Inflación, un impuesto pernicioso silente Por: Isaías A. Márquez Díaz
NOTI-AMERICA.COM | VENEZUELA
Inflación, un impuesto pernicioso silente
Isaías A. Márquez Díaz
En materia económica no podría existir un concepto más manipulable y vago que el de inflación.
Se trata de un flagelo que todo gobierno o régimen aprovecha para deslindar su cimpromiso y responsabilizar al empresariado por los efectos que se derivan de tal fenómeno.
Uno de los errores craso más comunes se ostenta mediante control y/o regulación de precios, salarios, cantidades y todas las acciones de la empresa privada bajo el seudoargumento de que el mercado es grotesco y desatiende a las políticas sociales.
Los efectos de tales controles o monitoreo son los generadores de una ruina gradual de la moneda, aparte de una forma de ataque contra el empresariado privado, de su esfuerzo a diario por la productividad.
Debemos tener conciencia de que inflación es la pérdida del poder adquisitivo del dinero; la distorsión de precios (especulación) es otra y la inopia, lo más grave.
El déficit fiscal es la causa básica de la inflación, lo que conlleva la emisión de dinero sin respaldo (inorgánico), estafa simulada, a objeto de cubrir déficits.
El gasto público excede a lo que se recauda y las fuentes de financiación (impuestos y endeudamiento) son escasas. Por tanto, el BCV emite dinero para financiar sus gastos, que conlleva un exceso de liquidez, así como de la masa monetaria (dinero circulante) de donde derivan, en virtud de la escasez de divisas, las transacciones en el mercado paralelo y consiguiente alza del dólar, que el gobierno pretende revertir mediante la quema de reservas, las cuales totalizan a fines de 2022, cerca de unos 200 millones de dólares en poco más de un año. Aun así, nuestro signo mometario ostenta una devaluación acumulada al cierre de 2022 equivalente a un 277 por ciento y sin atisbo de recuperación alguna.
Comentarios recientes