El exministro de Defensa Eduardo Serra pasó por los micrófonos de Atalayar Radio para analizar un año marcado por la pandemia, pero con muchos frentes abiertos: el liderazgo de Estados Unidos, el Brexit, Rusia o la tensión en el Mediterráneo, fueron algunos de los temas sobre los que debatió el presidente de la Fundación Transforma España.
El proceso de vacunación se antoja como uno de los grandes retos logísticos y hasta psicológicos a los que se ha enfrentado la humanidad en el último siglo, ¿no cree?
Es extraordinariamente importante y al mismo tiempo creo que todavía la gente no se hace a la idea, yo no creo que el virus que empezó en febrero del 2020 vaya a terminar en marzo del 2021. Yo pienso que vamos a seguir un tiempo, se irá solventando la pandemia, pero no será un corte radical. Espero que vayamos cuesta abajo en el tema sanitario de la pandemia y en el tema económico y social, porque hemos estado ahora con remedios de emergencia, los ERTE…
El reto científico también merece una lectura a parte, porque conseguir que en 8-9 meses se haya alcanzado el objetivo de alcanzar no una, sino varias tipologías de vacunas distintas que atacan directamente al virus, hace que nos sintamos más felices de formar parte de este proyecto que es el mundo.
Estamos empezando a ver los resultados de esa concentración de la humanidad en la ciencia. En esto mismo de las vacunas hemos visto que la ciencia va brotando por todo el mundo y eso es esperanzador. Yo creo que siempre ha sido necesario incrementar recursos en ciencia, porque efectivamente son una inversión y no un gasto, pero ahora que estamos en medio de una revolución tecnológica, que el instrumento más importante de cualquier nación es el talento, es más necesario que nunca fomentar e incentivar la dedicación a esos menesteres.
¿Cómo ve el mundo en un año en el que, al margen del coronavirus, han ocurrido cosas importantes? Como el relevo de Donald Trump, esa guerra por el liderazgo entre Estados Unidos y China…
Este año ha sido un año capital por todo lo de la pandemia, pero estamos viviendo una época, desde hace unos cuantos años, donde se han producido dos fenómenos de gran importancia. Lo primero es la revolución tecnológica, cualquiera que nos viera hace 30 años y ahora, pensaría que somos dos sociedades distintas. En esta situación de avance, se ha producido un nuevo paso en la globalización, que ha generado un cambio en las relaciones de las personas, las sociedades y las naciones.
En lo que respecta a este año, la pandemia ha producido una doble sensación, por un lado, de indefensión y, por otro lado, también hemos recuperado la confianza gracias a ese sobreponerse a los daños terribles que ha supuesto la pandemia. Ha habido un tema muy concreto, pero muy llamativo, que ha sido la presidencia de Trump como una ruptura en lo que había sido Estados Unidos. Desde el final de la II Guerra Mundial, ha sido el líder indiscutible del mundo occidental y dentro de los Estados Unidos, ellos se consideraban la nación indispensable, la nación que tenía que renunciar a algunas cosas para aceptar su liderazgo y, de alguna manera, desde la caída de la Unión Soviética, todo el mundo ha aceptado ese liderazgo.
Sin embargo, Trump con su eslogan de “America First”, ha pretendido hacer como que el resto del mundo ya no importaba, el liderazgo americano ya no importaba, y a mi juicio, ha destrozado el liderazgo americano. No solo por la amenaza china que es muy real, sino porque en Europa, Iberoamérica, África y en el mundo árabe, ya no se fían de Estados Unidos. Lo peor que puede pasar con el sheriff de una ciudad como es el mundo, es que sea imprevisible y de repente amanezca y diga que está mandando unos buques a Corea del Norte. El mundo necesita un poco de la razonabilidad que le ha faltado a Estados Unidos.
¿Se la dará bien?
Espero que sí. Estas naciones tienen una inercia enorme. La primera prueba es que no ha salido reelegido Trump, la inercia del buque, que es Estados Unidos, rechaza esas novedades y prefiere seguir por la vía principal que será retomar el liderazgo. Yo imagino que Biden estará en esa línea, ya fue vicepresidente de Obama, por lo tanto, es un hombre que no es una novedad.
¿Incluirá eso volver al multilateralismo?
