Egipto es anfitrión de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático más marcada por las tensiones geopolíticas de la última década. El encuentro internacional se ve severamente afectado por el clima hostil generado en torno a la guerra en Ucrania y la crisis energética que ha causado.
En este contexto, tres de los países más contaminantes del planeta desdeñan la cumbre y no envían delegaciones de peso, de acuerdo con los avances proporcionados por la organización. Entre los enviados de la India, Rusia y China, no se contarán ningún jefe de Gobierno o de Estado, contrariamente a la mayor parte de sus homólogos. El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, llegará tarde al encuentro debido a la celebración de las legislativas de midterms en su país, y estará ausente en las reuniones de jefes de Gobierno.
El aislamiento internacional en el que está inmerso Rusia desde su invasión a Ucrania en febrero de 2022 ha llevado al Gobierno de Putin a esquivar esta cita, en la que las delegaciones de los países comparten espacio y se verían cara a cara. La energía es uno de los factores clave que convergen con la guerra en Ucrania. En el programa que abordarán las delegaciones internacionales consta como abordar esa crisis energética causada por el conflicto ruso-ucraniano. De acuerdo con el Gobierno Ruso, la delegación que envía pedirá que se acabe a las sanciones sobre las importaciones de tecnología que permite reducir las emisiones de carbono.
Los mayores socios de Rusia, que permiten a Kiev seguir dando salida a sus exportaciones energéticas, China e India, tampoco quieren verse con el bloque occidental para hablar de estos problemas. En China, el uso del carbón ha aumentado en 2022, haciendo del gigante asiático el productor y consumidor del 50% de todo el carbón mundial.
Otros 100 líderes mundiales sí que acudieron a Sharm el Sheikh para “acabar con el sufrimiento de los que son más vulnerables a este cambio climático”, en palabras del presidente egipcio, Abdelfattah Al-Sisi durante el inicio de la sesión de hoy. Entre ellos se encuentran la mayor parte de los jefes de Gobierno y Estado europeos, junto con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. La Unión de los 27 tiene grandes apuestas en esta cumbre. La crisis energética por la que pasa Europa es el desafío que más desgaste puede causar sobre la economía de los Estados miembros.
Desde el estallido de la guerra en Ucrania, la Unión Europea aumentó su consumo de carbón en un 7% más de lo esperado, de acuerdo con los datos de la Agencia Internacional de la Energía, pese a los compromisos de la UE por hacer una transición efectiva hacia las energías limpias. Para la UE, el mayor objetivo de esta Cumbre estará en la búsqueda de nuevos socios para le suministro energético que permitan prescindir de Rusia en su totalidad en un futuro próximo. El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable para el Pacto Verde, Frans Timmermans, que en la COP26 de Glasgow aseguró que la era del carbón llegaba a su fin, será el encargado de llevar a la cumbre el programa pactado por los 27 ministros de Energía en Praga.
Reino Unido también envía a su recién nombrado primer ministro, Rishi Sunak, después de que la oposición afeara al tory no querer asistir a la cumbre. Presionado, Sunak se desplaza a Sharm el Sheikh tras comprometerse para trabajar por la liberación del activista encarcelado en egipcio, Alaa Abd el-Fattah, que inicia una huelga de hambre en el arranque de la COP27. Se trata del primer viaje internacional de Sunak.
Desde los países del Golfo destaca la presencia del presidente de los Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Zayed al Nahyan, que aterrizó en Egipto acompañado de una importante delegación ministerial y de expertos. EAU pretende llevar a la Cumbre sus avances en la producción de energías limpias como los distintos hidrógenos, una alternativa en la que la innovación emiratí avanza a pasos agigantados. El país del Golfo cerró con Estados Unidos un pacto de inversión en energía limpias por un valor de 100 mil millones de dólares con vistas a 2030. El objetivo es el de obtener una capacidad de producción de 1 gigavatio.
En su intervención durante el inicio de la sesión de este lunes, Mohamed bin Zayed aseguró que “Necesitamos paz, diálogo y que cese la guerra” para el progreso del planeta en el dosier del Cambio Climático. “EAU es un suministrador importante de distintas energías, y seguiremos cumpliendo con ese papel en el futuro”. El Jeque sostuvo, sin embargo, que pese a las grandes reservas de hidrocarburos de las que goza su país, el Gobierno emiratí está dispuesto en reducir su producción progresivamente, no solo para diversificar su economía, pero también para promover el desarrollo desde un punto de vista sostenible. “Somos el primer país de la región en anunciar una estrategia de energía sostenible con miras a 2050”, recordó Mohamed bin Zayed.
Durante este lunes y mañana, los líderes mundiales que se reúnen en Sharm el Sheikh mantendrán las sesiones de diálogo más activas. A partir de los siguientes días, un número importante de paneles y conferencias tendrán lugar en el complejo preparado por el Gobierno egipcio y Naciones Unidas.
