Conmociona a Argentina la muerte de un niño baleado por policías
Buenos Aires, – La muerte de un niño de 12 años baleado al parecer por policías mientras viajaba en una moto conmociona en Argentina y se suma a otros hechos que involucran a agentes de seguridad ocurridos en las últimas semanas.
«No me quedan lágrimas. Nos destrozaron la vida. El Negro era un niño maravilloso, lleno de amistades. Y anteayer a la madrugada, a pocas horas de su primer día en la (escuela) secundaria, lo mataron, me lo mataron. Tenía 12 años: 12 años, tenía, ¿entienden?», interpeló hoy en una carta pública Mercedes del Valle Ferreira, abuela de Facundo, el niño muerto este jueves.
El hecho ocurrió en la ciudad de San Miguel de Tucumán, situada a unos 1.000 kilómetros al norte de Buenos Aires.
Según el relato de los testigos, la policía perseguía a varios motociclistas que habían participado de una carrera clandestina, llamadas «picadas» en Argentina, cuando apareció en escena una moto manejada por un adolescente de 14 años y en la que viajaba el niño.
La autopsia realizada al cuerpo de la víctima determinó que el disparo que le provocó la muerte corresponde a un calibre similar a las que utiliza la fuerza de seguridad, declaró la abuela del niño. La bala ingresó a la altura de la nuca y le destrozó el cráneo.
La imagen del niño tendido en el asfalto y rodeado de un charco de sangre fue publicada por varios medios de comunicación, tanto como la fotografía en la que se lo veía, tiempo antes, sonriente y sentado en la falda de su abuela.
El adolescente que conducía la motocicleta también sufrió heridas de bala, de las que logró recuperarse en un hospital de la zona.
La policía explicó que la muerte del niño ocurrió en medio de un tiroteo.
La fiscal del caso, Adriana Giannoni, ordenó el secuestro de las armas de los policías involucrados en el hecho. Ninguno de los agentes, en tanto, quedó detenido.
La muerte del niño en San Miguel de Tucumán ocurrió poco más de un mes después de que el presidente argentino, Mauricio Macri, diera públicamente su respaldo a un policía procesado por el homicidio de un joven de 18 años que había herido gravemente a un turista estadounidense en Buenos Aires.
«Estoy orgulloso de que haya un policía como vos al servicio de los ciudadanos. Hiciste lo que hay que hacer», le dijo Macri el 1 de febrero último al agente Luis Chocobar.
Macri recibió al policía en su despacho presidencial para darle «su apoyo», dijo. El agente también tuvo el aval de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y del alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.
Días después de la reunión trascendieron imágenes en las que se observaba al policía disparando a la espalda del joven ladrón cuando escapaba, desarmado, de la escena del robo.
El aval otorgado por Macri al policía Chocobar derivó en una discusión en Argentina acerca de la legitimidad de la mano dura frente al crimen.
Diferentes organismos defensores de los derechos humanos calificaron desde ese momento al accionar violento de la policía como «la doctrina Chocobar».
Dos días antes de la muerte del niño en Tucumán, la familia de un adolescente de 17 años denunció que un policía baleó y asesinó a su hijo en la localidad bonaerense de Quilmes, en el sur de los suburbios de Buenos Aires.
La víctima, destacó la denuncia, recibió dos disparos por la espalda cuando habría intentado robarle un teléfono celular al agente involucrado en el hecho.
«Un policía lo mató por la espalda, sin piedad. Lo mató como a un perro», afirmó Claudio Enrique, padre del adolescente, publicó el diario «Página/12».
PC(dpa)
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