Venezolanos no tienen oportunidades en su país
El quiebre de la convicción es producto de las pésimas condiciones en el entorno
Seguridad, salud, educación y alimentos son elementos básicos para hacer sostenible y civilizada una sociedad
Crisis humanitaria -hambre, desempleo y pobreza- sumado a intereses políticos son la fórmula perfecta del desastre en un país
“Me vería como un hombre indigno, si fuere capaz de asegurar lo que no estoy cierto de cumplir”. Simón Bolívar.
Desde hace tiempo los venezolanos nos preguntamos, dónde nos quedamos, qué nos pasó y cuándo despertaremos para hacer lo que dejamos de hacer, es decir, ésos sueños y esas metas no logradas, o simplemente nos preguntamos, qué pasó, por qué no lo hicimos, y la respuesta: SIEMPRE ES CULPAR A OTRO POR LO QUE DEJAMOS DE HACER.
Siempre hago referencia a mi país, un tanto por sus costumbres, sus lugares y valores, pero les voy a decir por qué, muy simple, lo recorrí, lo paseé, lo degusté, lo disfruté y jamás sentí la necesidad de dejarlo, todo lo contrario, me aferré a la idea de que somos lo que sentimos por el lugar en el cual vivimos.
Cuando estudiaba en la universidad, como muchos, disfrute de ser aventurera y osada; viajaba, estudiaba y me divertía, no fui suma cum- laude, sin embargo, fui una estudiante que consiguió entender que pasar por la universidad es sentir la pasión de quien ama lo que hace con regocijo, y eso fue lo que me identificó con lo que actualmente hago.
Al salir de allí las energías fueron muchas y las oportunidades múltiples, se podía escoger a dónde ir y dónde vivir, lo más interesante es que sobraban lugares para ejercer con gusto la profesión, claro está con la competencia profesional infaltable, más no imposible de alcanzar.
La cuestión es disfrutar y vivir con la emoción natural de existir por una razón importante e inexplicable. Y es que esas situaciones, cada una de ellas nos enseñan cómo seguir, porque no todas son felices, muchas de ellas tienen altos grados de dificultad, y aunque nos repitamos “si puedo”, nos doblegamos al temor de “podré lograrlo?”, eso sí, sin saber que puedes caer, pero con la convicción de que tenemos y podemos levantarnos.
Es que levantarse implica muchas sensaciones de vida, llorar, deprimirse, sentirse fracasado, abandonado, triste, sólo, malo, perdido, equivocado, rechazado, exitoso, sobrado, maravilloso, hermoso, despechado, y me quedo corta ante muchas emociones más que nos complementan y que sin ellas no podríamos definir qué tipo de ser humano somos.
Lo mejor de todo es que nunca logramos establecer lo que somos, porque eso se consigue después de haber vivido muchos años, y a éso un tanto breve pero complejo, es lo que le llamo vivir.
Qué es vivir en estos momentos
Una sociedad civilizada no debe pensar en sobrevivir sino en convivir.
Se debe tener en cuenta los innumerables elementos que de forma nada convencional se manifiestan en Venezuela, porque hay que ser claros, cada región o país tiene características a las que los humanos nos adaptamos, ya sea por clima, costumbres, valores, políticas y sociedad, en sí misma. En fin atendemos a complementarnos con las circunstancias que nos rodean y eso nos hace identificarnos con el entorno, es decir nos adaptamos y aprendemos a manejarnos en cualquier contexto.
Sin embargo, qué pasa cuando los situaciones se tornan hostiles, sin puertas de salida, posibilidades de cambio o mejoras, y sin condiciones para la sobrevivencia. A mi parecer, es comprensible la reacción del ser humano a defenderse cuando se siente atrapado o rodeado, ya que analiza el panorama y toma determinaciones de autodefensa, con la meta de salir airoso con tal de sobrevivir. Así se siente el venezolano en su territorio, obligado a salir por alguna puerta con tal de evitar ser arrastrado a la pobreza extrema.
