«I hate New York», un retrato de los estertores del «underground» tras el 11S
Gustavo Sánchez rodó durante diez años con su cámara, primero como un «proyecto espontáneo y personal», lo que ahora se ha convertido en el largometraje documental «I hate New York» («Odio Nueva York»), con el que buscaba «capturar los estertores de la cultura ‘underground’ después del 11S».
Fuente: http://www.cope.es/noticias/cultura/hate-new-york
Gustavo Sánchez rodó durante diez años con su cámara, primero como un «proyecto espontáneo y personal», lo que ahora se ha convertido en el largometraje documental «I hate New York» («Odio Nueva York»), con el que buscaba «capturar los estertores de la cultura ‘underground’ después del 11S».
«Aquello fue un shock en todo el mundo y especialmente en Nueva York, porque hubo como un estado de sitio, se impuso el miedo, y cuando se impone el miedo y se restringen las libertades sufren los más débiles», ha afirmado Sánchez, que hoy ha presentado en la sección Málaga Premiere del Festival de Cine en Español esta cinta producida por los hermanos Juan Antonio y Carlos Bayona.
Cuando empezó a rodar «con una cámara de 800 euros» no pensaba en los Bayona «ni en nadie», por lo que trabajó «sin ninguna presión ni limitaciones», lo que le permitió sentirse «totalmente libre», como las personas a las que ha retratado.
«Son unas personas muy libres, supervivientes en una ciudad que a veces es muy hostil», ha resaltado Sánchez, que rodó 150 horas y, entre todos los personajes que aparecían, las cuatro protagonistas finales «emergieron de manera más potente».
El título supone «un posicionamiento total, contrapuesto al Nueva York complaciente y dulcificado del ‘I love New York'», porque es «una ciudad donde muchos mundos son posibles, ese otro lado no se ha contado mucho y era necesario explicar todo eso».
«Quería lanzar un misil a todos los estereotipos y prejuicios que hay en la sociedad», añade el director, que sin embargo comenzó sin «ningún objetivo claro y definido», pero las historias llegaron a él y fue «como construir un puzzle».
Las cuatro protagonistas son «personas con una personalidad muy profunda, gente muy intensa que fingía poco, y con las que se rascaba un poco y se llegaba a situaciones muy profundas».
«Era importante explicar la historia de personas que son como supervivientes, que han luchado contra todos los elementos para ser quienes quieren ser».
Aunque el mundo «transgénero» en el que se desarrolla el documental «es un concepto que en 2018 tiene mucha visibilidad», para Gustavo Sánchez eran simplemente «mujeres valientes, personas que transmitían muchas cosas».
«He aprendido a entender su lucha y todo el activismo que hay detrás y que este documental saca a la luz», ha añadido.