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CAPÍTULO 1 VIDAS TRUNCADAS POR UN SISTEMA DE SALUD FALLIDO Carla Hannover y Gabriel Díez / La Paz

NOTI-AMERICA.COM (BOLIVIA)

¿Quién repara el daño?

Esa es la pregunta que muchas personas se hacen cuando producto de una mala o inadecuada práctica médica quedan con secuelas severas o un familiar fallece. Las malas condiciones en los hospitales y las clínicas, el incumplimiento de normas y protocolos, la alteración de los expedientes de los pacientes, el encubrimiento entre médicos y la falta de profesionales especializados para auditorías y peritajes son problemas recurrentes a la hora de buscar respuestas.

Francisco Poma nunca imaginó que someterse a una cirugía laparoscópica, por un problema en la vesícula, le podía costar tan caro. Cuando salió del quirófano del Hospital del Seguro Universitario de La Paz, el 15 de abril de 2013, era otra persona: había sufrido daños neurológicos irreparables que, a la larga, le ocasionaron el síndrome de Lance Adams. Casi no podía articular oraciones, perdió la coordinación en sus extremidades y comenzó a sufrir convulsiones que le afectan hasta hoy. Todos estos problemas, siete años después de ocurrida la intervención, quedaron oficialmente sin respuesta.

Está claro que Francisco, hoy de 50 años, no recibió la atención médica adecuada en ese hospital. Lo que pudo reconstruir la familia, es que una inadecuada intubación durante su cirugía habría ocasionado una falta de oxígeno en el cerebro y que una caída de la camilla en el postoperatorio habría aumentado el daño.

Francisco y su familia todavía luchan contra sus problemas de salud y también contra lo que llaman un “monstruo”. Todo este tiempo, cuenta, ha estado peleando contra médicos y operadores de justicia en busca de una mejor calidad de vida y de atención para sus tratamientos. Su esposa, María Espejo, acompaña su relato con la mirada y sólo atina a mover la cabeza cada vez que rememora los episodios dramáticos que tuvo que pasar tras la intervención. “Nuestra vida se arruinó y eso no ven los médicos, ni los jueces”, dice entre sollozos.