La Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó este miércoles la apertura de un nuevo juicio político contra el presidente saliente, Donald Trump, en esta ocasión bajo la acusación de «incitación a la insurrección», por el asalto de la semana pasada al Capitolio.
Trump se convierte así en único presidente en la historia de Estados Unidos que es enjuiciado políticamente en dos ocasiones.
La votación de este miércoles se saldó con 231 votos a favor y 197 en contra, con diez legisladores republicanos sumándose a la totalidad de la bancada demócrata.
La presidenta de la Cámara Baja de EE.UU., la demócrata Nancy Pelosi, aseguró este miércoles que Donald Trump «debe irse» ya que es «un peligro claro y presente» para el país, en el debate previo a la votación de un nuevo juicio político contra el mandatario, acusado de «incitación a la insurrección».
«Sabemos que el presidente de EE.UU. incitó esta insurrección, esta rebelión armada contra nuestro país común. Debe irse. Es un peligro claro y presente para la nación que todos amamos», sostuvo Pelosi en el pleno de la Cámara Baja.
Por su parte, varios legisladores republicanos se han opuesto a la medida al asegurar que iba en contra de los llamados a la unidad en los difíciles momentos que atraviesa el país.
«Este no es el camino si queremos recuperar la unidad. Es momento de buscar la curación. Paremos este juicio político», replicó Jeff van Drew, legislador republicano por Nueva Jersey.
Estados Unidos vive una tensión política sin precedentes recientes después del violento asalto al Capitolio de la pasada semana por una turba de seguidores de Trump, que dejó cinco muertos.
El mandatario saliente criticó el nuevo juicio político en su contra como algo «absolutamente ridículo» y «una continuación de la mayor caza de brujas de la historia de la política».
Todo ello a menos de una semana de que se lleve a cabo la ceremonia formal de traspaso de poder, prevista para el 20 de enero, en la que el demócrata Joe Biden asumirá la Presidencia.
Las autoridades han efectuado ya un enorme despliegue policial en Washington, con más de 10.000 efectivos, y levantando vallas en torno al Capitolio, en cuyas escalinatas se llevará a cabo la ceremonia de investidura, para evitar las escenas de la caótica jornada del pasado miércoles que dieron la vuelta al mundo.