La ciencia detrás del «flechazo»: ¿Amor a primera vista en cuestión de segundos?
NOTI-AMERICA.COM | ESPAÑA
Según expertos en neurociencia y psicología, el cerebro humano determina si hay química con otra persona en un lapso increíblemente breve: entre 3 y 30 segundos. En este fugaz intervalo, nuestro sistema nervioso procesa una avalancha de señales. Desde la apariencia física y el tono de voz hasta el lenguaje corporal y el olor, todo se analiza para formar una impresión casi instantánea de atracción o conexión. Esto sugiere que esa chispa inicial que muchos atribuyen al destino, en realidad, tiene profundas raíces biológicas.

La psicóloga española Esther Cantos profundiza en este fenómeno, explicando que estos procesos ocurren de manera automática en áreas cerebrales clave como la amígdala y el córtex prefrontal ventromedial. Estas regiones son las encargadas de interpretar la información multisensorial y emocional que recibimos. La velocidad de esta evaluación es asombrosa, dejando claro que gran parte de nuestra primera impresión de otra persona se forma antes de que seamos plenamente conscientes de ello.
Un factor sorprendente en esta ecuación son las feromonas. Estas sustancias químicas, aunque a menudo invisibles e inodoras para nosotros, desempeñan un papel crucial en esa «primera chispa de deseo». Lejos de ser un concepto místico o puramente romántico, el famoso «flechazo» posee una sólida base científica. No es una mera fantasía, sino una compleja interacción de señales biológicas y neurológicas que se desencadena en fracciones de segundo.
En definitiva, la idea del «amor a primera vista» o la conexión instantánea no es un mito. La ciencia confirma que nuestro cerebro está programado para realizar evaluaciones rápidas y complejas sobre la compatibilidad con otros individuos.


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