Iberdrola ha presentado su proyecto de eólica marina ‘East Anglia 3’ a la subasta de renovables de Reino Unido y prevé participar en las convocatorias para desarrollar esta tecnología que se puedan lanzar en Japón este año, según anunció el presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán.
En la junta general de accionistas del grupo, Galán indicó que la empresa energética presentó esta semana este proyecto a la subasta en Reino Unido, que supondría unas inversiones de unos 4.000 millones de euros para el desarrollo de una capacidad de 1.400 megavatios (MW).
‘East Anglia 3’ es uno de los tres proyectos eólicos marinos autorizados que forman el ‘East Anglia Hub’, proyecto de más de 3.000 MW de Iberdrola en Reino Unido y que podría suponer una inversión de unos 10.000 millones de libras esterlinas (unos 11.700 millones de euros).
En el caso de Japón, Galán afirmó que, si este año se convocan subastas de eólica marina en el país, el grupo “ya podría participar con algunos de los proyectos que tiene en cartera”.
En septiembre de 2020, Iberdrola entró en el mercado japonés con un acuerdo con Macquarie’s Green Investment Group (GIG) para la adquisición del 100% de la promotora nipona Acacia Renewables, un grupo que contaba ya con dos parques eólicos marinos en desarrollo, con una potencia conjunta de 1,2 gigavatios (GW) y que disponía de otros cuatro proyectos en cartera, que sumaban una capacidad de 2,1 GW.
Galán destacó que Iberdrola ha sido “pionera” en eólica marina, una tecnología clave para el crecimiento del grupo en el futuro y donde cuenta con tres grandes complejos ‘offshore’ en funcionamiento: ‘East Anglia 1’ y ‘West of Duddon Sands’, en Reino Unido; y ‘Wikinger’, en Alemania.
Así, subrayó que el grupo invertirá en esta tecnología unos 10.000 millones de euros en los próximos 3-4 años, fundamentalmente en Estados Unidos, Alemania, Francia y Reino Unido.
Respecto a la guerra de Ucrania, Galán, que envió “un mensaje de solidaridad al pueblo” ucraniano y mostró su deseo de que “la invasión termine cuanto antes”, aseguró que el impacto para Iberdrola “es mínimo”, ya que el grupo no está presente ni importa gas de ninguno de los dos países.
No obstante, consideró que esta crisis ha demostrado la necesidad de “ser más autosuficientes energéticamente, lo que significará más inversiones en redes, en renovables o almacenamiento”, en línea con la estrategia del grupo.