La Major League Soccer cumple 26 años. Un cuarto de siglo para quitarse esa etiqueta de cementerio de elefantes, de competición pequeña, con jugadores que no salen de sus fronteras… la MLS es fútbol, pero con las connotaciones propias del deporte americano. No tratemos de comparar en la forma LaLiga o la Premier a la máxima competición de fútbol de Estados Unidos. El crecimiento de los últimos años se debe a un trabajo de acercamiento al espectador, acuerdos con clubes europeos, fichajes extranjeros y potenciación de la cantera.
En el fondo sí podemos compararlas. En la temporada 2020-2021 Serginho Dest y Konrad de la Fuente han ganado la Copa del Rey con el Barcelona; Christian Pulisc ha levantado la Champions con el Chelsea; Gio Reyna ha sido campeón de la Copa de Alemania; Westen McKennie consiguió la Copa y la Supercopa de Italia con la Juventus; Chris Richards levantó la Bundesliga con el Bayern de Munich; el portero del Manchester City Zack Steffen alzó al Premier League y Tim Weah fue campeón de Francia con el Lille. Además de otros ganadores en las competiciones de Bélgica, Suiza o Polonia. Sirva esta muestra para explicar el potencial del fútbol norteamericano y su influencia en Europa.
Ahora la MLS vuelve a ser noticia porque Messi podría jugar en el Inter de Miami en 2024. Joan Laporta quiere hacer ingeniería financiera para mantener en la plantilla al argentino y pagarle el altísimo contrato que tiene. Según Sport, Messi jugaría en el Barça la temporada 21-22 y 22-23 y cobraría 60 millones de euros por temporada. En la 23-24 y 24-25 sería jugador de Inter de Miami y embajador del Barcelona por otros 60 millones de euros cada temporada. Después, pasaría a ser socio estratégico y embajador hasta 2031. Laporta ha tasado bien la cronología porque su presidencia acaba en 2025, el mismo año en el que Messi debería regresar de EE. UU. para comenzar su carrera como embajador del club.
Fichar por la MLS no es sencillo. La competición tiene unas normas muy rígidas y, precisamente, Miami acaba de recibir una dura sanción por violar las normas de presupuesto salarial. El Club Internacional de Fútbol de Miami fue fundado por David Beckham en 2018 y empezó a competir en la MLS en 2020. El exjugador inglés aterrizó en Los Ángeles Galaxy en 2007 con el derecho de poder comprar una franquicia en el futuro.
#LeyBeckham
La llegada David Beckham supuso un cambio sustancial en la política de fichajes. Manuel Vaquero es periodista deportivo en Vavel y experto en el fútbol norteamericano, “gracias a Beckham se implantó la norma de “Designated Player”. Eso cambia la historia de la MLS. Sin esa norma Messi no podría jugar en Estados Unidos”. La Ley del Jugador Franquicia o Ley Beckham de 2007 permite a cada franquicia fichar jugadores que estén excluidos del tope salarial del equipo.
La sanción de MLS a Inter de Miami no debería poner en riesgo la llegada de Leo Messi, aunque el equipo va a perder potencial. Una investigación de la competición reveló que el jugador francés Blaise Matuidi y el colombiano Andrés Reyes contaban como “Designated Player” cuando el club solo había comunicado que Higuaín, Pellegrini y Pizarro eran sus jugadores franquicia. La sanción supone una multa de 2 millones de euros para el club; 250.000 euros para el dueño Jorge Mas y la inhabilitación hasta 2022 del exdirector deportivo Paul McDonough -ahora en Atlanta United FC-.
Pero la parte que puede afectar al fichaje de Messi llega con la reducción del “Allocation Money” -el dinero que utilizan los clubes para fichar jugadores que no sean franquicia- en 2,5 millones en las temporadas 21-22 y 22-23. En la temporada 20-21 esa cantidad ha sido de 4,6 millones de dólares; en la 21-22 y 22-23 será de 9 millones a lo que habrá que restar esos 2,5 de la sanción y se quedarían en 6,5 por las dos temporadas; y ya en 2024 volvería a ser de 5 millones de euros. “Es un palo muy gordo”, comenta Vaquero porque bajaría el nivel de los futuros compañeros de Messi en el club del sur de Florida.
#Dudas
Las dudas sobre la llegada del astro argentino al “soccer” empiezan por saber qué equipo pagaría la ficha y cómo lo haría. Manuel Vaquero apuesta porque Messi será un “Designated Player”, la duda es cómo se afronta esa nómina. Se dice que el Barça pagará 60 millones. Es extraño porque el club va a pagar 120 millones en dos años a un jugador que no va a jugar con ellos”. Y abre un melón que los dos equipos tienen que valorar, “si en Miami Messi se lesiona, por ejemplo, en septiembre de 2025, ¿el Barcelona va a pagarle 120 millones por jugar un año?”. Otro asunto sería que Laporta le explique al soçi cómo va a justificar el pago de una nómina por un jugador al que no van a ver en el Camp Nou.
La solución se puede entrever porque el reglamento de la MLS es transparente. Manuel Vaquero apuesta por que “Inter de Miami entrará en el pago. No abonaría más de 10 millones de dólares a Messi. El Barça pagaría algo menos. Lo más seguro es que el Barça pague 60 millones y Miami pague la parte de “Designated Player” que pueden ser unos 8 millones. Es decir, Messi cobraría 60+8 millones en cada una de las dos temporadas. Miami sabe que ese pago estaría bajo la lupa de la MLS por los antecedentes y tendrían que presentar todos los papeles en regla”. Pero hay algo más y es cómo llega Messi a Miami, “es raro que se asegure en 2021 que el acuerdo esta cerrado con Miami. La MLS querrá saber si llega como jugador libre, cedido, fichado… hay muchas lagunas en todo este tema”.
A la MLS le vendrá bien que Leo Messi aterrice en uno de sus clubes con más aficionados latinos y celebrities y con el referente publicitario que sigue siendo Beckham. Pero sus leyes son inflexibles y no van a alterar el “statu quo” de la competición. Serán el Barça y Miami los que se adapten para recibir al 10.