El mundo tiene paradojas, quizá dentro de 15 años estaremos dándole las gracias a Trump de que, por primera vez, Europa se ocupó de defenderse a sí misma y no de externalizar la defensa. Pero yo creo que va a haber un retorno, no estoy seguro en qué medida, a las relaciones anteriores, no me refiero a lo comercial, sino a lo estratégico y político, a la OTAN. Ya en 2010 el secretario de Defensa americano dijo que no podía ser el reparto de cargas que había y yo, aun siendo europeo, creo que tenían toda la razón. Pero también hay que decir que Estados Unidos debe ejercer ese liderazgo o esa supervisión que ha venido ejerciendo tradicionalmente, creo que en la OTAN volveremos a lo tradicional. También hay un elemento muy novedoso con un papel muy importante en la polarización como son las redes sociales, donde podemos ver la radicalización de la sociedad americana. Hay un porcentaje de la sociedad americana muy importante que cree que hay que eliminar a la otra media, que piensa que son enemigos. Hasta hace nada se consideraban rivales, adversarios, pero había un fondo común de interés mutuo que creían que había que defender. Vamos a ver a dónde lleva esa radicalización a la sociedad americana. Probablemente todavía haya un fondo común que una a republicanos y demócratas y si eso es así, renovará la relación con Europa, con América Latina, con China y, por lo tanto, creo que podremos vivir en un mundo algo menos temible que el actual.
Fíjese cómo va cambiando el mundo, usted asistió a innumerables Consejos de Defensa de la Unión Europea que recordará y a partir del viernes Reino Unido no forma parte ya de la Unión Europea. ¿Cómo atisba que será esa Unión Europea de 27 y sin uno de los socios más importantes e históricos como es Reino Unido?
Desde mi punto de vista, una cosa de 27 no funciona casi nunca. Aun así, hay que tener esperanza, dicen que el símbolo de Europa es el ave fénix, que resurge de sus cenizas. Ojalá, pero ya lo decía el presidente Calvo Sotelo, que o hacíamos profundización en la Unión Europea, o hacíamos ampliación, pero que las dos cosas era imposible. Ahora vemos el caso de Polonia o el de Hungría. Realmente en Europa han mandado siempre tres que eran Reino Unido, Alemania y Francia, y había algunos que estábamos cerca como Italia o España. Ahora se va Reino Unido y a mi modo de ver hay dos lecturas muy básicas: si cogemos el PIB de los 27, la suma del PIB alemán y francés es superior a la de los otros 25, si se uniera Reino Unido, era superior el de la periferia al de la Europa fortaleza, el eje París-Berlín. Desde ese punto de vista, el Brexit es un desastre, sobre todo para los británicos, el Brexit ha partido a los británicos: los viejos y los jóvenes, el campo y la ciudad, Escocia e Inglaterra. El señor Cameron, por muchos años que viva, no pagará el delito que ha cometido. Pero la otra lectura es que Reino Unido siempre ha sido el reticente de la Unión Europea y puede que, el hecho de que se vaya el que lastraba la profundización en la unión, también pueda ser una buena noticia. Yo de todas maneras, por el momento me quedo con la idea del desastre que es el Brexit, sobre todo en Defensa. El presupuesto inglés es el primer presupuesto europeo de Defensa, luego el francés y después el alemán. Esto significa que se nos va a ir un verdadero defensor, perdón por la redundancia, de la defensa europea.
Sobre todo, teniendo en cuenta cómo está ahora el Mediterráneo, donde Rusia está ganando mucha influencia, mientras los europeos estamos ahí y los americanos esperemos que recuperen poco a poco su liderazgo, porque nos afecta muy directamente.
Cuando nos incorporamos a la OTAN, me acuerdo de que la frase que llevaba preparada era: “Ustedes tienen torticolis, llevan 50 años mirando al este, si nosotros podemos servir de algo es para que miren al sur”. El siglo XXI no será este-oeste, será norte-sur y, así como en la situación de la Guerra Fría éramos la retaguardia importante desde el punto de vista estratégico, si la tensión va a ser norte-sur nos convertimos en la vanguardia. Otra reflexión sobre este tema es que, así como el peligro de China está en su poderío, el peligro de Rusia está en su debilidad. Ha vivido la idea de ser una superpotencia y quiere seguir siéndolo. Han hecho cosas mal como en Ucrania o Georgia, sin duda, pero occidente también, y una ha sido apretar demasiado a Rusia y ahora Rusia se está rebotando. Pienso que deberíamos reflexionar y dejar a Rusia tranquila por un período.
