La compra de la empresa de audio Beats Electronics por Apple en 2014 se ha traducido en los nuevos AirPods Max. Los primeros auriculares firmados por la manzana recubren toda la oreja. La polémica ha llegado por su elevado precio en comparación con sus otros modelos de AirPods. Hasta el comprador compulsivo de Apple podría dudar de que los 629 euros ofrezcan realmente las características de un modelo de esa gama.
Nunca lo sabremos. O, al menos, nos enteraremos cuando los profesionales del sector del audio abran en canal los AirPods Max y examinen sus piezas. Alberto Espinosa es técnico de sonido y socio de la plataforma de pódcast Yes We Cast. Un profesional del ramo al que consultar para saber lo mínimo sobre los AirPods Max o lo que deberíamos exigirles. «No hay muchas especificaciones técnicas que aporte Apple», la primera reflexión es lapidaria. Un desembolso de 629 euros en algo de lo que no sabemos mucho. De entrada, lo normal es que se utilicen como inalámbricos, lo que podría limitar el audio de alta calidad que se presupone con el precio. Tienen la opción de conectarse con cable, gracias a su puerto USB-C, mediante un adaptador de 10 euros. Más dudas. «Al ser Bluetooth 5.0 el ancho de banda aporta todas las frecuencias posibles sin recortes», aclara Alberto.
La nueva apuesta de los de Cupertino entra por ojos gracias a su puesta en escena. Como todo lo que hacen. Una impresionante web con imágenes en movimiento que van contando las singularidades de los que creen haber inventado el sonido. Apple vuelve a lo de siempre: cuidar hasta el más mínimo detalle, dotar de alta calidad a sus productos y pintarlos de colores. Eso les ha permitido ser una potencia tecnológica con sus ordenadores portátiles, sus móviles y sus relojes, pero ahora llegan a un territorio donde los productos ya tenían buen pedigrí y materiales opulentos.
El mundo del auricular tiene tres zonas de influencia. Los de gama baja, los baratos, poco más que las cuchillas para los oídos que regalaban en el AVE; la gama intermedia, que ronda los 300-500 euros, y todo lo que sobrepase esa cantidad, que es el repertorio para profesionales del sonido con modelos que pueden llegar a los 5.000 euros.
No conocemos bien los materiales que ofrece Apple en sus AirPods Max, pero, si repasamos lo que cuenta en su publicidad, encontramos algunas curiosidades.
La malla de la diadema de un misterioso material trenzado transpirable. Son auriculares del habitual aluminio anodizado que utiliza Apple para todo. Algo importante para Alberto, que las almohadillas de espuma viscoelástica sean cambiables, «porque con el paso del tiempo se deterioran y si no las puedes cambiar o cuestan una pasta es una faena». La faena sale por 70 euros el par si es que el Apple da tiempo a que se desgasten antes de diseñar un nuevo modelo. Y pueden ser de colorines.
También tiene micrófonos con tecnología beamforming para suprimir interferencias, el transductor dinámico para reproducir una amplia gama de frecuencias, anillos magnéticos de neodimio para reducir la distorsión y el chip H1 de Apple para ofrecer audio computacional. Nuestro guía musical asegura que «como profesional busco un sonido transparente, no quiero que me coloreen el sonido. No busco un refuerzo en graves y si lo quiero lo ecualizo y lo consigo. En este caso vienen con un procesador interno que teóricamente se ajusta a la música». Hasta aquí todo lo que podemos acercarnos de la mano de un profesional a la alta fidelidad con los AirPods Max.
A estos detalles hay que añadir características propias del usuario medio, como la cancelación activa de ruido y la posibilidad de volver al sonido ambiente, es decir, «llevan un micro que recoge las frecuencias de alrededor y las anula», aclara Alberto. Además, ofrecen ecualización adaptativa y audio con seguimiento dinámico de la cabeza. Y no podían faltar las propiedades inherentes al mundo Apple y que damos por seguras siempre, como la conexión con Siri, el audio compartido o la funda que ahorra batería.
¿Y el diseño? “La comodidad en el diseño es algo que buscamos en unos auriculares de diadema grandes, que entre bien la oreja, que no presione”, detalla Espinosa sobre un modelo ovalado que parece cumplir ese requisito.
