Comenzar este artículo sosteniendo que la transformación digital no versa sobre tecnología podría generar sorpresa o extrañeza. La razón de esta afirmación es nuestra creencia de que la transformación, la adaptación al cambio y la innovación tratan principalmente de personas, pues no existen tecnologías capaces de evolucionar una organización por sí mismas, sin contar con aquellos individuos que afrontan el cambio y tienen la voluntad de llevarlo cabo.

Sobre las espaldas de los directores de marketing ha recaído ahora más que nunca la responsabilidad de ser early adopters e impulsar la transformación de sus empresas, lo que ha provocado una necesidad de reinvención de su perfil profesional. A esto hay que añadir que la tecnología se transforma a su vez a gran velocidad y este avance acelerado ha acortado irremediablemente los tiempos de respuesta.

Si bien es cierto que este panorama presenta infinidad de desafíos, son más las oportunidades que se abren para quienes entiendan la importancia estratégica de la tecnología en sus funciones. Aquellos más disruptores, que sean capaces de integrar la tecnología en su día a día y aplicarla para cuestionar y reinventar los modelos tradicionales, estarán en condiciones de ocupar roles de altísimo valor añadido en sus organizaciones y de ser una de las puntas de lanza en la transformación digital de sus empresas.

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El nuevo contexto en el que nos encontramos nos invita a hablar de la importancia de afrontar de manera ágil la volatilidad y la incertidumbre del negocio, motivada por los cambios en el e-commerce, la descentralización operativa de la gestión de recursos o el contacto con los consumidores en un contexto post pandemia. Sin embargo, más allá de las oportunidades externas que se plantean, existen otras a nivel cultural y organizacional.

En este sentido, los directores de marketing requerirán una visión global de compañía, que promueva la colaboración interdepartamental, desdibujando las barreras tradicionales. La relación estrecha y constante entre departamentos, incluyendo por supuesto el de tecnología, será clave para ampliar las capacidades de innovación.

Aquí entra en juego el valor de la diversidad, es decir, la riqueza que aporta integrar la visión de distintos perfiles profesionales que comparten un objetivo común.

En paralelo, será imprescindible el desarrollo individual de cada uno de los miembros del equipo de marketing. De nada sirve un buen punto de partida con un equipo poco formado o resistente al cambio. El liderazgo no es un destino, es un proceso. Por eso es fundamental entender este cambio como una oportunidad y parte de un reto al que se enfrentan los directores de marketing a la hora de trabajar e inspirar a sus equipos a buscar nuevas formas de trabajo.

En resumen, la digitalización y las tecnologías de la información han evolucionado para ofrecernos un amplio abanico de soluciones, que contribuyen no solo en la mejora de la toma de decisiones y la reducción de la incertidumbre, sino también en la rapidez y agilidad a la hora de implementar las acciones o la gestión óptima de los recursos. A continuación, se describen algunas de ellas que los directores de marketing no deberían perder de vista en los próximos meses.

“La digitalización y las tecnologías de la información han evolucionado para ofrecernos un amplio abanico de soluciones, que contribuyen no solo en la mejora de la toma de decisiones y la reducción de la incertidumbre, sino también en la rapidez y agilidad a la hora de implementar las acciones o la gestión óptima de los recursos”
La democratización de la tecnología y la figura del Citizen Developer

El concepto de Citizen Developer es todavía poco común fuera de las culturas anglosajonas. Consiste en que, gracias a la democratización de la tecnología y al auge de las plataformas low-code y no-code, como Power Apps de Microsoft o Zapier, todas las personas pueden crear software sin contar con conocimientos de programación. Un hecho revolucionario que permite que el equipo de marketing pueda desarrollar sus propias aplicaciones de software, centrándose en el objetivo de negocio y no en las especificaciones técnicas.

La compañía de investigación Forrester afirma que este tipo de plataformas de bajo código o sin código tienen el potencial de hacer que el desarrollo de software sea hasta diez veces más rápido que los métodos tradicionales. Además, fomentan la productividad, pues el tiempo dedicado a la prueba y el desarrollo de aplicaciones disminuye significativamente.

Esta visión democrática del software permitirá a las empresas dar respuestas más ágiles a los cambios del negocio que se planteen, así como crear soluciones más flexibles. Del mismo modo, hará posible que el departamento de marketing no sea tan dependiente del de tecnología, quien tiene que solucionar las necesidades de toda la compañía y no siempre puede ofrecer una respuesta en los tiempos establecidos. Esto no significa en absoluto la ruptura entre ellos, sino una gestión optimizada y eficaz, pues el CMO colaborará con ellos en aquellas soluciones más complejas donde puedan aportar más valor.

“Esta visión democrática del software permitirá a las empresas dar respuestas más ágiles a los cambios del negocio que se planteen, así como crear soluciones más flexibles”

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Analítica predictiva: la tecnología es clave para anticiparse

Alzando la vista fuera de la organización, la digitalización está generando cambios profundos en la manera de conectar a las marcas con las personas. En un contexto en el que podríamos afirmar que el dato ya es considerado como el oro de la industria, la conversión, obtención y procesamiento de la información se han vuelto más importantes que nunca. Por ello, el director de marketing debe adaptar con rapidez las posibilidades que le brindan las nuevas tecnologías de la información en materias como la utilización del big data, la analítica, la híper segmentación o la automatización de procesos, y ser capaz de aplicarlas estratégicamente.

Pocos son los que se atreven a cuestionar que el consumidor de hoy es cada vez más exigente y consciente de su posición de poder en su relación con las marcas. Su expectativa de que las organizaciones con las que interactúa sean capaces de escuchar e identificar lo que espera de ellas está cada vez más interiorizada. En un mundo cada vez más centrado en el consumidor y sus necesidades, la capacidad para identificar tendencias, insights y nuevos comportamientos es fundamental y la incorporación de tecnologías predictivas es la clave para poder conseguirlo.

