¿Una reconversión es sinónimo de estabilidad?
¿Una reconversión monetaria genera estabilidad? Es una pregunta válida para cualquier ciudadano, es lógico pensar, que cada ciudadano teme por sus ahorros, no es normal, pero en una economía hiperinflacionaria es completamente lógico. En especial cuando alguien ve como su poder adquisitivo merma cada día. Es por ello que ante una política de económica de realizar una reconversión monetaria las dudas sobre la estabilidad vuelven a aparecer.
En principio, una reconversión no es más que una simple Re expresión de la denominaciones del dinero. Por lo general, hay un cambio de nombre y símbolos para distinguirlos. Pero esto, NO implica bajo ninguna circunstancia que el dinero de los ahorristas vaya a valer más, pues, la reconversión tiene la misma valía que la impresión y sustitución de unos billetes por otros, con el fin de facilitar las transacciones dentro del ecosistema. Ciertamente, existe un periodo de incertidumbre, pero con educación e información por parte del Banco Central o el ente regulador de la Política Monetaria, esto se reduce al máximo.
Pues bien, acá entra en juego otro tema, la confianza, si el proceso de reconversión lleva una serie de garantías, libertades y control de la tasa de cambio por parte del Banco Central, la confianza será altísima, y eso, ayudará, en cierta medida a revalorizar la moneda. Es muy parecido a cuando una empresa cambia de administración y los nuevos tienen dinero para inyectarle a la empresa. Los accionistas se sienten respaldados y a los inversiones les parecen atractivas las acciones de la empresa, por ello buscando adquirirlas al precio más conveniente posible. De eso se trata la confianza, en el caso de los Estados, los accionistas son los ciudadanos, a la merced de una junta directiva (Gobierno) que toma esas decisiones contractuales.
Entonces se podría decir que ¿El objetivo es generar deflación? Tampoco, si bien es un gran síntoma que la moneda se revalorice, tampoco es bueno la deflación en exceso, pues lo ideal en economía es el equilibro. Y es acá en donde se busca generar el equilibrio entre oferta y demanda. También, se busca fortalecer las reservas internacionales del país en cuestión, esto se hace con la no emisión de dinero inorgánico y la capatación de divisas extranjeras, producto de la producción del Estado o de tasas y/o aranceles. Para todo lo anterior, se necesitan políticas con un apego estricto a los derechos económicos de los ciudadanos, esa es la piedra fundamental de esta base.
Al margen de todo esto, hay un factor que queda por fuera del análisis que venimos haciendo, si el mercado en el que nos encontramos es especulativo (fenómeno propio de la economía), ¿De que manera el ciudadano se siente seguro y respaldado económicamente por el Estado? Es una duda compleja, pero conlleva una solución simple, pero no agradable, porque lo ideal en estos casos es intervenir en el mercado para aliviar esa especulación. Es preferible intervenir y reglamentar, que intervenir y rescatar. En el caso del valor de la moneda, para brindar estabilidad, el Estado se encuentra inyectando la cantidad de dinero que crea conveniente. Lo ideal sería que el mercado se regule a si mismo, pero, en una economía débil hay que crear las condiciones para generar la fortaleza institucional y comercial.
En resumen, una reconversión no es sinónimo de estabilidad, sus efectos pueden ser a muy corto plazo si se continúan cometiendo los mismos errores del pasado, pues, esta política no es una solución mágica a la hiperinflación, solo es una capa de maquillaje para este problema, cuyos orígenes seguirán estando presente en la sociedad. Por eso, los Estados que decían emplear este proceso, deben estar conscientes que también debe ir acompañado de otras políticas.