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El que aranceles siembre, aranceles recoge. La guerra comercial está servida. Hace ahora casi una semana que Donald Trump, presidente estadounidense, anunció que aplicaría aranceles del 25% sobre el acero europeo y del 10% sobre el aluminio. Hoy la Comisión Europea ha anunciado contramedidas con las que impondrá tarifas a modo de castigo contra 2.800 millones de euros de importaciones estadounidenses.
Washington ya tiene respuesta por parte de Bruselas a su decisión de no prolongar ni eliminar de forma definitiva los aranceles que hace ya meses Trump anunció contra el acero y el aluminio europeo. Y la respuesta no es una bandera blanca. Cecilia Malmström, comisaria de Comercio que ha estado al frente de las negociaciones para evitar que estallara la guerra comercial, ha anunciado hoy a través de un comunicado parte de sus contramedidas: aranceles que afectarán a importaciones estadounidenses por valor de 2.800 millones de euros al año.
Queda también el objetivo de imponer nuevas contramedidas por valor de 3.600 millones de euros, aunque estas tendrán lugar más adelante, dentro de tres años o después de que se llegue a una resolución del caso en la Organización Mundial del Comercio (OMC). Eso eleva el paquete total de contramedidas a 6.400 millones de euros.
El Ejecutivo comunitario ha explicado que las contramedidas están totalmente en línea con las reglas de la OMC, y corresponden a la lista de productos previamente notificadas a la misma, en la que se incluían los Levi’s, las Harley Davidson o el Bourbon.
Desde que el 31 de mayo la administración americana anunciara que se levantaba la exención temporal a los aranceles del 25% para el acero y del 10% para el aluminio europeo, Bruselas ha insistido en que las medidas son ilegales y que en ningún caso puede realizarse esa acción argumentando que se hace por seguridad nacional, que ha sido el motivo defendido por Washington. La UE también ha subrayado en numerosas ocasiones que no va a negociar bajo amenaza.
Los esfuerzos que se realizaron los días previos a que Donald Trump tuviera que tomar la decisión sobre el mantenimiento o no de los aranceles contra el acero y el aluminio europeo no sirvieron para nada. A pesar de que la propia Angela Merkel, canciller alemana, y Emmanuel Macron, presidente francés, acudieron a la Casa Blanca para convencerle.
El Ejecutivo comunitario espera que las contramedidas comiencen a aplicarse en el mes de julio. “Esta es una respuesta medida y proporcional a la decisión unilateral e ilegal tomada por los Estados Unidos de imponer aranceles sobre las exportaciones europeas de acero y aluminio. Además, la reacción de la UE está totalmente en línea con las leyes de comercio internacional. Lamentamos que Estados Unidos no nos haya dejado otra opción más que proteger los intereses de la Unión Europea”, ha asegurado Malmström.