El mandatario, acompañado de su esposa Melania, se dirigió inmediatamente a su hotel. En la cumbre con Putin, se espera que ambos hablen sobre Siria, Ucrania, el control de armas y acerca de la presunta injerencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016, un tema sobre el que Trump se ha mostrado escéptico y que motiva en Estados Unidos una investigación sobre los lazos entre su entorno y Moscú.
Pero el mandatario estadounidense no ha querido definir objetivos claros para la cumbre, y la ha presentado más bien como una oportunidad para conocer mejor a Putin y determinar si es posible un avance en las deterioradas relaciones bilaterales.
«Voy con pocas expectativas. No voy con expectativas altas», dijo Trump en una entrevista emitida ayer por la cadena de televisión estadounidense CBS News.
«Creo en tener reuniones con Rusia, China o Corea del Norte. No va a salir nada malo de ello, y quizá salga algo bueno», agregó.
En una serie de tuits antes de aterrizar en Helsinki, Trump también se quejó de lo que percibe como una falta de apoyo en su país a la cumbre, y dijo que incluso si Putin le entregara la ciudad de Moscú, le criticarían por no «haber conseguido también San Petersburgo».
Trump y Putin se reunirán a solas al comienzo de la cumbre, con la única compañía de sus intérpretes, y la cita concluirá con una declaración conjunta y una conferencia de prensa de ambos presidentes en el Palacio Presidencial de Helsinki.
«Podría» pedir extradición de agentes
Trump dijo que «podría» pedir hoy a Putin que extradite a Estados Unidos a los 12 agentes de inteligencia rusos acusados de pirateo durante la campaña presidencial estadounidense de 2016.
En la entrevista con CBS, que será divulgada en su totalidad hoy lunes, el presidente estadounidense también buscó reducir las expectativas sobre lo que pueda lograrse en la cumbre con Putin, añadió AFP.
Al ser consultado sobre si presionaría al mandatario ruso para que extradite a Estados Unidos a los agentes acusados de piratear los correos electrónicos de campo de la aspirante demócrata Hillary Rodham Clinton, Trump respondió: «Bueno, podría hacerlo».
«No había pensado en eso. Pero seguramente preguntaré sobre el tema, aunque ocurrió durante la administración Obama. Ellos estuvieron haciendo lo que sea que estuvieran haciendo durante la administración Obama», señaló.
Trump, que calificó a Rusia como «enemigo en algunos aspectos», añadió que su Partido Republicano también había sido un objeto del hackeo ruso, pero había tomado mayores medidas de seguridad para evitarlo. También incluyó en su lista de «enemigos económicos» a la Unión Europea y a China.
«Creo que el DNC (Comité Nacional Demócrata) debería estar avergonzado de sí mismo por haberse dejado hackear», dijo.
En tanto, el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, señaló que luego de las inculpaciones, Trump «podrá poner esto sobre la mesa y decir ‘esto es un asunto serio que tenemos que discutir'».
Pese a que Trump responsabilizó a los demócratas y al gobierno de su antecesor Barack Obama tras conocerse el viernes la inculpación de los 12 agentes rusos, el embajador estadounidense en Moscú, Jon Huntsman, dijo este domingo que «Rusia es culpable de involucrarse y afectar nuestra elección».
En declaraciones a Fox News, Huntsman dijo que Trump «espera genuinamente sentarse a la mesa para intentar reducir la tensión de una relación en la que la presión sanguínea colectiva está demasiado alta».
Los dos presidentes se han mostrado receptivos el uno al otro en el pasado, pero ambos países están distanciados no solo por la investigación del presunto involucramiento ruso en la campaña electoral, sino por tema como Siria y Ucrania.
Pese a que había señalado que su reunión con Putin podría ser la etapa «más sencilla» de una gira que lo llevó también por Bruselas y el Reino Unido, Trump dijo a CBS que acude a la cumbre con «bajas expectativas».
«Creo en tener reuniones con Rusia, China, Corea del Norte. Nada malo va a resultar de eso y tal vez salga algo bueno», dijo Trump.
Trump también dijo en la entrevista que «Rusia es un enemigo en ciertos aspectos», en tanto calificó a la Unión Europea y a China de «enemigos» económicos, a los que Washington sancionó con aranceles de importación.