Con la ayuda de modelos de análisis predictivo e inteligencia artificial, las marcas tienen la posibilidad de conocer cada vez mejor a sus clientes y proporcionarles experiencias cada vez más personalizadas. Más aún, ya están contribuyendo a trascender el modelo tradicional que venía a tratar de explicar quién es su cliente en términos de edad, ingresos, educación o ubicación geográfica, para pasar a entender cómo se comporta, cuáles son sus intereses, qué quiere y sobre todo, qué va a querer en un futuro inminente.

El análisis predictivo utiliza la tecnología para aumentar la probabilidad de acertar en la predicción de lo que sucederá en el futuro. Todo. Desde lo que los clientes querrán, hasta cómo funcionará el mercado y las tendencias más importantes. El director de marketing juega, por tanto, un papel central para que sus marcas las adopten de manera creciente y consigan anticiparse y responder a las expectativas de sus clientes.

“En un mundo cada vez más centrado en el consumidor y sus necesidades, la capacidad para identificar tendencias, insights y nuevos comportamientos es fundamental y la incorporación de tecnologías predictivas es la clave para poder conseguirlo”
La era de la voz

Uno de los campos que mejor han sabido sumar y combinar la inteligencia artificial, el machine learning, el procesamiento del lenguaje natural y el reconocimiento automático del habla es el de las tecnologías de voz. Precisamente, por esa capacidad de integración orgánica ha conseguido lograr en un tiempo récord una velocidad de adopción por parte de los usuarios y de penetración en los mercados, como nunca antes se había visto.

Este salto tecnológico ha abierto la puerta a los asistentes virtuales y personales a través de múltiples dispositivos y permite que los interfaces conversacionales sean una realidad imparable, debido a la facilidad y naturalidad con la que estas tecnologías nos facilitan interactuar digitalmente. Gracias a este entorno emergente de voz y audio, las empresas y las marcas tienen la oportunidad de construir relaciones mucho más directas, relevantes, recurrentes y significativas con sus consumidores. Para ello es imprescindible entender cómo crear esos modelos relacionales basados en la voz entre empresas, marcas y clientes, que generen vinculación emocional por encima de la fragilidad y volatilidad del mercado.

Los directores de marketing tendrán que adoptar la tecnología de voz como parte esencial de su estrategia digital y de la relación de omnicanalidad con sus diferentes públicos, tanto internos como externos. Los casos de uso son prácticamente infinitos, aunque antes de comenzar a explorarlos es conveniente hacer un planteamiento estratégico de los objetivos que queremos conseguir mediante el uso de estas herramientas basadas en la tecnología de voz.

“Gracias a este entorno emergente de voz y audio, las empresas y las marcas tienen la oportunidad de construir relaciones mucho más directas, relevantes, recurrentes y significativas con sus consumidores”

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El reto de proteger y cuidar la marca en un entorno cambiante

A lo largo de los últimos años el brand safety se ha convertido en una de las principales preocupaciones para los anunciantes. En esta era en la que algoritmos y robots determinan dónde se insertan los anuncios y quién puede verlos, la pregunta era evidente: ¿la publicidad digital es un entorno seguro para mi marca?

Anuncios mal posicionados, noticias falsas, extremismo, contenido inapropiado… El abanico de riesgos es muy amplio y en función no solo de la actividad de cada marca, sino de su propósito, teniendo que evitar relacionarse con cualquier contenido que pueda entrar en conflicto con los valores de la compañía.

Las fake news, el contenido generado por el usuario o los cambios legislativos son factores que generan nuevos desafíos a la seguridad de las campañas y los contenidos de las marcas en Internet, revelando nuevos riesgos y oportunidades y obligando a los profesionales a adaptarse con rapidez para estar al día.

En este contexto es fundamental no perder de vista cuatro factores. El primero de ellos es la credibilidad, trabajar con partners transparentes y que prioricen los criterios cualitativos sobre los cuantitativos. El segundo es la calidad, construir la estrategia digital desde la visión global de la estrategia de comunicación de la compañía, sin perder de vista su propósito, atendiendo al largo plazo y apostando por contenidos y emplazamientos de calidad.

En tercer lugar, la confianza, apostar por entornos premium, medios creíbles y cercanos a sus comunidades, que aporten garantías sobre los contenidos a los que se va a asociar nuestra marca. Y, por último, los datos, que las consultoras y las marcas pueden utilizar para optimizar el rendimiento y garantizar la seguridad en todo el proceso. Hay que invertir en especialistas cualificados y herramientas avanzadas.

Tras repasar algunas de las tendencias más relevantes del momento, parece inevitable afirmar que las tecnologías de la información son y serán una gran palanca para impulsar a aquellos directores de marketing que no cesan en su búsqueda de nuevas fórmulas de conocimiento e innovación para afrontar el cambio. Sin embargo, los lectores que hayan llegado hasta aquí quizás se estén preguntando: ¿y por dónde empezamos?

Hay cientos de respuestas válidas, pero aquí va nuestra propuesta: por caminar acompañados del mejor talento y de partners de confianza, que entiendan la naturaleza de las organizaciones y su contexto competitivo; y, sin duda, por nosotros mismos, manteniendo viva la voluntad de progreso, la curiosidad y las ganas de seguir aprendiendo.

“Las tecnologías de la información son y serán una gran palanca para impulsar a aquellos directores de marketing que no cesan en su búsqueda de nuevas fórmulas de conocimiento e innovación para afrontar el cambio”