La pelea Canelo vs. GGG 2 promete más agresividad y menos respeto que la primera
La pelea Canelo vs. GGG 2 promete más agresividad y menos respeto que la primera
Foto: Cortesía @caneloupdates
Por: Marco Gámez
Hace un año tras fajarse en 12 parejos asaltos ambas esquinas se consideraban triunfadoras. Luego, vino la escandalosa tarjeta de ocho puntos a favor del retador, la declaración de empate, los injustos abucheos contra el mejicano, pero, sobre todo, quedó la escena servida para una nueva confrontación entre Gennady Gennadyevich Golovkin y Saúl “Canelo” Álvarez.
Sin lugar a dudas este par de contrincantes del peso mediano han dado nuevos bríos al boxeo desde 2016 y el invicto kazajo, a pesar de no ser carismático, tiene que estar ya incluido entre los grandes de la división, aunque sea por su número de defensas exitosas, cifra que también es controversial.
Debido a los nuevos cetros que las organizaciones pugilísticas han llamado interinos, intercontinentales, etcétera, hay quienes sostienen que GGG tiene solo 15 defensas al hilo, otros apuntan que ya anda en las 20. Independientemente de la óptica con que se comulgue en este aspecto, el actual monarca de la AMB, CMB y la IBO ya se ganó un lugar junto a los legendarios Bernard Hopkins, Carlos Monzón y Marvin Hagler, por haber retenido su cetro en más de 12 ocasiones.
Por su parte, también es innegable que el tapatío gracias a su buena defensa hizo un primer combate mucho más lucido de lo que algunos analistas pronosticaban. A pesar de su falta de agresividad, en particular en los rounds intermedios, Álvarez dejó un grato sabor en la fanaticada del boxeo y sembró esperanzas de que puede ganar el rematch.
Lamentablemente, más tarde, vino el episodio de la suspensión por consumo de sustancias prohibidas que le ha restado brillo a su imagen y que permitió que el respeto tan observado hace 12 meses se haya perdido por completo.
Antes de ese combate las ruedas de prensa, las giras promocionales y cuanto entrevista concedían destilaba que ambos protagonistas reconocían el profesionalismo y virtudes del otro. No hubo gritos, ni intentos de irse a las manos, ni shows baratos en esas actividades pre combate.
Sin embargo, luego de escucharse el veredicto de empate, el equipo de GGG, en especial su entrenador Abel Sánchez, irónicamente mejicano, insiste en que Álvarez ha sido beneficiado en todos los aspectos y que esa puntuación abultada a su favor, su consumo de clembuterol y hasta la forma de colocar el teipe en sus puños solo han servido para manchar la imagen del boxeo. Los integrantes del Team GGG comentan que son evidentes las marcas de inyecciones en el cuerpo del peleador de 28 años.
De hecho, para esta segunda refriega los representantes de Golovkin consiguieron que cada peleador use los guates de su preferencia y no los que pidió el Team Canelo, y que los himnos nacionales sean interpretados al inicio de la cartelera, es decir unas cuatro horas antes de que estén los dos gladiadores en el entarimado, evitando así el factor psicológico que significará la gran cantidad de mejicanos que asistirán para apoyar a su compatriota entonando su canción patria como antesala musical.
Ante esta nueva realidad, las ansias o hasta la necesidad de un nocaut o una victoria contundente dejan la escena servida para mucha agresividad este sábado 15 en el cuadrilátero del T- Mobile Arena en Las Vegas.
El juego de las estrategias
A los 36 años, GGG es considerado hoy el mejor boxeador profesional libra por libra y su récord invicto respalda esta premisa, 38 triunfos, un empate, 34 victorias por la vía rápida es lo que señala su hoja de vida.
Trabajó con jabs a Canelo toda la noche hace un año, pero lamentablemente no lo pudo conectar con su explosiva derecha. Tampoco logró cortar cuando el mejicano se le escabullía por los lados, pero definitivamente en los rounds intermedios obtuvo la ventaja que parecía obligar al mejicano a buscar un nocaut en los tres rounds finales si quería salir con la mano en alto. Labor que, a pesar del cansancio del monarca, siempre luce cuesta arriba por su granítica mandíbula.
Indudablemente la actuación de Álvarez hace 12 meses, y desde entonces no ha peleado, fue una obra maestra de estrategia. Siempre ha sido considerado un excelente castigador al cuerpo de sus oponentes. Este factor volverá a ser clave. Además, supo dejar espacio a su espalda para esquivar, escapar, cuando Golovkin lo presionaba. Supo pelear al contraataque y lanzó certeros y técnicamente perfectos uppers y ganchos.
El ahora inexistente respeto se observó, otra vez, cuando Golovkin siempre trató de quedar bien plantado ante los contragolpes del azteca quien exhibe marca de 49 satisfacciones, una caída y dos peleas tablas. Al igual que su oponente anda tras su nocaut número 35.
¿Qué esperar?
Ya ambos se conocen. Canelo dominó los primeros y los últimos rounds. GGG sabe que necesita ser más consistente durante los tres minutos de cada vuelta.
Álvarez es ocho años más joven, pero suma 12 meses inactivo. Volverá a depender del ataque al cuerpo que tan buenos resultados le dio para disminuir la fuerza de su rival. Se apoyará en su buena defensa y en ver si logra castigar con un upper decisivo. La pelea en el centro del cuadrilátero le favorece. Ya usó sus golpes más fuertes y no logró tambalear al campeón de las 160 libras
Golovkin, quien para más controversias es número 1 en la clasificación de la revista The Ring, pero no es reconocido por ella como campeón, saldrá a definir temprano. Necesita combinaciones al cuerpo y al rostro de Álvarez para lograr su objetivo. Su jab le sirve como Plan B si el combate se prolonga, pero en cualquier caso debe aplicar todas las correcciones, que seguro ha hecho, para evitar el gran juego de pies del norteamericano, piedra angular en su defensa.
Este sábado se verá quién es capaz de aplicar en el cuadrilátero la resistencia y el poder en los que seguramente llevan meses trabajando. La diferencia la marcará quien esté más dispuesto a arriesgarse sin importarle las consecuencias, quien se atreva a lanzar un golpe más en el momento decisivo, sabiendo que si falla puede quedar a merced del rival. Ambos se consideraron ganadores en aquella noche, pero los jueces dijeron otra cosa. La única cura para ese trago amargo es ganar la segunda pelea y si es posible por la vía rápida, aunque a los organizadores no les desagrada la idea de que sea tan buena esta continuación que se imponga un tercer capítulo, especialmente si logran superar los 1.3 millones de ventas en pagar por ver de 2017, teniendo en cuenta que en 2018 el costo de cada una es de $85.
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