Iberdrola cierra el ejercicio bursátil con una capitalización en el entorno de los 70.000 millones tras escalar un 6% en Bolsa, colocándose como la mayor utility de Europa y la cuarta del mundo.
La eléctrica, que otro año más ha creado valor para sus 600.000 accionistas, ha recibido el favor del mercado después de anunciar el pasado 9 de noviembre una inversión de 47.000 millones de euros hasta 2025 y un dividendo creciente, con el objetivo de que en el citado ejercicio se sitúe entre los 0,55 y los 0,58 euros por título.
El beneficio neto, que alcanzará este año el rango estimado de 4.000 a 4.200 millones de euros, se colocará entre los 5.000 y los 5.200 millones en 2025, según ha informado la compañía.
La acción de Iberdrola ha escalado este año un 6% en Bolsa -que supone una rentabilidad de casi el 11% incluyendo la retribución pagada de 0,449 euros por acción-, y firma el ejercicio como la eléctrica con mejor comportamiento del Ibex 35 y el duodécimo valor que más avanza del selectivo.
La presentación del plan estratégico ha sido uno de los motores de la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán en Bolsa, tal y como destacan los analistas financieros, ya que acumula una revalorización desde entonces más de un 10%.
Los analistas han aplaudido los planes presentados por la compañía en su Capital Markets & ESG Day. UBS, Mediobanca, Banco Santander, Goldman Sachs, Barclays, Morgan Stanley, Deutsche Bank, CaixaBank y Renta 4, entre otras casas de análisis, han revisado sus previsiones y en su mayoría, han subido el precio objetivo medio, que se sitúa ahora en torno a los 12 euros por título, según los datos de la consultora FactSet. Un 53% de los analistas recomienda comprar, un 47% aconseja mantener y ninguno es partidario de vender las acciones de Iberdrola.
El mercado ha valorado la resiliencia, el potencial y la diversificación de negocios -renovables, clientes y redes- y de geografías -con fuerte presencia en España, Reino Unido, Estados Unidos y Brasil-, de Iberdrola. El valor ha evitado así la penalización en Bolsa que han sufrido otros de sus competidores. También sus planes de inversión, adaptados a la actual coyuntura, destinan más dinero al negocio de redes -27.000 millones-, con rentabilidades aseguradas.
La solvencia es otra clave del valor, según los analistas. Con unos activos de más de 170.000 millones de euros, Iberdrola mantiene un perfil “sólido” que blinda sus actuales ratings. En su estrategia de financiación, la compañía aspira a seguir trabajando con sus contrapartes tradicionales (el Banco Europeo de Inversiones y el ICO) y sumar nuevos prestamistas, como la Corporación Financiera Internacional (IFC) o la agencia de crédito danesa, entre otros.
Además, su acceso al mercado de deuda ESG le otorga ventaja, con rebajas en los tipos de interés entre ocho y diez puntos básicos en los bonos verdes, área en la que es la empresa líder mundial con unos 16.000 millones en circulación. Un ejemplo reciente fue la colocación de este tipo de deuda unos días después de presentar su plan hasta 2025 por 1.500 millones de euros, con demanda por 5.000 millones y un objetivo inicial de 1.000 millones, reduciendo el tipo de interés de partida.
La acción marcó su máximo anual, sin descontar dividendos, el pasado 25 de mayo a 11,415 euros por acción, después de que el 8 de enero de 2021 marcara su récord histórico de 12,505 euros.
Iberdrola premia a sus accionistas con una amortización de acciones equivalente a la ampliación de capital con cargo a reservas con la que da respuesta a su programa de retribución flexible -que permite cobrar el dividendo, recibir acciones gratuitas o vender los derechos de suscripción en el mercado-, con lo que evita que los accionistas se diluyan, aunque opten por recibir el efectivo.
Los dividendos que ha pagado en 2022 suponen una rentabilidad del 4% y que superará el 5% en 2025, según su hoja de ruta hasta 2025.