¿Cuáles son las alergias de verano?
Hay muchos factores que pueden causarnos alergias en verano, los más comunes son el polen, la exposición al sol y las picaduras de insectos, pero hay muchos más. En este periodo estival, el polen suele provenir de flores pequeñas, como las gramíneas, pastos y la mayor parte de los cereales.
Hay alergias en todas las épocas, que afectan a todas las edades y que se dan en cualquier lugar. El número de posibles desencadenantes de una reacción alérgica es enorme, como lo es la cantidad de población que sufre estas enfermedades. Según los datos de la Organización Mundial de la Alergia entre un 30% y un 40% de la población mundial padece algún tipo de alergia.
Se llama reacción alérgica a la enfermedad que se produce cuando el cuerpo reconoce como agresor a una sustancia inocua y actúa contra ella. El polen, algunos medicamentos, los alimentos, la luz solar o el pelo de un animal son las más frecuentes, pero el número de sustancias que pueden provocar una reacción de este tipo es muy grande.
Alergia al sol
Cuando nos quemamos en la playa no estamos sufriendo una alergia al sol. Para que sea alergia tiene que haber una respuesta del organismo, lo que los alergólogos llaman hipersensibilidad, y que es esa respuesta exagerada del cuerpo ante sustancias inocuas.
Pero además de ese tipo de alergia, la luz del sol puede provocar otras reacciones, por ejemplo, aquellos en los que actúa como desencadenante. Algunos fármacos y sustancias presentes, por ejemplo, en productos cosméticos pueden provocar una reacción alérgica que solo se produce cuando hay exposición a la luz solar. Uno de los fotoalérgenos más frecuentes son las cremas antiinflamatorias tópicas, pero se requiere de la luz solar para que se desencadene la reacción fotoalérgica al principio activo de la crema.
La recomendación cuando se sufre una reacción a la exposición normal al sol es, consultar al médico de atención primaria para que valore si nos desvía al especialista en alergias.
Alergia a las picaduras
Las avispas y abejas pican más en verano por lo que, obviamente, también en esta época se producen más reacciones alérgicas a sus picaduras. Alfonso Miranda, médico experto en alergias y excoordinador del Comité de alergia al veneno de himenópteros de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, explica: “Las hembras de estos insectos inoculan veneno con su aguijón. Ese veneno es tóxico para todo el mundo, pero además hay algunas personas que son alérgicas, así que sufren una reacción mayor”.
Esa reacción, como todas las alergias, varía mucho entre unas personas y otras. “Puede ir desde una reacción local, que se hinche la zona en la que ha recibido la picadura: un brazo, una mano o una pierna a una reacción sistémica.
Alfonso Miranda ofrece algunos consejos: “Hay que saber que la picadura duele siempre. Es bueno aplicarse hielo sobre ella o si se está en un río, ponerse un poco de barro frío para aminorar la inflamación. Pero en principio, la primera vez que una persona es picada por un insecto no tiene una reacción grave porque se tiene que sensibilizar y hacerse alérgico. Una segunda o una tercera picadura sí pueden tener más problemas”.
Alergia a los alimentos
El verano no acrecienta la peligrosidad de los alimentos que provocan alergias, pero lo que ocurre en la época estival, según Ana Fiandor, jefa del Servicio de Alergología del Hospital Universitario la Paz de Madrid.
La alergia alimentaria es una patología que puede comenzar a cualquier edad, pero sobre todo aparecen en pacientes jóvenes. “Los niños comienzan a presentar estas alergias siguiendo el calendario de introducción de alimentos”, explica Fiandor. Y añade: “La primera que se presenta es a la leche, luego a los huevos y el tercer grupo suele ser el pescado. Los frutos secos suelen ser más tardíos”. Las alergias a todos los alimentos pueden ser leves o muy graves.
Fuente: elpais
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