La UE llega a un acuerdo político para sancionar a Rusia y a Lukasheno por: María G. Zornoza
NOTI-AMERICA.COM (ESPANA)
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Los ministros de Asuntos Exteriores han alcanzado un doble acuerdo político para imponer sanciones a Rusia por el envenenamiento del opositor Alexei Navalny y para incluir a Alexender Lukashenko en su lista punitiva de Bielorrusia. Ambos movimientos todavía deben materializarse y pasar el por los servicios legales del Consejo.
En su primer Consejo celebrado en Luxemburgo desde el inicio de la pandemia, los 27 titulares de la diplomacia europea han alcanzado un acuerdo político para condenar a través de sanciones el envenenamiento del opositor ruso Alexei Navalny y, del mismo modo, la represión de Bielorrusia con la inclusión del presidente del país en la lista de personas sancionadas por la UE.
La lista de sanciones a Rusia todavía no está decidida. Los ministros solo han alcanzado este lunes un acuerdo a nivel político que da el pistoletazo de salida a las negociaciones sobre los individuos y entidades que serán sometidas a congelación de activos y prohibiciones de viaje. Alemania y Francia, impulsoras de esta propuesta, han puesto sobre la mesa a varios candidatos. Josep Borrell, Alto Representante de Exteriores de la UE, ha detallado en rueda de prensa que hay total unanimidad de las capitales para dar este paso. Ahora serán los servicios legales del Consejo los que trabajen en la elaboración de esta lista.
Para Moscú, este movimiento supone un distanciamiento mayor con el bloque comunitario. La UE ya aprobó hace dos años medidas restrictivas contra el Kremlin por el intento de envenenamiento con el agente Novichock al ex espía Skripal y a su hija en la localidad británica de Salisbury. Esta misma arma química fue la empleada contra el opositor ruso Alexei Navalny hace unos meses en Siberia. “Tenemos que entender que el caso Navalny es un caso serio y que la utilización de este agente químico es un acto que pone en riesgo a Europa. De ahí la necesidad de responder como UE”, ha señalado Arancha González Laya, ministra de Asuntos Exteriores española, al fin de la cita.
Bruselas, sin embargo, enfatiza que las sanciones no son incompatibles con mantener la mano abierta a un diálogo constructivo con la vecina Rusia. Para la UE es importante mandar el mensaje político de que el uso de armas químicas es inaceptable, pero en la diplomacia del palo y la zanahoria, también sabe que necesita a una Rusia progresivamente con más peso geopolítico para la estabilidad de los conflictos de la vecindad europea o la dependencia energética. De hecho, Alemania ha impulsado las sanciones con una mano, mientras que con la otra ha evitado frenar las negociaciones con el Kremlin sobre el gaseoducto del Nord Stream 2.
Sobre Bielorrusia, el Consejo ha aprobado nuevas conclusiones que continúan denunciando el deterioro de la situación. El pasado domingo, las manifestaciones contra el Gobierno ilegítimo, para la UE, de Lukashenko se saldaron con más de 700 detenidos. La UE ha anunciado la reducción de la cooperación con las autoridades de Minsk y ha iniciado el proceso para ampliar la lista de personas sancionadas, que se sitúa en estos momentos en 40.
El jefe de la diplomacia europea ha confirmado en rueda de prensa que entre los nuevos sancionados estará el propio Lukashenko, medida que previamente han adoptado otros países como Canadá o el Reino Unido. “Hemos alcanzado un acuerdo político para dar luz verde a comenzar a preparar el próximo paquete de sanciones, que incluirá al propio Lukashenko”, ha detallado el español alegando la falta de voluntad del mandatario para “negociar o establecer contactos que puedan derivar en una solución pacífica”. “Ayer mismo vimos una respuesta desproporcionada a las manifestaciones. No ha habido ninguna señal de las autoridades de comprometerse con ningún tipo de diálogo”, ha defendido.
Tras las elecciones fraudulentas de agosto, el bloque comunitario necesitó dos meses para imponer las primeras sanciones contra el régimen bielorruso. Chipre las mantuvo cautivas durante varias semanas porque quería que sus socios comunitarios hiciesen lo propio con Turquía. Con Ankara anunciando nuevos movimientos en el Mediterráneo Oriental, el riesgo es que el nuevo paquete se demore por la misma situación. Los 27 líderes de Estado y de Gobierno debatirán –de nuevo- en la cumbre del próximo jueves y viernes cómo responder a las provocaciones de Erdogan contra Grecia y Chipre. No obstante, Borrell ha asegurado que los «obstáculos estructurales» ya se han superado y ha dicho confiar en no necesitar otros dos meses para la adopción oficial de medidas restrictivas.
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