El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó este viernes que el pueblo palestino se merece su propio Estado y prometió que seguirá trabajando para reactivar el proceso de paz entre palestinos e israelíes, aunque reconoció que el terreno ahora no es «fértil».
El mandatario estadounidense hizo esas declaraciones junto al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, en el palacio presidencial de la ciudad cisjordana de Belén.
«El pueblo palestino merece un Estado propio, que sea independiente, soberano y viable y contiguo. Dos estados para dos pueblos. Los dos con raíces profundas en esta tierra», manifestó Biden, que de fondo tenía tres banderas palestinas y tres estadounidenses.
El gobernante reconoció que, ahora mismo, el terreno no es «fértil» para volver a la mesa de negociaciones, pero reiteró su compromiso con la paz entre palestinos a israelíes.
Además, anunció una ayuda de 201 millones de dólares para los programas que la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) tiene en Gaza, Cisjordania, Líbano, Jordania y Siria, de manera que desde que llegó al poder en enero de 2021 el mandatario ha entregado a esa agencia más de 618 millones de dólares.
Su antecesor Donald Trump (2017-2021) frenó la ayuda a la UNRWA e hizo grandes concesiones a Israel, lo que provocó que el liderazgo palestino cortara lazos con Washington.
Biden dijo que también ha conversado con Israel para que los palestinos en Cisjordania y Gaza puedan acceder a la tecnología 4G en teléfonos móviles.
Las compañías de telecomunicación palestinas no han podido ofrecer esos servicios a sus clientes por restricciones de Israel, aunque ha habido intentos para que pueda renovarse el tipo de conexión y los palestinos puedan acceder a internet con mayor velocidad.
Antes de la rueda de prensa, Biden y Abás participaron en una ceremonia en la que sonaron los himnos estadounidense y palestino. También tuvieron una reunión bilateral en la que participaron entre otros el primer ministro palestino, Mohamed Shtayeh, y el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken.
A su llegada al palacio presidencial de Belén, Biden fue recibido por Abás y por dos niños que llevaban flores.
Antes, el mandatario estadounidense había estado en el hospital Augusta Victoria en Jerusalén Este ocupado, donde anunció 100 millones de dólares en ayuda para la red de hospitales palestinos.
En el recorrido del hospital al palacio presidencial, la comitiva presidencial pasó por debajo de varios letreros con el mensaje: «Señor presidente, esto es apartheid».