Qué pasó con la clase media
La clase media era un sector de la población que se mantenía en excelentes condiciones y disfrutaba de los logros obtenidos por el trabajo, poseía lo que sus esfuerzos le permitían, y con todo ello, conseguía mantener un grupo familiar de 5 y hasta 6, sin problemas; estudiando en colegios privados o públicos, permitiéndose cubrir sus necesidades con holgura, vacacionando las temporadas establecidas, recreándose cuando lo deseara, y sobre todo dándose caprichos dónde y cuándo quisiera.
De acuerdo a los especialistas en materia de estudio de la sociología, es decir de la sociedad, la clase media, viene a ser la pieza más importante del motor de un país, porque es el sector que cubre espacios laborales de importancia, genera competencia en el ambiente laboral y son los profesionales emprendedores que multiplican esfuerzos para independizarse económicamente, lo que significa que mejoran el aparato productivo de un país, por su capacidad de inventiva para desarrollar empresas nuevas que mejoren la calidad o condiciones de las ya existentes.
Por qué desmejorar las condiciones de vida
Si evaluamos un tanto por la experiencia personal no requeriremos de un estudio profuso para comprender qué cambió nuestra condición, llevémoslo como un ejemplo micro, y así poder entender lo macro del problema.
“Una familia constituida desde hace 17 años logró consolidarse económicamente por el trabajo conjunto de la pareja, ambos trabajan devengan sueldos que permiten la sostenibilidad del nuevo hogar, inicialmente sin hijos, pero les permite establecerse objetivos para comprar casa, carro, y tener los elementos básicos para convivir en armonía.
Luego de concretadas las bases del hogar, en conjunto, llegan los hijos, y con ellos mayor demanda de requerimientos, que si se organiza de forma planificada se obtiene el equilibrio adecuado, y no por ello se dejan determinados placeres que alimentan el alma y amor familiar.
Seguido a tener un tanto de equilibrio económico en el grupo familiar de 4 aproximadamente, se buscan mejores opciones laborales para aumentar los recursos y ofrecer mejoras en la calidad de vida, y es allí donde las motivaciones sucumben ante el deseo de emprendimiento, que no es más que el interés de vernos a futuro, en un ambiente de seguridad y tranquilidad, producto de los esfuerzos logrados en el trayecto de nuestra vida.
Es esta clase media la que construye nuevas microempresas para apoyar a las macroempresas, aportando creatividad e innovación en la generación de nuevos productos y materia prima, lo que conlleva a ampliar el margen de empleos en la sociedad, crear una mano de obra capacitada, acorde a las exigencias laborales. En suma se multiplican los recursos y se desarrolla un país, vinculado a la profesionalización, el estudio, los valores familiares y sobre todo la motivación al emprendimiento del ejemplo que aporta un sector de la sociedad en constante movimiento, donde las oportunidades existen para quienes deseen esforzarse y trabajar. Estas condiciones no discriminan a nadie, sólo al que no entienda que con sudor se obtiene lo que se desee.
De esta manera se consigue la fusión entre sociedad y país, conjuntamente trabajando por el desarrollo y una economía sólida, en la cual se pueda desempeñar el trabajo con dignidad y seguridad. Pero esta descripción de lo que fue “mi Venezuela”, se perdió entre los intereses personales de grupos que ideológicamente manipulan a un sector alimentado con ideas discriminatorias.
EL AHORA
Para un venezolano seguir en su país y sobrevivir a la severa crisis está recurriendo a vender sus pocos activos y así mantener su estatus de vida. Se viene deteriorando un colectivo que tenía esperanzas en un futuro de tranquilidad y seguridad, pero que ahora debe depender de una dádiva de un sistema que no acepta sus errores, ni mucho menos se interesa realmente por la pobreza de su pueblo.
Amanecerá y veremos!.
Venezuela albergó a peruanos que escaparon de la pobreza en el Perú.
Hoy en día Perú corresponde a esa generosidad venezolana del pasado.
Nada es eterno. Todo tiene su final, nada dura para siempre.Fuerza Venezuela.
Lamentablemente los que gobiernan nos llevan a veces al precipicio. En Perú en estos precisos días estamos afrontando un terremoto político debido a la gigantesca corrupción jamás antes vista. Ojalá salgamos pronto de esta situación porque podríamos retroceder todo lo avanzado.