Hay que exigirles más. Los oídos de Alberto Espinosa tienen muchas horas de vuelo sonoro, «hay que valorar la respuesta en frecuencias. El oído humano escucha de 20 Hz a 20 Khz y todos los auriculares de gama cara responden a esas frecuencias. Entiendo que los de Apple lo cumplirán», además, «está la impedancia, es decir, la resistencia eléctrica que tienen. Cuanto mayor es, mejor es la calidad de sonido y mejor tiene que ser el amplificador. En el caso de los AirPods Max, son inalámbricos, por lo que no cuenta tanto al no ir conectados. El bluetooth ya amplifica el sonido». Y, por último, «la sensibilidad, la cantidad de presión sonora. El umbral de dolor en los humanos está en 120 db, si aportan 90 db sería más que suficiente». Quizá tengan todo esto, pero no lo detallan y el comprador experto necesita datos.
Apple pasa de los 179€ de sus AirPods a los 629€ de su nuevo modelo sin ofrecer nada intermedio. Para eso tiene a Beats. Adelanta a los auriculares Sony WH1000XM3 (300€), Bose QuietComfort (200€), Harman Kardon Fly over ear ANC (200€), Beats Studio3 Wireless (350€) o a los Sennheiser HD 600 (500€).
Para los que quieran unos topes de gama de verdad, que revisen las propiedades y los materiales de los Audio Technica ATH-L5000, valorados en 4.200€. Cuentan que sus diafragmas tienen un recubrimiento de carbono DLC similar a diamante y la carcasa es de madera de sicomoro, famosa por su gran resistencia y perdurabilidad.
También pueden indagar qué tienen los MrSpeakers VOCE para que se paguen 3.700€. Quizá que se hayan diseñado y construido en San Diego (California). O que sea un auricular electrostático, que tenga almohadillas italianas de cuero napa o que su diadema de cuero se haya teñido a la tina en EE.UU.
Se valoran tres veces por encima de unos AirPods Max los Grado GS3000e (1.749€). Elaborados con una pieza única de madera de cocobolo, que se encuentra en América Central y que proporciona un sonido muy rico en matices.
Más cercanos al nuevo producto de Apple son los Audeze LCD-2 Closed-Back (999€). Cuentan con una diadema de suspensión ligera de acero con anillos especiales de nailon cristalizados. Además, llevan almohadillas de memoria del tipo leather-free.
En la línea de los 629€, hay otros modelos que a simple vista no son tan modernos como los AirPods Max, pero tienen condiciones y materiales de gran calidad.
Los Grado GH4 L.E. se venden por 649,00€. Están fabricados en madera de pino noruego, que tiene capacidades tonales que aportan sonidos cálidos y con mucho cuerpo.
Otro modelo top. Los auriculares Denon AH-D7200 (799 euros) fabricados en Japón, que proporcionan un movimiento pistónico preciso para garantizar un sonido de máxima precisión. También tienen un cable de cobre extraíble de alta pureza, fabricado en Japón. Este cable está provisto de una sólida clavija metálica mecanizada con un anillo de cobre decorativo fabricado en madera de nogal.
Los Audio Technica ATH-AD1000X son algo más baratos, 549€, y están diseñados con ligeras carcasas de aluminio de tipo panal, que aseguran comodidad durante los largos períodos de audición. También cuentan con bobinas de cobre puro OFC7N (99.99% desoxigenado), además de incorporar un circuito magnético en dos partes, cuya función es incrementar la eficiencia y riqueza del sonido.
Apple no ahonda en las propiedades de sus auriculares y eso despierta dudas en un sector donde todo es muy transparente y extremadamente preciso. Compararlos con modelos del mismo precio en el mundo de la alta fidelidad nos deja una conclusión. La empresa de California quiere que los AirPods Max compitan con productos pro pero con propiedades avanzadas, como es el hecho de poderse utilizar sin cables o dotarlos de su propia tecnología. Y, por supuesto, con materiales sostenibles que no incluyen selectas maderas.
El uso y el tiempo dictarán sentencia. Mientras, queda el ruido de sables de los ignorantes habituales que critican que algo cuesta mucho dinero sin analizar si merece la pena cada euro invertido. Sin saber que hay modelos mucho más caros que, por criticar, suponen un ataque directo al bolsillo y al medio ambiente. Apple pone en circulación un producto que no debería renovar antes de dos años para que se amortice realmente su valor. Si es que lo tiene.
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