EL GRUPO DE CONTACTO, PREPARADO PARA ENVIAR UNA MISIÓN POLÍTICA A CARACAS por Ana García Valdivia
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El martes se cumplieron tres meses de la creación del Grupo de Contacto para Venezuela auspiciado por la UE. Ese mismo día concluía la tercera reunión ministerial de representantes latinoamericanos y europeos en Costa Rica, donde han anunciado estar listos para efectuar una misión de alto nivel en Venezuela para abordar medidas políticas concretas. Asimismo, Mogherini ha anunciado la conformación de un grupo de trabajo humanitario permanente en Caracas.
El Grupo Contacto sobre Venezuela, del que forman parte la UE junto con ocho países europeos (España, Italia, Portugal, Suecia, Alemania, Francia, Países Bajos y Reino Unido) y cuatro latinoamericanos (Uruguay, Costa Rica, Ecuador y Bolivia), ha celebrado su tercera reunión en Costa Rica una semana después de producirse la llamada ‘Operación Libertad’ y el fallido intento de levantamiento militar promovido por Juan Guaidó, autoproclamado presidente interino de Venezuela.
“La prioridad ahora es evitar una mayor escalada de una situación que ya es extremadamente tensa”, ha señalado el Grupo en su declaración conjunta que, si bien ha preferido no posicionarse en relación con los últimos acontecimientos, reitera su apuesta por “una solución pacífica” para Venezuela. “Siempre hemos sido muy claros sobre el hecho de que creemos que no debe haber ningún intento militar, ni desde dentro ni desde fuera del país”, ha afirmado Federica Mogherini, Alta Representante de Exteriores de la UE.
Como en la anterior ocasión, Bolivia ha sido el único miembro que no ha firmado la declaración conjunta. Sin embargo, Mogherini ha preferido destacar que “Bolivia siempre ha sido y sigue siendo un miembro activo y positivo del Grupo», desde el cual se respeta su decisión de no firmar la declaración «sin impedir que el resto de los miembros del Grupo la adopten y sin abandonar» el mismo.
La jefa de la diplomacia europea ha destacado tres logros tras este tercer encuentro. “El primer resultado concreto es que hemos decidido tener una presencia constante en Caracas como Grupo para acompañar la asistencia humanitaria en el país de la manera más efectiva”. Mogherini considera que el trabajo realizado hasta ahora ha sido “vital”, aunque sigue sin ser suficiente en “comparación con la escala de necesidad”. En este sentido, el Grupo ha solicitado medidas adicionales para facilitar el establecimiento de organizaciones nacionales e internacionales que desplieguen operaciones humanitarias en el terreno y ha hecho un llamado a los donantes para mejorar las contribuciones.
La segunda noticia de la reunión ha sido el documento ‘Opciones concretas para una solución pacífica y democrática a la crisis’, con el que el Grupo plantea llevar su actividad al próximo nivel y emprender una misión política en Caracas para presentar y discutir soluciones pacíficas al conflicto. “Si bien la solución a la crisis tiene que venir de los venezolanos, la comunidad internacional tiene el deber y la responsabilidad de contribuir a crear las condiciones para que la paz, la democracia, el estado de derecho y los derechos humanos prevalezcan en Venezuela”. Sin embargo, por el momento los detalles sobre estas medidas siguen sin conocerse puesto que, según la Alta Representante, «requieren de cierto nivel de confidencialidad».
En tercer lugar, los miembros del Grupo han anunciado su intención de “intensificar el trabajo con otros interlocutores y socios en la región y la comunidad internacional”. En este sentido, han aceptado la invitación extendida por el Grupo de Lima, conformado por 14 países latinoamericanos que buscan una solución a la crisis venezolana con una agenda manifiestamente a favor de la oposición, para tener una reunión a nivel ministerial.
Mogherini también ha confirmado que ha mantenido contactos con Moscú y Washington en estos últimos días “para tratar de explorar convergencias”. “Hay un sentido de urgencia. Y creemos que los próximos días y semanas son cruciales para explorar la posibilidad de involucrar a los diferentes interlocutores relevantes dentro de Venezuela en estas ideas concretas sobre cómo se puede desbloquear la crisis política, democrática y pacíficamente”, ha concluido la italiana.
Venezuela ha pasado de una crisis nacional a otra mutidimensional. Aunque dista mucho de la magnitud global de Siria, países como Rusia, China, Estados Unidos o Cuba pujan para alterar el orden de unos acontecimientos que cuentan con un guión imprevisible. El hecho de que el tiempo pase sin deserciones militares de gran escala y con la calle desinflándose juega a favor de Maduro.
La UE, en la que sus Estados miembros reconocen a Guaidó como presidente interino a excepción de Chipre, Grecia, Italia y Eslovaquia, seguirá manteniendo, previsiblemente, la equidistancia hasta que no exista un desenlace más claro de los acontecimientos. La prioridad del bloque comunitario pasa por evitar un baño de sangre. Maduro cuenta además con el respaldo de grupos paramilitares y Estados Unidos ha vuelto a deslizar la opción de una intervención militar, dos caldos de cultivo arriesgados ante unas calles y un país polarizado.
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