En el último episodio de “De cara al mundo”, en Onda Madrid, contamos con la participación de María Senovilla, periodista enviada especial a Ucrania y colaboradora de Atalayar, que como cada viernes analiza el avance y la situación en Ucrania, especialmente en Jersón, donde cuenta la persecución a la que han estado sometidos los ucranianos bajo la administración rusa.
Estos días has estado en Jersón, ¿qué te has encontrado allí?
Esta semana en Jersón los testimonios que he podido recoger te aseguro que han sido terribles. Testimonios de la persecución a la que los rusos han sometido a los ciudadanos ucranianos tanto para que delataran a las personas que fueran leales al Gobierno de Zelenski, como también a la hora de celebrar esos referéndums ilegales. También intentaban recabar apoyos por parte de diputados, de alcaldes, o más bien exalcaldes, porque Rusia puso su propia administración.
Recogí el testimonio de una alcaldesa a la que torturaron durante 16 días en Jersón porque ella no quería colaborar, no quería emitir pasaportes rusos y no quería legitimizar ante sus vecinos los referéndums ilegales que se celebraron a finales de septiembre. Testimonios todos ellos terribles, bastante peores que los que había visto en lugares como Járkov que, aunque estuvo ocupada por los rusos, ahí no se celebraron referéndums y no se instauró una administración rusa tan fuerte como en las cuatro capitales que sí lo hicieron.
¿Piensas que el respaldo que ha recibido Zelenski en Washington va a dar capacidad a los ucranianos para seguir resistiendo e incluso tener una actitud ofensiva para recuperar el terreno perdido?
Moralmente no creo que esto suponga ningún cambio porque los ucranianos en ningún momento se han desinflado en esa ardua tarea de defender su patria de la agresión a la que está siendo sometida por Rusia. Sí que es verdad que estas armas de largo alcance que se van a enviar ahora tal vez hagan cambiar la estrategia rusa a nivel militar. No lo sabemos porque Rusia nos ha sorprendido ya varias veces con giros inesperados y sabemos que puede cambiar de estrategia en cualquier momento. Lo último que veía era que Putin se ha posicionado, como es lógico, en contra de las armas y ha exigido que para negociar se dejen de trasmitir ayuda. Algo que sabemos que no va a pasar y que puede hacer incluso que se tense más la situación.
Sobre el terreno, la gente sigue sin luz y sin calefacción, porque los ataques rusos van a destruir ese tipo de instalaciones, aunque luego se intentan recuperar, ¿cómo has vivido estos últimos días en toda esa zona?
En Jersón, los rusos justo antes de retirarse volaron la central eléctrica que era el nudo que conectaba a todas las pequeñas centrales para el suministro. Por eso Jersón, los primeros días después de la liberación, estuvo en un black out absoluto, no había Internet, no había electricidad, no había absolutamente nada. Si que es cierto que acudieron operarios desde Nicolaiev y Odesa, y han resucitado parte de esta red eléctrica.
Yo te diría que están peor en la ciudad de Odesa. Los días que yo he estado allí, ha habido jornadas que he tenido 3 horas de suministro eléctrico al día, y la calefacción en la mayoría de los sitios depende del suministro eléctrico. Era prácticamente imposible trabajar. Los negocios que estaban abiertos era todo a base de generadores y la solidaridad de los comercios era enorme porque sacaban enchufes para que los viandantes pudiéramos conectarnos y enchufar ahí el teléfono móvil, el ordenador, o lo que lleváramos encima para trabajar. Lo que sucede es que en Odesa el tiempo no es tan duro como en Járkov, pero había días que estábamos a -5º, y era duro estar en la calle para cargar el ordenador o trabajar.
Bueno y los puntos que siempre nos has estado contando de invencibilidad, donde se da de comer caliente a las personas, ¿esos puntos siguen haciendo su trabajo?
Esos puntos siguen haciendo su trabajo y se ha visto que, además de colegios y de otras infraestructuras, han montado unas carpas. También, por ejemplo, en centros comerciales donde hay generadores grandes la gente puede utilizarlos como puntos de invencibilidad, y cuando vas puedes encontrarte a una persona secándose en el pelo con un secador o un hombre afeitándose con la maquinilla porque la gente tira de donde puede. Imagínate un día con 21 horas de cortes eléctricos, ¿cómo te organizas la vida en esa situación?