‘Próxima Generación UE’: estimación de los fondos destinados a cada Estado miembro por: Cristina Pita da Veiga/ María G. Zornoza
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La UE encara una de las negociaciones más difíciles de su historia. El próximo 19 de junio, los 27 líderes de Estado y de Gobierno se ven las caras por primera vez tras la presentación de la propuesta de la Comisión Europea para reconstruir la UE tras el devastador paso del Covid-19. Será un primer termómetro hacia la cumbre presencial de julio. Cada capital peleará hasta el último céntimo de los presupuestos y la magnitud de las transferencias. Aquí Europa analiza las cifras con la que trabaja el Ejecutivo comunitario para cada Estado miembro.
La Comisión Europea publicó hace dos semanas su esperado Plan de Recuperación post-pandemia para hacer frente a la peor crisis recesión que enfrenta el club comunitario desde su fundación. El equipo de Ursula von der Leyen presentó una propuesta que pueda ser asumible por los Veintisiete. Especialmente por las capitales que abanderan una línea roja más firme. Por un lado, Italia y España –los dos más golpeados por el Covid-19-, y, por el otro, los frugales (Suecia, Austria, Países Bajos y Dinamarca).
El Plan ‘Próxima Generación UE’, dotado con 750.000 millones de euros repartidos en 500.000 con subsidios y 250.000 a través de préstamos, tuvo buena acogida en Roma y Madrid. Las dos capitales serán las más beneficiadas. Bruselas ha evitado revelar las cifras que maneja para cada Estado miembro. Aquí Europa ha tenido acceso al borrador con los números que prevé destinar el Ejecutivo comunitario para cada capital. Como demuestra el siguiente gráfico, Italia obtendría 172.745 millones, 81.807 millones en subsidios, suponiendo el 23% del total. A España irían a parar 140.446 millones, 77.324 millones en transferencias (el 18%). Alemania y Francia recibirían el total de sus 28.806 y 38.772 millones, respectivamente, en forma de subvenciones.
Fuente: Cristina Pita da Veiga
El Plan de Von der Leyen suena aceptable para los países más golpeados. La recepción de liquidez de forma no reembolsable evitaría que se dispare la deuda pública al aumentar el endeudamiento generado por los préstamos. También contaría con el beneplácito del eje franco-alemán. Pocos días antes de que el fondo ‘Próxima Generación UE’ viese la luz, París y Berlín promovieron una iniciativa transgresiva que rompía tabúes hasta el momento impensables. La ortodoxa Alemania marcaba un hito al aceptar por primera vez la emisión conjunta de deuda bajo el presupuesto comunitario para financiar la reconstrucción.
El Banco Central Europeo estima que el PIB en la zona euro caerá hasta el 8,7% durante este año. La economía comunitaria no se recuperará hasta al menos dos años. El Covid-19 ha afectado a todas las capitales europeas, pero con unas se ha ensañado mucho más que con otras. El peligro es que las grandes diferencias a la hora de responder a estas sacudidas dé lugar a una economía de varias velocidades que ponga en riesgo la supervivencia del Mercado Interior. El objetivo de Bruselas es acompañar a los países, economías y ciudadanos más golpeados por el coronavirus para evitar este escenario.
La Comisión Europea ya ha revelado sus cartas. Ahora llega el punto clave de la partida con la negociación del Consejo Europeo. Por el momento reina la contención entre los más ortodoxos de la mesa, que junto a Finlandia, se han limitado a mostrar su rechazo a la magnitud de las ayudas en forma de subvenciones. El 19 de junio, los 27 líderes de Estado y de Gobierno se reúnen en su quinta conferencia virtual por el Covid-19. Pero el plato fuerte de la negociación se espera en una cumbre presencial, que carece de fecha, pero que probablemente se celebrará en julio, bajo la ya bandera de la Presidencia alemana del Consejo.
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