Si nos ha enseñado algo éste último año, es que la flexibilidad que aporta la tecnología ha sido vital para la manutención de la actividad productiva de las empresas y para seguir estando todos conectados. Por este motivo, se ha dado un resurgimiento de los portátiles y, con ello, el gigante tecnológico Microsoft lanza su nuevo sistema operativo Windows 11, con importantes cambios a nivel visual y novedades orientadas a la productividad, seguridad y a los videojuegos.
Este nuevo sistema, se basa en la premisa de que el trabajo y el aprendizaje híbridos, en modalidad presencial y telemática, están aquí para quedarse, lo cual significa que su organización necesita un sistema operativo que permita a sus usuarios trabajar y aprender desde cualquier lugar de la forma más cómoda posible. Por ello, este nuevo software ha sido diseñado para el trabajo y el aprendizaje híbridos.
Un cambio sustancial en la apariencia de la pantalla y en la distribución de esta, es la colocación del botón de «Inicio» en la parte inferior central de la pantalla en lugar de en el lado izquierdo.
La nueva experiencia multitarea cambia también de forma significativa, facilitando el trabajar con varias ventanas abiertas a la vez. Se podrá seguir arrastrando las ventanas al igual que situar dos ventanas enfrentadas, pero las cosas van más allá con los llamados Snap Layouts, que permiten recolocar diversas ventanas en distintas posiciones de forma sencilla, repartiendo así el escritorio en mitades, tercios, cuartos y también otras combinaciones de tamaños.
Estas opciones de organización se potencian con los llamados «Snap Groups», que permiten recordar configuraciones de agrupaciones de ventanas en el escritorio para reutilizarlas cuando queramos.
Un reclamo habitual de los usuarios de Windows respecto a la seguridad es que las aplicaciones destinadas a este ámbito son muy pesadas y ralentizan la velocidad de procesamiento del terminal. El director de producto, Panos Panay, prometió actualizaciones de seguridad más pequeñas y rápidas y dijo que se producirían en segundo plano. El software cuenta con nuevas tecnologías de seguridad integradas que agregarán protección desde el chip a la nube.
Las funciones de seguridad clave, como el aislamiento basado en hardware, el cifrado y la prevención de malware, están activadas de forma predeterminada. Asimismo, todos estos componentes funcionan juntos en segundo plano para mantener a los usuarios seguros sin sacrificar la calidad, el rendimiento o la experiencia del usuario.
Además, Windows 11 contará con una mayor integración con la plataforma de comunicaciones de Microsoft, Teams. Xbox Games Pass, un servicio de suscripción que ofrece acceso a cientos de juegos, también estará preinstalado.
Por otro lado, los usuarios podrán configurar múltiples escritorios para el trabajo, el hogar y los juegos, como en un Mac, con el fin de aumentar así la productividad y facilitar el hacer un uso eficiente del portátil en cualquier lugar.
Durante la presentación del producto, se subrayaron las ventajosas prestaciones del software para los videojuegos. El nuevo Windows ofrecerá un HDR (imágenes de alto rango dinámico) automático para videojuegos, que permite una mejora extraordinaria en la iluminación y colorido de las imágenes digitales. Existirán hasta 1000 juegos compatibles con esta tecnología, entre ellos se encuentran: Rocket League, Age of Empires y Doom 64.
El gigante tecnológico dijo que compartiría más beneficios de su tienda de aplicaciones con los creadores y desarrolladores, mientras su rival Apple sigue enfrentándose a los desafíos de su modelo de negocio. La semana que viene se lanzará una versión preliminar del nuevo sistema para que puedan acceder a él los desarrolladores de aplicaciones.
Windows 11 estará disponible como actualización gratuita para los actuales usuarios de Windows 10, aunque algunos dispositivos no tendrán las especificaciones adecuadas. Estas incluyen un mínimo de 64 gigabytes de almacenamiento y 4 gigabytes de RAM.
Cuando se lanzó Windows 10 en 2015, Microsoft dijo que sería la última versión del sistema operativo. Desde entonces ha anunciado que Windows 10 se retirará en 2025. El director ejecutivo de Microsoft, Satya Nadella, describió el lanzamiento como «un hito importante en la historia de Windows», pero el analista Geoff Blaber, de CCS Insight, dijo que no lo consideraba «un paso revolucionario». «El juego final para Microsoft es asegurar que el paso de Windows 10 a Windows 11 proporciona mejoras lo suficientemente significativas como para compensar cualquier queja».
El analista principal de Forrester, JP Gownder, señaló que el nuevo sistema operativo se basa en el código de Windows 10, lo que debería evitar fallos de actualización como los que se vieron en el pasado con Windows Vista. «Sin embargo, estos guiños al pasado para el usuario son un arma de doble filo», añadió. «Son geniales para la continuidad de la experiencia, pero hacen que te preguntes qué significa realmente el 11” y si realmente merece la pena la actualización.
Con el fin de evitar la incomodidad que supone al usuario actualizar el software, Windows 11 está construido sobre la base consistente, conocida y compatible de Windows 10, con la que el cliente ya está familiarizado. Según Microsoft, actualmente hay unos 1.300 millones de dispositivos con Windows 10, por lo que la facilidad a la hora de actualizar el sistema es especialmente relevante para la compañía.