Función social es algo más que dar limosna

REDACCIÓN NOTI AMÉRICA (ECUADOR)

Ing. agropecuario Gonzalo Gómez L, experto en temas agrarios. Mail: gonzalo_gomez_landires@hotmail.com

Regalar dinero a los pobres no es hacer labor social ¡es apenas dar limosna! y con ella restregarles sus carencias y penurias azuzándolos a la mendicidad, por eso, en lugar de los múltiples bonos inventados por el Gobierno deberíamos generar trabajo para esa gente, y no anclarlos en la indigencia.  Miremos algunos ejemplos que podríamos elucubrar, así nomás, sin mucho vuelo:

Centros de Engorde de Bovinos.- Ahora con licencia para exportar productos de la ganadería, podríamos implementar varios centros para producción cárnica en la península de Sta. Elena, donde contamos con un centro de estudios de tercer nivel precisamente en ciencias agropecuarias. Este proyecto generaría múltiples oportunidades laborales para una población diversa: profesionales agropecuarios, jóvenes, adultos, y personas con limitaciones y/o discapacidades.  

Centros de Ensilaje y otros suplementos alimenticios.-  La producción de ensilaje se erigiría como una actividad complementaria a los centros de producción ganadera, respondiendo a la necesidad de alimentación de calidad que exige la cría de ganado especializado, sea para leche o para carne. 

Centros de Faenado, Desposte y Destace.-  El centro de faenamiento y beneficios es otra actividad complementaria a los centros de producción ganadera, pero es necesario manejarla como una actividad independiente para garantizar la eficiencia en calidad, sanidad y ejecución.  Estos centros de faenado no serían exclusivos para nuestros centros de producción, sino que estarían abiertos también para el resto de la producción local.

Centros de Lavado y Asistencia.-  Con el sector del turismo en crecimiento, estos centros podrían encargarse de la limpieza y mantenimiento de sábanas, manteles, cortinas, alfombras, uniformes, toallas, y demás utilería. Además podríamos incorporar como clientes cautivos a los cuarteles, hospitales, hoteles, restaurantes, centros de estudio, centros deportivos y más instituciones del Estado. Esta es una actividad especialmente adecuada para adultos mayores y/o con discapacidad, para no estigmatizarlos como mendigos sino resarcirlas como personas útiles a la sociedad.

Estas propuestas se deberían replicar en la sierra central, en la zona austral y en la Amazonía, regiones donde se ha detectado mayor desnutrición infantil.  Cabe resaltar que la ejecución de estos proyectos produciría generación de empleo y oportunidades laborales, que es la mejor forma de combatir la desnutrición infantil y el desempleo, además de diversificar la producción nacional.  

Pero lo más importante es que existe infinidad de instituciones internacionales ávidas por financiar proyectos de desarrollo, especialmente aquellos con incidencia social como los aquí descritos; por tanto se minimizaría la carga económica para el Gobierno pues estos financiamientos cubren todas las etapas de los proyectos.

Y no es una utopía señor Presidente, es absolutamente viable; solo necesita decisión y un equipo de trabajo con probada capacidad técnica ¡no política!