La bandera de la Unión de Emiratos Árabes ya navega de nuevo por el espacio ultraterrestre. Pero está vez va camino de la Luna y no de la órbita de Marte, donde el país del Golfo ya está presente desde el 9 de febrero de 2021.

Gracias al apoyo que le presta la tecnología nipona, Emiratos quiere ahora alcanzar la Luna y mover sobre su superficie un pequeño vehículo de cuatro ruedas de tan solo 10 kilos. Su nombre es Rashid, en homenaje al jeque Rashid Al Zayed, fundador del país y quien tuvo ocasión de conocer a los astronautas norteamericanos que participaron en la misión Apolo-Soyuz de julio de 1975.

emiratos-japon
PHOTO/DLR – La compañía privada japonesa Ispace está liderada por el emprendedor de la misma nacionalidad Takeshi Hakamada, quinto por la izquierda. Hakuto-R es la primera misión comercial privada en viajar a nuestro satélite natural 

Rashid es la segunda parte del ambicioso programa robótico de exploración espacial de Emiratos, cuyo primer paso ‒también de la mano de Japón‒ consistió en colocar en alrededor del Planeta Rojo una sonda espacial de 1.350 kilos, para estudiar su atmosfera y las claves de sus cambios de estación.

Tras dos abortos de despegue los días 1 y 2 de diciembre, el pequeño rover que acaba de ser lanzado se encamina hacia la Luna desde primera hora de la mañana del domingo, 11 diciembre, en horario español. Pero no ha partido de la base espacial japonesa de Tanegashima a bordo de un lanzador nipón H-II, como ocurrió con la astronave marciana Al Amal.

En está ocasión ha despegado desde Cabo Kennedy (Florida), donde un cohete Falcón 9 de la empresa SpaceX de Elon Musk ‒el reciente mayor accionista de la red social Twitter‒ lo ha situado rumbo al satélite natural de la Tierra.

emiratos-japon
PHOTO/MBRSC – El equipo que ha participado en el rover Rashid, que va a explorar zonas a las que no se ha acercado ninguna otra misión robótica. Debe sobrevivir a extremas condiciones de temperatura al menos durante 14 días terrestres
Un importante actor espacial

La misión lunar Rashid que acaba de comenzar y la veterana misión marciana Al Amal son muy distintas una de otra en numerosos aspectos. Pero ambas están empaquetadas bajo un denominador común: Emiratos ha sido la primera nación árabe en llegar a la órbita de Marte y también quiere ocupar un lugar preeminente respecto a la Luna.

Si la misión llega a buen fin, Japón y Emiratos se posicionarán en el cuarto y quinto lugar en el ranking de países que han logrado descender sobre la Luna y han hecho rodar un vehículo sobre su superficie, proeza que solo han conseguido Estados Unidos, Rusia y China.

Para que no haya lugar a dudas, el presidente de Emiratos, Mohamed bin Zayed Al Nahyan, está dispuesto a volcar el dinero y los recursos que hagan falta. En su ánimo está convertir a su país en un gran actor espacial internacional, muy a tener en cuenta en los futuros programas de exploración robótica y tripulada del Sistema Solar, en especial en el proyecto Artemis de la NASA para volver a enviar seres humanos a la Luna.

emiratos-japon
PHOTO/ESA – La red de espacio profundo de la Agencia Espacial Europea va a efectuar el seguimiento de Hakuto-R, que se alejará de la Tierra más de 1,5 millones de kilómetros antes de posarse en abril sobre el suelo lunar
Rashid es la primera misión lunar del país del Golfo. Pretende explorar zonas de la Luna “donde antes no ha llegado ninguna misión robótica”, aclara el director general del Centro Espacial Mohammed bin Rashid, Salem Al Marri, la institución que gestiona el programa espacial nacional. Por sus reducidas dimensiones ‒alrededor de medio metro de longitud‒, el mini vehículo debe desplazarse y sobrevivir al menos 14 días terrestres, y resistir temperaturas próximas a los -183º centígrados.

