Los límites son un acto de amor: Por qué decir «no» es vital.

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Establecer límites es uno de los actos más importantes de amor propio y una habilidad vital para mantener relaciones sanas. En una cultura que a menudo premia la complacencia, decir «no» puede sentirse como un acto de egoísmo o de rechazo. Sin embargo, en realidad, poner límites es una muestra de respeto hacia ti mismo y hacia los demás. Es el claro mensaje de que tu bienestar, tus necesidades y tu tiempo son tan valiosos como los de cualquier otra persona.

Por qué nos cuesta tanto decir «no»

Muchas personas luchan por establecer límites por una variedad de razones:

  • Miedo al rechazo: Tememos que al decir «no», la otra persona se enoje o nos deje de querer.
  • Sentimiento de culpa: Nos sentimos culpables por no cumplir con las expectativas de los demás, especialmente si somos personas que buscan complacer.
  • Presión social: La sociedad a menudo nos enseña a ser serviciales y a priorizar las necesidades de los demás por encima de las nuestras.

Estas creencias nos atrapan en un ciclo de resentimiento y agotamiento, donde constantemente nos sacrificamos a nosotros mismos por la felicidad de los demás.

Los límites como un acto de amor (y no de egoísmo)

Decir «no» es un acto de amor, no de egoísmo. Y no es solo un acto de amor hacia ti, sino también hacia los demás.

  • Honestidad y respeto: Poner límites fomenta la honestidad. En lugar de decir «sí» con resentimiento, eres honesto contigo mismo y con la otra persona. Esto construye relaciones basadas en el respeto mutuo, donde ambas partes saben que pueden confiar en lo que la otra persona dice.
  • Reducción del resentimiento: Cuando constantemente dices «sí» cuando quieres decir «no», el resentimiento se acumula. Con el tiempo, esto puede envenenar incluso las relaciones más cercanas. Establecer límites evita este resentimiento y permite que las relaciones florezcan.
  • Protege tu bienestar: Decir «no» protege tu tiempo, tu energía y tu salud mental. Te da la libertad de priorizar lo que realmente importa, ya sea tu trabajo, tu familia o simplemente el descanso que necesitas.

Cómo empezar a establecer límites

Si eres nuevo en esto, puede ser difícil al principio. Aquí tienes algunos pasos sencillos para comenzar:

  1. Sé claro y directo: No te excuses de más. Di «no puedo» o «no, gracias» con firmeza y amabilidad. No tienes que justificar tu decisión.
  2. Usa un lenguaje amable: No tienes que ser agresivo. Puedes decir, por ejemplo: «Me encantaría, pero mi agenda está muy apretada» o «No puedo ayudarte con eso, pero te deseo mucha suerte».
  3. Empieza con pequeñas cosas: Practica con decisiones de bajo riesgo, como rechazar una invitación a un evento o decir que no puedes hacer un favor menor. Esto te ayudará a ganar confianza para situaciones más importantes.

Recuerda que los límites no son un muro para mantener a la gente fuera, sino un marco para proteger tu bienestar. Son una forma de enseñarle al mundo cómo te gustaría que te trataran, y la única forma de garantizar que tu amor por los demás no venga a expensas de tu amor propio.

Maria Valentina Noguera Medina

Periodista - noti-america - Promar Community Manager - Talento Plus Diseñadora/ creadora de contenido...

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