MÁS ALLÁ DE LOS CONFINES DEL MUNDO Por Marlon S. Jiménez García

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 MÁS ALLÁ DE LOS CONFINES DEL MUNDO

Por Marlon S. Jiménez García

Más allá en los confines del mundo, donde sus pobladores afirman “que se devuelve el viento”, ocurren en los últimos años las cosas más inverosímiles y jamás pensadas en buena lid. Allí, la historia es un sin sentido, a pesar de ser tierra limitada y milenaria, de héroes conocidos en sumo grado y de anónimos con huellas imborrables. Según los congéneres que lo habitan, cuentan eran felices en demasía, la benevolencia era una razón suficiente para existir conforme al espíritu y a la conciencia.

Allí donde nacían de la nada los semerucos, los dátiles, mangos, cujíes y otras especies vegetales, donde Dios y la naturaleza se combinaron de manera perfecta para darle riqueza, existencia y vitalidad a los congéneres terrenales; hoy es la desolación, tristeza, hambre, miseria intrínseca y la muerte a cualquier instante insospechado.

Allí en ese lugar, más allá de los confines del mundo, la existencia humana es victima y padece de la fuerza inversamente proporcional de la felicidad, de la paz y del sosiego espiritual y brilla, por supuesto, la opacidad de la angustia, desesperación, acompañada de la presencia inoportuna de la obscuridad brillante del cielo y con un sol de espalda sin titilar. Allí en los confines del mundo; obviamente, por espacios kafkianos es tierra de nadie; la juventud es esclava de su propia vida, la sociedad en general gira alrededor del eje caótico impuesto por factores macro ambientales mortales sin excepción; muchos de ellos, se presentan como venenos para el alma, bajo la mirada de los jácaros que dominan el espectro de su propio destino.

Allí se estremece la iracundia, se habla de manera utilitaria de Dios y al mismo tiempo se adora a satanás con la fuerza determinante de la fe, pero no se hace un llamado a un ser superior o sobrenatural para solicitar su ayuda, ni tampoco hay indecisión, indeterminación y vacilación, obedecen a la fuerza del poder jacariano.

Allí, en ese lugar, más allá de los confines del mundo, la devastación ejecutada con precisión quirúrgica tiene el carácter irrestricto de sacar de allí, de su propia tierra, a todas las personas que la aman inequívocamente. El jácaro heredero y sus coyuntas toxicas anti culturales, comprometidos en sus pensares por fuerzas exógenas malignas y sincréticas en cantidades que superan la irracionalidad, no les permite, continuar con la gestión de sucesiones anteriores, ni influencias de asentamientos cercanos.

Allí, más allá de los confines del mundo, nadie subyace anímicamente, como en las penumbras de la selva, ruidos incesantes como si a alguien se le estuviera cremando el alma; como si de la tierra naciera un trombo de fuego que quisiera arrasar con lo existente. Allí más allá de los confines del mundo, encontramos figuras humanas o animales totalmente “desconfiguradas” de la realidad, figuras humanas arrastrándose como culebras y animales, asimismo, como las culebras, pero con piel de espinas muy agudas que traspasan la normalidad como si fuera algo normal en su vivencia terrenal

Tiene como propósito la traición y de decapitar a los emisarios, muy pocos que quedan en ese pueblo. Ese desparratado, del más allá de los confines del mundo, se cansó de la ignominia y con toda fuerza gritó: ¡fuera el traidor! y podría pensarse que una suerte de emulación trágica invitaba a unos y otros a hacer abnegada ofrenda de sus vidas. Sin embargo, los escasos servidores del jácaro heredero y sus coyuntas toxicas, vacilaron presa del pánico y desobedeciendo la voz de sus ejércitos inmediatos, huyeron, abandonando el más allá de los confines del mundo que, habían jurado defender hasta el último aliento, y solicitan en su sincera impotencia, a conciencia, la fuerza del DIOS implacable, como emulación de aquella que castigó y borró para siempre a Sodoma y Gomorra de los espacios terrenales. ¡Cualquier parecido con la realidad es, simplemente, una COINCIDENCIA!

Profesor Universitario

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