El pequeño rover tiene que estudiar las propiedades del suelo lunar, su orografía y geología. Dispone de cuatro cámaras, dos de alta resolución para guiar a los técnicos que operan el vehículo desde tierra. Una tercera posterior sirve para obtener primeros planos del lacerante polvo lunar. Una cuarta cámara estudiará las propiedades térmicas de la superficie y una sonda llamada de Langmuir medirá la temperatura de los electrones, su densidad y el potencial eléctrico del plasma. Pero aquí no acaba ek interés por la Luna. A mediados de década lanzará la misión Rashid 2 a bordo de la misión china Chang’e-7.

emiratos-japon
PHOTO/The National – El director general del Centro Espacial, Mohammed bin Rashid, Salem Al Marri, posa delante de una carta de la Luna, donde se observa la zona elegida para el descenso de Hakuto-R (derecha, arriba) y lo han hecho el resto de países
Entre 3 y 5 meses de viaje hasta la Luna

La misión lunar emiratí forma parte de la japonesa Hakuto-R que lidera la empresa privada japonesa Ispace, propiedad del emprendedor de la misma nacionalidad Takeshi Hakamada. Hakuto-R ‒Conejo Blanco en la mitología japonesa‒, es un módulo de descenso de más de 2 metros de altura, con capacidad para albergar en su interior unos 350 kilos de cargas diversas.

Hakuto-R ha emprendido su camino hacia la Luna alejándose de la Tierra más de 1,5 millones, para describir una larga ruta de bajo consumo de energía en lugar de una aproximación directa, mucho más costosa en cuanto a consumo de combustible. Eso significa que la trayectoria de acercamiento a Selene se prolongará por espacio de más de cuatro meses.

emiratos-japon
PHOTO/Ispace – El módulo de descenso Hakuto-R ‒Conejo Blanco en la mitología japonesa‒ tiene un altura superior a los 2 metros y capacidad para albergar en su interior unos 350 kilos de cargas diversas

Al final de su deambular por el espacio, el modulo japonés se posicionará alrededor del satélite natural y describirá orbitas cada vez más cercanas a su superficie. Por fin, desplegará sus cuatro patas articuladas y efectuará el descenso, que se producirá hacia finales del mes de abril, en una fecha que Ispace todavía no ha precisado. Si el descenso es un éxito, lo será para Japón y sus emprendedores.

El lugar elegido para posarse son las inmediaciones del cráter Atlas, una zona que no ha sido explorada y que se encuentra en el borde exterior del llamado Mare Frigoris o Mar de Frío. La zona permanece durante muchas horas iluminada por el Sol, que incidirá sobre los paneles solares y recargará las baterías. También es un lugar con buena visibilidad sobre la Tierra, lo que facilita enviar datos e imágenes para “compartirlos con los centros de investigación locales e internacionales interesados”, asegura Salem Al Marri.

emiratos-japon
PHOTO/NASA-JPL-Caltech – El muy pequeño satélite del JPL de nombre Lunar Flashlight debe detectar depósitos de hielo de agua dentro de los cráteres de las inmediaciones del Polo Sur lunar, que están en constante penumbra

El módulo Hakuto-R lleva a bordo otros dos pasajeros importantes. Uno es un minúsculo rover de dos ruedas, del tamaño de una pelota de beisbol, desarrollado por la agencia espacial japonesa (JAXA). El otro es un satélite también muy pequeño, del tamaño de un maletín de mano, que ha sido desarrollado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro o JPL (Jet Propulsion Laboratory)  y se llama Linterna Lunar (Lunar Flashlight).

El objeto de Linterna Lunar es detectar la presencia de depósitos de hielo de agua dentro de los cráteres de la Luna que están en las inmediaciones del Polo Sur y en constante penumbra. Varias cámaras láser de infrarrojo cercano y un espectrómetro cartografiarán las capas de hielo que existen en esas regiones oscuras. Si se descubre hielo de agua, los astronautas de las futuras misiones tripuladas del programa Artemis de la NASA contarán con un valioso recurso para su supervivencia y para facilitar su trabajo.