Bruselas lanza su hoja de ruta post-confinamiento y advierte: ‘La vuelta a la normalidad tardará mucho’ por: María G. Zornoza
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Algunas capitales comienzan esta semana a poner fin al confinamiento. Un aislamiento que algunas nunca llegaron a aplicar. Mientras que las más afectadas centran sus esfuerzos en combatir al virus. Entretanto, la Comisión Europea ha presentado su hoja de ruta para coordinar una estrategia de salida post-confinamiento. Bruselas llama a hacerlo de forma gradual, con test masivos y nueva tecnología. Y advierte: “Conviviremos con el virus hasta que exista una vacuna”.
Las guarderías en Dinamarca reinician hoy su actividad. Austria se convirtió ayer en el primer país europeo en abrir tiendas. Algunos como Suecia nunca las cerraron. Y Chequia anuncia la reapertura de bares el próximo mes. Entretanto, España e Italia continúan luchando por aplanar la curva.
La situación en los Estados miembros ante el coronavirus es muy diferente. Mientras Italia, España y Francia acumulan más de 50.000 fallecidos por Covid-19, Eslovaquia, Malta y Letonia suman diez. La Comisión Europea lo sabe y reconoce, que atendiendo a las circunstancias, cada país debe tomarse su tiempo para comenzar a aplicar las medidas de alivio. Pero pide a los Estados miembros que lo hagan de forma coordinada.
“No es una indicación de que se puede empezar a levantar el confinamiento, sino un marco para hacerlo de forma coordinada. Los Estados miembros deben valuar el momento más adecuado. Es una tarea muy difícil”, ha apuntado Von der Leyen en rueda de prensa, con motivo de la presentación de una hoja de ruta que guíe a las capitales en el nuevo capítulo del virus una vez se alivie la crisis sanitaria.
“No se trata de salir de la pandemia, la crisis estará con nosotros en el futuro. No hablamos de homologar ni de tomar medidas simultáneas en toda la UE si no de una estrategia para salir del confinamiento y lidiar con las consecuencias sociales y económicas de forma coordinada”, resumen fuentes comunitarias, que calculan que el número de contagios se ha reducido de un ratio de 4-6 personas a 1- o menos con las medidas de confinamiento. «Hasta que tengamos una vacuna la única medida para los contagiados es la cuarentena», agregan.
Las recomendaciones de Bruselas a las capitales para que relajen el aislamiento establecen tres condiciones previas imprescindibles: una reducción de casos durante un tiempo continuado respaldada por criterios epidemiológicos, la garantía de capacidad suficiente en sus sistemas sanitarios y la realización de test a gran escala.
El Ejecutivo comunitario pide a las capitales que comiencen a relajar las medidas de emergencia cuando dispongan del material médico y de protección suficiente para esta paulatina vuelta a la normalidad. Una normalidad que en todo caso no será como la que conocíamos antes de la llegada del patógeno. “Aunque la vuelta a la normalidad tardará mucho, las medidas extraordinarias de confinamiento no pueden durar para siempre”, reza el comunicado presentado este miércoles.
Por lo pronto, la capitana del Ejecutivo comunitario ha señalado recientemente en una entrevista con el diario alemán Bild que desaconseja hacer planes para verano: “Recomiendo esperar. Nadie puede hacer pronósticos fiables para julio y agosto”. En este sentido, las directrices que ven hoy la luz hacen aconsejan que los viajes y desplazamientos se realicen de forma paulatina y atendiendo a la situación de contagios en cada país.
La Comisión Europea fue muy crítica con la descoordinación de los países comunitarios al inicio de la crisis. Reimposición de controles fronterizos en Schengen o prohibiciones de exportación de material médico fueron algunas de las medidas que tomaron las capitales sin previo aviso. En este sentido, Bruselas avisa de que no puede ocurrir lo mismo: “La falta de coordinación en la reducción de las medidas restrictivas puede tener efectos negativos y aumentar las fricciones políticas”.
Las directrices también tienen un mensaje para países como Hungría, que han aprovechado el estado de alarma y de emergencia para amenazar la separación de poderes. Víktor Orbán, primer ministro húngaro, ha utilizado la crisis desatada por la pandemia para gobernar por decreto ‘sine die’. “Las medidas de emergencia excepcionales deben ser reemplazadas por intervenciones localizadas en línea con los arreglos constitucionales para garantizar la rendición de cuentas democrática, la transparencia, los derechos fundamentales y el Estado de Derecho”, recoge el texto.
Por último, Bruselas apuesta por utilizar las nuevas tecnologías y aplicaciones para hacer un seguimiento de la movilidad de las personas y controlar los casos detectados, como hizo China en su momento. “Los datos deben recogerse en tiempo real, de forma armonizada y de tal forma que puedan compararse para predecir la evaluación de la pandemia y para saber su magnitud teniendo en cuenta a los sintomáticos”, detallan otras fuentes.
En línea con las recomendaciones nacionales, Bruselas pide a la población de riesgo y a las personas mayores que permanezcan en casa porque avisa: “Tendremos que convivir con el virus hasta que exista una vacuna o un tratamiento”.
Fuente: aquieuropa.com
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