La comunidad internacional (sin EE.UU) compromete 7.400 millones contra el Covid-19 por: María G. Zornoza
La ambición era recaudar 7.500 millones de euros, pero ha faltado el casi. La comunidad internacional se ha dado cita este lunes bajo el paraguas de la Comisión Europea en torno a la primera conferencia internacional para combatir al Covid-19 unidos. Su mensaje es claro: nadie estará hasta que lo estamos todos. El gran ausente ha sido, una vez más, Estados Unidos. Mientras que la presencia de China ha sido de bajo perfil. España ha triplicado la contribución del gigante asiático.
Gobiernos de todos los continentes, representantes de la industria, organismos internacionales o expertos científicos se han reunido este lunes bajo el paraguas de la Comisión Europea, madrina de la primera conferencia internacional para recaudar fondos de contra el Covid-19. El evento buscaba aunar fuerzas para combatir una pandemia global que deja ya más de 3,5 millones de contagios y cerca de 250.000 fallecidos en todo el globo.
Los participantes han sido muchos y muy diversos, desde China hasta Arabia Saudí pasando por industrias farmacéuticas o la propia Madona, pero el mensaje que ha brotado ha sido uno: “Nadie estará a salvo del coronaviurs, hasta que todas las personas del mundo lo estén”. Para ello, el Ejecutivo comunitario había puesto un umbral mínimo de ambición en 7.500 millones de euros. La cita ha concluido en los 7.400. El objetivo es sumar esfuerzos en torno al desarrollo de una vacuna que esté disponible en todos los lugares y sea asumible para todas las personas.
Ursula Von der Leyen, impulsora del evento, ha celebrado esta cooperación “sin precentes”, pero ha advertido de que este es “solo el comienzo de un maratón global de donaciones”. Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidos, ha aventurado que para conseguir los objetivos planteados será necesario multiplicar por cinco la cantidad comprometida.
“El Covid-19 también ha sacado lo mejor de la humanidad. Los héroes de nuestro tiempo son los trabajadores sanitarios. El virus nos ha recordado que debemos proteger al resto si queremos protegernos a nosotros”, ha señalado la presidenta de la Comisión Europea en la inauguración del evento virtual. El Ejecutivo comunitario ha abierto la veda comprometiendo 1.000 millones de euros y 400 millones en créditos del presupuesto europeo para impulsar el tratamiento y diagnóstico frente al patógeno. “El 4 de mayo de 2020 marcará un punto de inflexión en la lucha contra el coronavirus”, ha señalado la alemana.
Francia ha contribuido con 500 millones. Según su presidente Emmanuel Macron, el corazón de esta iniciativa europea es que la “vacuna sea un bien público y global”. El mandatario galo ha llamado al sector privado a sumarse a la iniciativa recordando que quien dé con la fórmula mágica será recompensado por ello. La canciller Angela Merkel ha subido su apuesta con 525 millones. Por su parte, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, ha pedido “no dejar a nadie atrás” y ha ofrecido 125 millones. El Reino Unido con cerca de 550 millones. Y otros como Países Bajos han contribuido con 192. Más lejos se encuentra Italia con 71 millones; o Grecia con 3.
«Debemos atacar esta enfermedad del mismo modo en el que nos está atacando ella: de forma global”, ha apuntado Melinda Gates, en nombre de la Fundación Bill Gates, que ha anunciado un desembolso de 100 millones de euros. Gates ha recordado que los virus no conocen “fronteras ni nacionalidad”. Uno de los objetivos de esta cita es, precisamente, que la vacuna no cree esa diferencia al estar disponible solo para los más afortunados.
El gran ausente ha sido, como viene siendo costumbre en las citas multilaterales, Donald Trump. El evento ha tenido lugar dos meses después de los esfuerzos del mandatario norteamericano por comprar una compañía alemana que lideraba, por entonces, la investigación en el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus. Se celebra, además, tras su decisión de suspender los fondos a la Organización Mundial de la Salud.
Desde su aterrizaje en la Casa Blanca, Donald Trump ha asestado los mayores golpes al mundo multilateral nacido de la Segunda Guerra Mundial. Al acuerdo nuclear le siguieron los Acuerdos de París, el traslado de la embajada a Jerusalén o la guerra comercial. Entretanto, Estados Unidos es el país del mundo con mayor fallecidos a causa del Covid-19, pero esta pandemia global tampoco supone un aliciente para que Trump deje de lado su obsesión por el proteccionismo y el aislamiento.
El mensaje velado a Trump ha llegado, precisamente de la mano de China. El presidente estadounidense culpa con relativa frecuencia al país asiático de lo que llama el “virus chino” y su Gobierno ha llegado a sugerir que el nuevo coronavirus fue creado en un laboratorio, Ming Zahng, embajador chino ante la UE, ha señalado en su intervención que su país es “un miembro responsable de la comunidad internacional” y ha ensalzado el papel de la OMS. “La solidaridad y la confianza son más valiosas que el oro en la lucha contra el Covid. Crear el pánico y el juego de culpas no servirá de nada”, ha espetado. Sin embargo, sobre la mesa, Pekín se ha limitado a ofrecer 45 millones, un tercio de lo ofrecido por España.
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