Trump quiere regular a las redes sociales. ¿Ataque a la libertad de expresión o distracción política?
“Si el Gobierno puede perseguir a Twitter y Facebook, nada le impide perseguir a otros”, explica un experto, “eso es lo realmente peligroso, ¿qué le va a pasar a usted entonces?”.
Para Donald Trump, Twitter fue clave en su elección como presidente. Ahora, atacar a la red social puede ser parte de su estrategia de reelección.
La semana pasada, Twitter añadió por primera vez alertas a varios mensajes del presidente por publicar falsedades sobre el voto por correo, y por “glorificar la violencia”. Trump en represalia firmo una orden ejecutiva, junto a su fiscal general, William Barr, que busca regular las redes sociales y que ha alarmado a expertos.
¿Por qué alarma la orden ejecutiva de Trump?
Trump busca responsabilizar a las compañías tecnológicas del contenido que se publica en sus plataformas, que, según denuncia, discriminan a los conservadores. Para ello, intenta debilitar la Sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones de 1996, ha explicado Jasmine McNealy, profesora de Telecomunicaciones de la Universidad de la Florida.
“La Sección 230 protege [a las plataformas online] de ser demandadas, de ser responsabilizadas por el contenido que se publica en sus servidores”, dijo McNealy, y las diferencia así de los medios de comunicación, que sí son responsables legales de lo que publican y pueden ser demandados si difunden difamaciones sabiendo que son falsas.
Además, el presidente ordenó al fiscal general que establezca un grupo de trabajo para asegurar que estas plataformas no “lleven a cabo actos o prácticas injustas o engañosas”, según el texto de la orden.
“Los grupos conservadores van a poder demandar a Facebook y Twitter basándose en esta clausula”, explica Clay Calvert, profesor de derecho de comunicaciones y director del Proyecto Marion B. Brechner de la Primera Enmienda, una organización no partidista sin ánimo de lucro.