La Enfermedad de Parkinson, una mirada diferente
La Enfermedad de Parkinson, una mirada diferente
La enfermedad de Parkinson es la deterioración de los centros nerviosos del cerebro, especialmente en las regiones que controlan los movimientos. Aparecen temblores que suelen afectar las manos y la cabeza, afecta a los ganglios basales, causando trastornos del movimiento, temblor de reposo, rigidez muscular y lentitud en los movimientos voluntarios. Los ganglios basales juegan un rol fundamental en el control de la postura y el movimiento, pues son los responsables de la ejecución automática de circuitos motores propiamente aprendidos. Investigadores de la Universidad de Aarhus en Dinamarca y el Hospital Universitario de Aarhus han dado un paso importante hacia una mejor comprensión de la enfermedad. El Parkinson puede comenzar en el tracto gastrointestinal. Una nueva investigación indica que la enfermedad de Parkinson puede comenzar en el tracto gastrointestinal y propagarse a través del nervio vago al cerebro. Y el sistema digestivo o gastrointestinal es muy bien conocido como el “cerebro” del cuerpo.
Al temblar, es porque se siente o ve un peligro que amenaza al individuo o una persona querida; bien el temor a perder el control, la inseguridad o la impotencia de progresar en la vida. También se puede haber vivido un traumatismo: un abuso o dificultades que dejaron huellas y frente a las cuales se viven sentimientos como: pena, frustración, culpabilidad, rabia, depresión que llevan al agotamiento, al desánimo y a querer huir en vez de enfrentarse a ellos y resolverlos. Se da una autodestrucción lentamente, generando la deterioración de la función nerviosa actual. Una impotencia al nivel de la motricidad de miembros superiores, tiene su origen muy frecuentemente en una situación que se vive en la cual se ha querido rechazar a una persona, una cosa o un acontecimiento o, al contrario, se quería retener y se ha incapaz de ello, física o moralmente. Si están afectados los miembros inferiores, es con piernas y pies que hubiese gustado rechazar o volver a traer a sí la persona, cosa o acontecimiento de referencia. Es como huir literalmente de esa situación por la cual se siento desbordado y que se percibe sin salida. Asumir y aprender a controlar la vida propia y no la de los demás, confiando en la Vida y decirse que se merece vivir. Desde la BioNeuroEmoción, los enfermos de Párkinson son personas que quieren controlarlo todo y no pueden, o, personas que han sido rechazadas. El Párkinson se relaciona con situaciones conflictivas en la que hay una doble contrariedad en el movimiento: querer solucionar dos cosas al mismo tiempo, o querer hacer algo y no poder, si bien porque se prohíbe o por autoimposición. El Sentido Biológico es dejar de controlar la acción cuando no se tiene claro cómo actuar. Esta enfermedad se manifiesta en la persona que tiene miedo de no poder retener a alguien o a algo; por esta razón, comienza en las manos. El enfermo es una persona rígida que desde mucho tiempo atrás se ha reprimido para ocultar su sensibilidad, su vulnerabilidad, su ansiedad y sus temores, sobre todo en sus momentos de indecisión. Su mayor deseo era controlarlo todo y ahora su enfermedad le dice que ha llegado a su límite y que no puede hacerlo, ni para sí mismo ni para los demás. Su sistema nervioso se ha cansado de mantener toda esa tensión interior que él creó para ocultar todo lo que sentía.
Por ser una enfermedad que evoluciona lentamente, la persona afectada tiene la oportunidad de detener o revertir el proceso. Es útil confiar más en el Universo y en quienes nos rodean. Revisar las ideas con respecto a ceder ante los resultados que se obtienen y los de los demás. La parte interna, aquella que cree que uno y los demás deben contenerse para que todo sea perfecto, está saturada y cansada. Ayuda admitir el derecho de no ser perfecto, de estar indeciso e incluso de equivocarse. De este modo es más fácil darle ese derecho a los demás. De la misma manera, aceptar la idea de que es muy humano tener miedo y de que no se puede ser una persona perfecta que se cree debe ser. Al conocer y admitir la creencia o manera de pensar que impide ser lo que se quiere, lo primero para transformarla es aceptar la necesidad de creerla, y establecer un contacto con el niño que se lleva adentro, luego preguntarse si aún se necesita esa creencia para ser feliz. Cada quien gobierna su propia vida, de modo que se puede continuar con las mismas creencias, y es posible de que eso sea lo que funciona para esa persona, pero si se quiere cambiar, hay que hacer las cosas de manera diferente, verificar a nivel interior qué se puede hacer de manera diferente para iniciar el camino de la sanación. Cuando en lo más profundo se sabe que no se quiere seguir creyendo en lo mismo, no queda más que realizar las acciones necesarias para manifestar los de deseos y permitirse ser quien se quiere SER
Como coadyuvante en el proceso físico se puede incorporar la Mucuna Pruriens de la medicina ayurvédica, Vitamina B6, para alimentar los nervios y al sistema nervioso central, vitamina C por sus poderes antioxidantes, Vitamina E que protege las células del cerebro, incrementar la ingesta de grasas saludables, como Aceite de Coco, Aguacate, Alphas y Omegas, Co-enzima CoQ10 y Ginkgo Biloba. Siempre consulte con su médico.
Nahir Duarte – Médico MTC 832-372-5319 nahirduarte@gmail.com
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