CAIGA QUIEN CAIGA : MI GUERRA PERSONAL…
CAIGA QUIEN CAIGA MI GUERRA PERSONAL…
Si me preguntan cómo hacer para aguantar esta terrible situación, les cuento lo que hago. Tal vez no sea el mejor ejemplo, sin embargo a mí me ha resultado. Venezuela, La Alemania Nazi
Me imagino viviendo en la Alemania nazi, o en algún país europeo invadido por ellos. Nuestros gobernantes siguen al pie de la letra la cartilla Cubano-Castrista. Es la misma de los nazis, con distintas maneras de decirlo. Copiaron su música, sus himnos, sus camisas, sus símbolos. Sus frases: La revolución de los mil años. Los nazi como los enchufaos-chavistas, no padecen, no sufren. Viven aislados. Hacen de su justicia, de su ley, la de todos. Su versión de los hechos es la real. Las otras son falsas. Productos enviados de Washington o del imperio. Son como El Príncipe de Machiavello y para ellos, el fin justifica los medios.
La oposición venezolana, toda en su amplio espectro, no comprende que el enemigo es mortal. No es el enfrentamiento con un gobierno o con un grupo de asalariados-beneficiados, llamado PSUV o impropiamente “Bloque de la Patria”. La lucha es contra todo un SISTEMA.
Muchos desde el exterior, que se fueron en el 2002, o antes incluso, intentan comprender. Ponerse en la piel de las personas que tienen que sobrevivir a una guerra, lo cual es prácticamente imposible. El que no lo ha vivido o el que no ha estado cerca nunca sabrá cómo nosotros, los que aún vivimos aquí, el intento de resistir a los conflictos.
Ya no es simplemente sobrevivir. Seguir con vida significa torcer el rostro al sufrimiento. Cada uno tiene una historia.
En medio de esta GUERRA, estamos privados prácticamente de todo. Somos blancos de ataques indiscriminados, muchos intencionales. Para adquirir cualesquier bien o servicio, debemos padecer largas colas y soportar la discriminación de quienes con un carnet de policía, de diputado, del PSUV, no la hacen y quieren excluirte del fruto de los recursos de la patria. La mayoría de los muertos, gracias a las raciones de PATRIA, son personas no militantes en partidos.
La ayuda humanitaria es una necesidad. Mañana será imposible por el peligro que correrán quienes vendrían a ayudarnos.
NO SE VAN, HUYEN DE NICOLAS
Huir del país no es irse y la mayoría lo hace para SEGUIR CON VIDA.
Si ven los campos de las fronteras con Venezuela, observaran el hacinamiento. Similar al de muchos refugiados sirios. En 500 metros cuadrados, casi 50 mil personas que salen despavoridos. Es decir, unos 10 metros cuadrados por persona. Pregunten como cumplen con sus necesidades. Como se hidratan. Un baño para unas 50 personas. 15 litros de agua para cada persona, si tienen suerte. Poca comida. La situación es terrible. No permite el gobierno de Venezuela que se conozca, ni el país que recibe los refugiados. Muchas cosas suceden en ese tránsito, obviando lógicamente los que se han ido por compra de pasajes en autobús, avión o barco.
Ante esto cada ciudadano en Venezuela, su único plan es “liberarse a sí mismo”. No buscan otra cosa.
Recibí en frontera testimonios muy serios, resultando imposible tener fotografías o vídeos.
Cada venezolano vive su propia guerra. Yo vivo la mía. Sobrevivir es mi meta diaria. Mi causa. No cuento con más nadie sino conmigo mismo y con mis seres cercanos. Reconozco la necesidad de sumar muchos. La carencia de tiempo. La sobrevivencia me impide dedicarme a eso. Nadie lo hará por mí. Lo tengo claro. Yo no tengo la dicha de vivir en el Hotel Kristoff y tener electricidad, agua, comida, las 24 horas pero yo no sería el problema…sino los millones de venezolanos.
Como muchos he llorado al percatarme de esta destrucción. Quizá donde yo vivo, en Maracaibo, la cosa es peor. Estoy prácticamente viendo morir a Mi Vieja y no puedo hacer más nada. Entre lo costoso de sus medicinas, dormir ella bajo 40 grados de temperatura, no poder darle la dieta que su enfermedad requiere, deambula mi mente. Yo mismo y mis padecimientos. Ver como el futuro de mi hijo menor esta truncado.
No tengo tiempo para seguir lamentándome es verdad y por eso, debo buscar salidas.
Así como yo muchos.
Valoro el esfuerzo de los exiliados, solo que algunos son muy bocones al juzgarnos. No es fácil. La bóveda del miedo invade todo. Hoy convocamos una simple protesta de medios y casi ninguno de los comunicadores asistió. Después critican a los líderes de los partidos. El gobierno nos envió, a unas diez personas que asistimos, unos 300 Guardias Nacionales y unos 50 policías. No al mismo tiempo. Pasaban. Iban y venían. Los miraba y pensaba: A ellos no se les va la electricidad. Tienen la despensa completa. Medicinas. Todo.
No sé, si vale la pena seguir haciendo esta columna.
Confieso mi decepción. Hoy gente de la propia oposición, convocó en paralelo una rueda de prensa para decir lo mismo que hemos venido diciendo nosotros y que ellos, hoy, por miedo a ser desplazados, se atrevieron a decir. Lo nuestro no tiene tinte político. Solo queremos soluciones.
Es mi guerra personal y eso está mal. Debiera ser la de todos. Debo asumirla así y tratar de ganarla, prevaleciendo. Manteniéndome. No tengo una Fundación que me financie. Quizá deba hacer una pero no tengo ni idea de como lograrlo. La comunidad internacional le invierte millones de dólares a muchos que no hacen nada para ganar esta batalla. Quiero creer que no lo saben, que no supervisan.
Con la muerte de la tarde llega la sombra. Nuevamente no hay electricidad. Debo literalmente “parir” para enviarte esta columna. Mi familia eternamente me ruega que abandone. He perdido casi todo lo que tenía de valor. Cerrado más de 30 veces. Vetado en los medios y sigo ¿Por qué? Soy necio lo reconozco. Terco y muy viejo para cambiar de ideales. Seguiremos CAIGA QUIEN CAIGA, sea gobierno y también oposición. La verdad no puede tener preferencia. Lo de hoy fue catarsis, confesión. Póngale usted el nombre, al escrito de un hombre que no se cansará de soñar con una Venezuela Libre…
Posdata: ¡Ey! ¿Quién me regala megas o un internet satelital? Jajajaja Feliz día.
Opinión Mi guerra personal…, por @AngelMonagas
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