En la última entrega de “De cara al mundo”, en Onda Madrid, contamos con la participación de José María Peredo, catedrático de Comunicación y Relaciones Internacionales de la Universidad Europea, quien hizo un análisis sobre la política actual estadounidense tras las elecciones de medio mandato que condicionan los próximos dos años de la legislatura de Joe Biden.

¿Está usted de acuerdo con que los norteamericanos han defendido la democracia frente a las ambiciones de Trump? 

No sé si frente las ambiciones de Trump, pero desde luego han defendido la democracia porque las elecciones se han producido dentro de la normalidad y lo han hecho dentro de una respuesta importante. La atmósfera de tensión que efectivamente sigue existiendo todavía en Estados Unidos no se ha trasladado a episodios de violencia, como los que vimos en las últimas elecciones presidenciales con el asalto al Capitolio. Por consiguiente, yo creo que el triunfo de la democracia está en el triunfo de la normalidad, ya solamente en la cuestión de que determinadas posturas, liderazgos y candidatos que se salían de manera voluntaria de esa normalidad democrática e institucional, que representan ese sector MAGA del Partido Republicano, no han salido en todos los casos fortalecidos ni elegidos.

¿Puede un país como Estados Unidos sobrevivir cuestionando los resultados, el método y con amenazas permanentes de unos y otros de comisiones de investigación? 

Es un déficit que la democracia vive en estos momentos en Estados Unidos y probablemente en otros países también. Creo que ha avanzado mucho la demagogia en esta década a través de los populismos, a través del “trumpismo” en Estados Unidos y de la radicalización de grupos de izquierda. Yo diría que eso ha hecho que la democracia sea más polarizada, con sectores que tienen menos respeto al funcionamiento normal de las instituciones.

Esas crisis se producen en ocasiones y por eso oímos hablar de términos como los de la restauración o reformas. Yo diría que son episodios que podemos observarlos en la historia en otros momentos de crisis producidas por otras situaciones, y que tienen vía de solución, en el caso de Estados Unidos. Esa solución pasa por liderazgos fuertes y pasa también por entendimientos y acuerdos en las zonas del centro, donde convergen el Partido Demócrata y el Partido Republicano, los sectores más moderados y los temas más importantes.

Y la independencia de la justicia. Ron DeSantis, gobernador de Florida, emerge como un posible candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos en 2024 y no tiene citas con la Justicia, que es quizá el problema de Trump. 

Hay que tener en cuenta que el camino que todos prevén de Trump en los procesos judiciales va a determinar claramente cuál es el futuro. Indudablemente en esa restauración de la normalidad pasa por que procesos judiciales no estén salpicando permanentemente no ya a Trump, sino a otros candidatos, si fuera el caso. Indudablemente la renovación de liderazgo, por eso digo también liderazgos fuertes, significa también liderazgos limpios, que es también importante en este momento.

¿Ve usted a Ron DeSantis como candidato a la presidencia de los Estados Unidos por los republicanos? 

Hoy desde luego sí. Reúne las condiciones, ha salido fortalecido y ha sido el testigo de un Partido Republicano que ha ampliado su horizonte electoral. Entonces es capaz de integrar también a esos nuevos votantes MAGA, pero por otra parte también parece que es una persona más equilibrada políticamente que Donald Trump y que otros candidatos de esa orientación.

Yo creo que tiene una serie de factores que son importantes. Ahora bien, también es producto del resultado de estas elecciones y también de la necesidad en ambos partidos de construir nuevos liderazgos, y además nuevos liderazgos presidenciales, porque en el caso de que Biden se presentara, como ha dicho, también habría que contemplar alguna sustitución.

Joe Biden no ha perdido, como perdieron otros presidentes, estas midterms pero ¿le será suficiente a Biden para poder terminar estos dos años de mandato e incluso pensar en ser el candidato de nuevo? 

No sé si les será suficiente. Hay que ver cómo estos dos años van a ser políticamente intensos y ver cómo esas generaciones de nuevos líderes calan en el electorado. Yo lo que sí veo es una contención de la polarización. No sé si podemos hablar de la reducción de la polarización, pero sí de una contención. Por tanto, si estos dos años mantienen la tendencia, a pesar de que Trump iba a hacer su aparición nuevamente, podemos encontrarnos con unas elecciones distintas a las presidenciales que vivimos en 2020. A lo mejor nos encontramos con unas elecciones distintas y Estados Unidos opta por borrón, cuenta nueva y nuevo líder. Esta es una nueva opción que Biden debe contar con ella.

La cuestión económica, que siempre ha sido muy importante en Estados Unidos, va a condicionar y mucho cuál es el futuro electoral tanto de unos como de otros. 

Mucho va a condicionar la situación económica, los datos en ese momento, teniendo en cuenta que la situación económica que recogía Biden, condicionada por la pandemia, había sido buena, y ese recuerdo también está. Pero también hay que tener en cuenta que va a tener una oposición importante en la Cámara de los Representantes. Alguno de los grandes proyectos del Partido Demócrata, ese New Deal, ahora se va a cuestionar desde el Congreso. Entonces Biden va a tener que actuar con pragmatismo, que es también una seña de identidad de los presidentes que se ven con esta situación, con las Cámaras en contra. No es nada nuevo, este concepto de pragmatismo viene a decir “yo tengo mi ideología, tengo mis principios, pero tengo que adecuarlos a las circunstancias que en este caso pasan por la mayoría republicana”.

Coordinador de América: José Antonio Sierra.