INDO-PACÍFICO en DISPUTA Por: Isaías Márquez

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INDO-PACÍFICO en DISPUTA

Isaías Márquez

De la septena de países ribereños del mar del sur de China, unos seis están en disputa por este cuerpo de aguas, así como por su Zona Económica Exclusiva (ZEE): Taiwán, Vietnam, Brunéi, Indonesia y Filipinas, enfrentan el deseo del  “sinodesarrollo” creciente, ahora cuando se presenta la oportunidad y/u ocasión de abrirse por Taiwán y los archipiélagos de Paracelso, Sprantly y por todas aquellas islas chinas de creación artificial, a fin de ampliar su ZEE, lo que centra a las naciones del sureste asiático por tales estructuras que China efectúa en su mar, a lo cual esta ha respondido sentirse de manera igual por la actitud de aquellas, muy justa puesto que emplea naves dragadoras y plataformas para convertir al menos unos seis arrecifes coralinos en puertos de aguas profundas; uno de ellos con pista de hasta unos tres km de largo, en donde ha establecido bases militares en virtud de los yacimientos de gas y pesca abundante en dichas áreas, de sumo valor estratégico, en extensión de unos 3,5 millones de km cuadrados. Geopolíticamente, para cualquier potencia con intenciones de controlar tanto rutas comerciales como energéticas, el poder sobre esta zona es vital.  Asimismo, es uno de los puntos de conexión –océanos Índico y Pacífico- entre diversos Estados enfrentados y aliados entre ellos, lo que presume una ofensiva continua y, en ciertos casos, de expansión, donde Taiwán, “en rebeldía”, desde 1949, es enclave geoestratégico de una “lucha hegemónica” China/EEUU, que radica en su estrecho, con distancia media de unas 97,2 mn entre ambas costas.

UNCTAD supone que las rutas comerciales de este mar trasladen géneros equivalentes a unos USD 3,38-5,3 billones; vale decir, un tercio del transporte marítimo internacional, que monopoliza COSCO SHIPPING Lines, implicando situaciones críticas para la propia China, Taiwán, Japón y Corea del Sur, sujetas al estrecho de Malaca (Malasia), y enlaza a dicho mar al Índico, con más de un 60 porciento de su valor en régimen de fletamentos.

Clararamente, la seguridad económica de China se ciñe a este mar, como segunda economía mundial y, sin apología alguna, a muy poco de ser la primera. De ahí, la necesidad de resguardo de esta área, que induce a tema de seguridad nacional. Los países que siguen a China en valor de efectos, de lo que podríamos suponer, no son los que se disputan sus aguas, sino Japón, EEUU, Alemania e India.

En efecto, se asegura que en la región las acciones de China podrían socavar la confianza; incluso, “la paz ya está erosionada, así como la confianza, seguridad y estabilidad”.

El ascenso de China está alterando el régimen de equilibrios vigentes en Asia-Pacífico y propicia el rearme naval en los países del área. Ínterin, se tejen en su espacio nuevas alianzas. EEUU refrena a Beijing en la región porque conlleva una cadena de “estrategia de islas” con raíces en la guerra fría, cuyo enclave estriba en Taiwán. Y, Es así cómo el Indo-Pacífico constituye un espacio geopolítico naval único de litigios latentes.Y, eje geopolítico mundial.