La paz exige acción, no pasividad. Por: Emilin PIna Mogollon
NOTI-AMERICA.COM | FLORIDA
La paz exige acción, no pasividad.
Cada 21 de septiembre el mundo se detiene a hablar de la paz. Se pronuncian discursos, se comparten mensajes y se elevan símbolos que buscan recordarnos su valor. Sin embargo, con frecuencia caemos en el error de creer que la paz es sinónimo de silencio, quietud o pasividad. Nada más alejado de la realidad.
La paz no se reduce a la ausencia de balas ni a la suspensión de conflictos visibles. La verdadera paz se construye cuando hay justicia, cuando los derechos se cumplen y cuando cada persona tiene la oportunidad de vivir con dignidad. Hablar de paz sin hablar de justicia es como querer encender una lámpara sin electricidad: puede existir la forma, pero no la luz.
Hoy, más que nunca, la paz nos interpela a actuar. No basta con desearla ni con repetirla como consigna; se trata de exigirla con hechos. La paz implica levantar la voz frente a la desigualdad, tender la mano a quienes sufren violencia y comprometernos con transformaciones que cambien estructuras injustas.
La pasividad solo beneficia al que oprime. La acción consciente, valiente y constante es la que abre caminos de reconciliación y convivencia. Construir paz significa no conformarse con un orden frágil, sino desafiar aquello que hiere y trabajar para sanar.
Este Día Internacional de la Paz no debería quedarse en una efeméride más. Es una invitación a recordar que la paz se siembra en la vida diaria, con justicia, con compromiso y con la convicción de que solo en la acción se hace posible. Porque la paz no es un regalo: es una conquista que nos involucra a todos.


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