Las conversaciones sobre el acuerdo nuclear iraní y su posible reactivación están llegando a su fin, tal y como estableció Estados Unidos, pero antes de que ello suceda, el presidente del país norteamericano, Joe Biden, mantuvo una llamada telefónica con el dirigente israelí Naftalí Bennett en la que discutieron sobre los desafíos regionales, incluyendo la continua agresión iraní y las “posibles medidas para detener el programa nuclear de Irán”.
Ambos presidentes dialogaron acerca los desafíos globales externos de la región de Oriente Medio, donde estuvo presente el conflicto latente entre Rusia y Ucrania, tema de gran preocupación que afecta a Joe Biden, manifestado por él mismo. Así como la intención de Biden de visitar Israel a finales de este año. Bennett asumió el poder en junio del pasado año; desde que se encuentra desarrollando su papel como primer ministro de Israel ha mantenido cuatro conversaciones con el presidente estadounidense.
Naftali Bennett mencionó en diferentes ocasiones la preocupación de los distintos Estados sobre llegar a un acuerdo que no frustre el programa nuclear iraní. Ante esto, el presidente estadounidense le entregó un informe de Estado donde se reflejaban las conversaciones de los distintos países. Al mismo tiempo, el primer ministro israelí felicitó al presidente estadounidense por el asesinato del líder del Daesh, sucedido la semana pasada en una incursión nocturna en el noroeste de Siria. Gracias a ello, Bennett afirmó que “el mundo es hoy un lugar más seguro gracias a la valiente operación de las fuerzas estadounidenses”.
Por otro lado, Biden recalcó su apoyo sobre la expansión de la estabilidad y asociación en toda la región de Oriente Medio. Los Acuerdos de Abraham reflejan el compromiso del país americano, donde israelíes y palestinos gozan de medidas comunes de seguridad, libertad y prosperidad. Además, resaltó la plena disposición de la Administración estadounidense para restaurar el sistema de Cúpula de Hierro de Israel, sistema de defensa antiaéreo desarrollado por Israel, con ayuda financiera y técnica de Estados Unidos. Biden se comprometió a proporcionar 1.000 millones de dólares de ayuda de emergencia, pero dicha ayuda lleva paralizada desde septiembre en el Senado por las discrepancias con el senador Rand Paul.
En torno al programa nuclear iraní, Israel está teniendo una serie de dificultades para determinar si las reuniones llevadas a cabo en Viena acabarán con un nuevo acuerdo nuclear con Irán. Es verdad que, un funcionario israelí comentó la semana pasada que la Administración estadounidense está haciendo todo lo posible para llegar a un acuerdo con el país “a cualquier costo”, así como un acuerdo parcial o un pacto, el cual Israel no va a encontrar satisfactorio. De hecho, otros funcionarios han afirmado que la decisión, actualmente, se encuentra en mano de Teherán.
Israel cree que no hay indicios suficientes y claros sobre la intención iraní de reanudar el acuerdo logrado en 2015. Israel desconfía de la República Islámica, y, aunque, se llegue a un acuerdo de nuevo, Israel cree que no se evitaría la posesión de armas nucleares por parte de Irán. Además, pide que el acuerdo debe de incluir las actividades iraníes en Oriente Medio y el desarrollo de misiles de largo alcance que tengan capacidad de llegar a Israel. A pesar de ello, el primer ministro de Israel afirmó que se encuentra pendiente de las negociaciones con Irán en Viena, y añadió que no se siente obligado a aceptar cualquier acuerdo efectuado. “Quien crea que un acuerdo de ese tipo afianzará la estabilidad se equivoca”. “Israel se reserva el derecho a actuar, en cualquier caso, con o sin acuerdo”, declaró Bennett.
Uno de los momentos claves, sucedidos el pasado viernes, fue la restauración de las exenciones de sanciones a Irán para permitir proyectos de cooperación nuclear internacional, dichas exenciones fueron rescindidas por el país norteamericano en 2019 y 2020, durante el mandato del presidente Donal Trump, quien se retiró del acuerdo nuclear. Las exenciones habían permitido a las empresas rusas, chinas y europeas la ejecución de trabajos de no proliferación para dificultar el empleo de los sitios nucleares iraníes para la producción de armas.
Las conversaciones que se están produciendo con Irán y los distintos Estados tienen objetivo principal el regreso de Estados Unidos al acuerdo y la reanudación del cumplimiento por parte de Irán. Inicialmente, el acuerdo se firmó durante el mandato del expresidente Barack Obama, y, ahora, Joe Biden quiere volver a formar parte de él.
Coordinador de América: José Antonio Sierra