ACRECENTARÁ CRISIS SOCIO ECONÓMICA ANTE INICIO DE ACTIVIDADES ESCOLARES
La múltiples labores que se ven involucradas con el inicio de las actividades escolares representan una seria preocupación para la mayoría de los venezolanos, quienes no ven aspectos positivos en las decisiones gubernamentales ya que no hay merma en la severa crisis inflacionaria que se vive en Venezuela.
Desde el pasado mes de agosto el comercio en general, en los diferentes puntos del país, no ha sido frecuentado con regularidad a consecuencia de la falta de suficientes recursos monetarios, los cuales sólo van dirigidos a comprar alimentos, así lo manifiestan ciudadanos de calle que entran a establecimientos a ver precios para determinar «qué se debe o se puede comprar, con lo poco que se gana o que se tiene en la cuenta bancaria», porque la falla de papel moneda está acrecentando el problema.
La denominada hiperinflación, negada por el Estado, desmejora la calidad de vida del venezolano, quienes insisten en conseguir precios competitivos en los comercios y establecimientos locales, sin embargo, el incremento desmesurado, día a día, genera malestar ante factores que se suman a los elevados precios de los productos de consumo diario.
Los precios de los productos de la cesta básica alimentaria para un grupo familiar de 4 personas, exceden el millón de bolívares, siendo el salario mínimo de un valor integral por trabajador de 250.531 bolívares, es decir, salario en 97.531 bolívares (1! de julio de 2017) y el ticket de alimentación a 153.000 bolívares.
Bajo esta premisa, la ciudadanía se presupuesta un gasto «imposible de cubrir, dados los elevados precios de alimentos, servicios públicos y médicos -de ser requeridos-, sin tomar en cuenta prendas de vestir o calzado, porque para nada de éso alcanza el dinero», expresó un encuestado.
Surgen situaciones inverosímiles con respecto al gasto de bolívares, en productos de elevados costos por los que se accede sometiéndose a largas colas, a fin de obtenerlo, como en el caso de la margarina de kilo, la cual tiene un precio de 8.500,00 bolívares, pero que consiguen comprar hasta 3 unidades, es allí donde parte del colectivo asiente negativamente, ya que estos productos son buscados por bachaqueros y revendidos.
Otras opiniones aclaran que los denominados bachaqueros son la misma ciudadanía en busca de alternativas que permita mejorar sus ingresos familiares, de por sí bajos en cuanto a salario, el cual se ha convertido en un modo de vida del venezolano que tristemente agrede a la misma ciudadanía.
Aseguran los conocedores en materia económica que mientras el sistema de gobierno no establezca medidas viables y serias contra la escasez, que además involucre a las empresas privadas, no habrá posibilidad de bajar los indices inflacionarios.
Añaden muchos entrevistados sobre la necesidad de que surja la competencia y oferta de los productos, y para ello debe incluirse a verdaderos inversionistas en el mercado venezolano privado, porque con ello se mejoraría la calidad de vida de los venezolanos, al aumentar el mercado laboral. Asimismo, al generar productividad daría espacio a un comercio estable en una comunidad desestabilizada por las fuerzas del «bachaqueo».
Igualmente, desdeñaron sobre la pésima actuación de los cuerpos de seguridad dedicados a extorsionar a los pocos comerciantes que «intentan mantenerse en este caos gubernamental, ya que hay medidas que les permiten abusar de su rango e impedir el libre tránsito para el transporte de productos de cualquier tipo, así cuenten con toda la reglamentación y permisología legal». «A esto es lo denominamos impunidad por parte del sistema de gobierno que goza de suficientes instrumentos de control pero no respeta las normas y somete al comerciante», destacó un comerciante que prefirió no identificarse por temor a represalias.
Cabe destacar las diversas denuncias por parte del colectivo -pueblo-, y el empresariado acerca de los abusos de poder de las Fuerzas Armadas -encargadas de administrar y regular la movilización y permisologías en comercios y mercados mayoristas-, quienes se han lucrado por ser los que pueden facilitar los accesos, fomentando la corrupción y el caos interno en el país.
PROBLEMAS FINANCIEROS ESTÁN A LA MANO
(Información tomada de El Cooperante, página web.)
Las sanciones aplicadas la semana pasada por Estados Unidos están recortando aún más el escaso acceso del Gobierno de Nicolás Maduro a los mercados financieros, en una situación que ya está golpeando las operaciones regulares de la estatal Petróleos de Venezuela y la capacidad de la nación de cumplir con sus obligaciones de deuda.
De acuerdo con El diario El Nuevo Herald la situación está llevando al Gobierno venezolano a redoblar sus esfuerzos para tratar de convencer a China y Rusia a que le ayuden a conseguir nuevos fondos para cubrir los $3,600 millones en vencimientos que debe pagar a partir de mediados de septiembre.
“Se está tornando cada vez más difícil hacer negocios con instrumentos de Venezuela. Los precios de los bonos, los flujos y los volúmenes de operaciones con esos bonos se están extinguiendo porque todo el mundo está temiendo un próximo anuncio”, declaró Russ Dallen, socio gerente de Caracas Capital Markets, quien es una de las voces más escuchadas por la Casa Blanca y el Congreso de Estados Unidos. “Se están convirtiendo en una papa caliente, y nadie quiere ser el último que se quede con ellos”,agregó.
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