Rosmery Cueva dpa)
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