Qué pasó con los billetes en Venezuela
La incertidumbre de los venezolanos ante las carentes respuestas del Gobierno y el Banco Central de Venezuela, referente a la desaparición del efectivo y el poco volumen de billetes del nuevo cono monetario, que se ha entregado de manera intermitente desde el pasado 2016, son un factor del deterioro de la economía en el país.
Sumado a esto, la plataforma tecnológica que permite el uso de los puntos de venta en comercios está severamente afectada por las constantes fallas de comunicación con las entidades bancarias que los soportan.
Los consumidores y comerciantes, se las ven «negras» a la hora de efectuar transacciones a causa de las dificultades con los puntos de venta, por lo cual se ven en la obligación de establecer mecanismos alternativos para las compra-ventas en cualquier establecimiento, así lo confirman dueños de pequeños abastos y bodegas de diversos sectores de la ciudad de Barquisimeto.
Aunque el malestar a la hora de comprar es prominente, la colectividad ha asumido una postura de resignación ante la inminente problemática y se decide a hacer la cola necesaria para esperar «a ver si pasa la tarjeta por el punto», lo que es resaltante en todo el comercio en general, donde es observable la cantidad de persona en cola por no tener «tampoco efectivo para la compra».
Reciente se efectuó el pago correspondiente a la pensión de las personas mayores, y en las entidades bancarias entregaron como forma de pago los recien salidos billetes de 100 mil bolívares, de manera que los «viejitos», recibieron sus dos billetes para resolver sus necesidades, más cuál no sería la sorpresa que la mayoría tuvo que enfrentar la dificultad de conseguir quien les recibiera los billetes en pago, ya que se carece de suficiente papel moneda para entregar vueltos.
Por otra parte, se pudo conocer que «los vivos de la partida», quienes se apostan en las colas de los bancos se encargaron de engatusar a las personas mayores quitándoles un porcentaje a cambio de recibir billetes sueltos, es decir estafando a los más necesitados.
Declaraciones de afectados coinciden constantemente: “Cada vez que tengo que ir al banco a cobrar la pensión es una odisea para mí. En ocasiones me dan mucho menos de lo que vengo a buscar o cuando intento sacar por el cajero no hay. Honestamente cada día me siento más desesperada porque el dinero no me alcanza, el efectivo se me escurre entre las manos y mi calidad de vida es peor en este momento, cuando se supone que debería estar más tranquila”. Esta ha sido la experiencia de Ana María Lara, una pensionada que vive las dificultades por la falta de efectivo que se ha venido agravando en los últimos meses.
El pago de utilidades, bonificaciones especiales y demás contribuciones a los trabajadores, propias de los últimos meses del año, se han convertido en detonantes que han agudizado el grave problema de efectivo por el que atraviesa el país, que ni la entrada del nuevo cono monetario o la implementación del Pago Móvil Interbancario han podido solventar.
“Estudiosos en la materia aseguran que oficialmente se comenzó a sentir en octubre, pero el comportamiento hiperinflacionario está presente desde muchos meses antes (…) Venezuela viene manifestando amenazas de hiperinflación desde hace tres años y ya para 2016 cerramos con una posibilidad real. La grave escasez de efectivo ocurre, en parte, porque no se está produciendo las piezas monetarias en el país y se están importando; además el Estado se encuentra realizando los pagos de manera inapropiada, entonces no se ha entregado en los lapsos correspondientes la oferta monetaria que se solicita”, y así como lo señalan especialistas, economistas y conocedores de la materia, el común denominador de los venezolanos lo entiende y se molesta ante la indiferencia de un Gobierno que obsecado no asume responsabilidades ante lo generado por políticas erradas.
“Si bien el gobierno propone emigrar a las transacciones electrónicas, estas no son en este momento una solución debido al colapso de las plataformas, en principio porque desde empresas como la estatal Cantv no se está invirtiendo en adecuación tecnológica. Eso hace que el internet sea muy lento, por lo tanto las comunicaciones no sean estables“
Recuperar el aparato productivo
El analista financiero José Ignacio Guarino detalla que el fenómeno económico que estamos viviendo en Venezuela es bastante complejo “porque cada día tienes menos oferta de bienes y servicios, por supuesto la demanda supera la oferta, y esto hace que haya presión sobre los precios y sobre la cantidad de dinero necesaria para las transacciones más vitales”.
“Los incrementos de precios en Venezuela no son sencillos de asimilar. Por ello es necesario que haya productividad en el país, necesitamos un aparato productivo que funcione. Si el país no tiene una política monetaria coherente es muy complicado que puedas calcular cuántas serían las piezas necesarias para poner a funcionar la economía”, explica.
Guarino advierte sobre la importancia de aplicar un plan de estabilización económica. “Con estas distorsiones existentes es utópico hablar de cuántas piezas son indispensables para el país. Venezuela necesita un verdadero ajuste macroeconómico, que no sea satanizado desde ninguno de los actores políticos”.
Con la puesta en circulación del billete de 100 mil bolívares, y su escaso poder adquisitivo, Guarino detalla que el reto está en fortalecer la capacidad del ciudadano poder acceder a productos y servicios.
“Más allá de un cambio en la denominación de los billetes el país demanda un fortalecimiento del poder de compra de esa pieza para poder corregir esas distorsiones. Si no se hace entonces tendremos que vale más el papel moneda que la unidad de cambio que representa ese billete. Lo primero que debe suceder acá es parar la impresión de dinero indiscriminada que tiene actualmente el BCV que no es más que dinero inorgánico”, acota. (tomado de El Tiempo.com.ve) -Rafael Farías.
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