¿Es Rusia un factor de desestabilización de los países europeos o incluso de Estados Unidos? Porque se ha hablado mucho de la injerencia en procesos electorales a través de internet, ataques, hackeos, noticias falsas…
Desde luego en la medida en que yo sé, eso está constatado y demostrado, que, en las elecciones presidenciales francesas, americanas, el Brexit, incluso en las nonatas catalanas también lo hubo. Naturalmente a Rusia le interesa desestabilizar Europa, sobre todo si ve a Europa más como un enemigo que como un socio. Porque nosotros como occidente hemos desestabilizado a Rusia con Ucrania. Seguimos teniendo la idea de que somos el centro del mundo y que todo el mundo debe ser como nosotros y considero que es un error meterse en la vida interna de los países y eso puede traer complicaciones, el caso más claro a mi modo de ver es Rusia.
Mirando al sur, la estabilidad en el Sahel es fundamental porque los grupos terroristas están tomando más cuerpo en la zona, intentando desestabilizar Libia, Túnez, Argelia o Marruecos. Nuestra relación con el norte de África es fundamental no solo para España sino también para Europa y el mundo. Sobre todo, lo digo por la relación ahora con Marruecos, el Sáhara y el paso tan importante que ha dado Donald Trump.
En España no se tiene conciencia del papel de su importancia en el mundo. Recuerdo que, como todos los ministros de Defensa, tuve cuatro jefes de Estado Mayor, tres habían nacido en África. Esto yo lo decía en Finlandia y no se lo creían, uno de esos jefes de Estado Mayor, muy inteligente, me decía un día que nosotros de los rusos no sabíamos nada y sin embargo de los “moros” lo sabíamos todo, porque estuvieron aquí ochocientos años, son como nosotros. Es decir, cuando el terrorismo entra en Oriente Medio si España ha sido importante es porque la CIA se beneficiaba de nuestros conocimientos del terrorismo árabe. De otro tipo de terrorismo no podemos hablar, pero de eso sí que sabemos comparativamente más que ellos, luego somos muy importantes. Ahora el terrorismo está girando desde Oriente Medio a África. África es un continente poco explorado y explotado y en esto China se ha adelantado. Por eso, para Estados Unidos África es muy importante y probablemente esto se refleja en la cada vez mayor importancia que tiene el Mediterráneo y la parte occidental del Mediterráneo y ahí estamos nosotros con la base de Rota, que desde hace años está teniendo mucha importancia. Deberíamos de ser conscientes de la importancia que tenemos en determinados aspectos para el resto de Europa y para el resto del mundo.
Entonces, ¿considera qué España debe tomar una decisión respecto al Sáhara? Para poder normalizar una situación que pudiera con una solución eliminar los problemas entre Argelia y Marruecos, dos países importantes, además para que España tenga una política exterior clara en esa zona.
Para la política exterior española, lo primero es ver cómo nos ve Marruecos. La primera vez que estuve en Marruecos, en el año ochenta y algo, me sorprendió que en Fez todas las tiendas de dos metros cuadrados había una fotografía del Rey Hasan II y de Franco. Para los marroquíes España es un sueño, y lo vemos en la cantidad de marroquíes que han venido aquí. Creo que nosotros deberíamos comprender a los marroquíes, deberíamos ser los abogados defensores de Marruecos en la Unión Europea, aunque haya muchos argumentos para no hacerlo, deberíamos hacerlo. Eso nos solventaría el tener problemas como este del Sáhara, que es un problema que no hemos inventado nosotros pero que nos hace daño y perjudica nuestra relación con Marruecos. Deberíamos ser especialmente cuidadosos y cercanos a los marroquíes.
Bueno nosotros somos un medio de comunicación precisamente que está destinado a tender puentes. Además, eso se puede compaginar con Argelia, hay que tener en cuenta por donde recibimos el gas que consumimos.
Argelia y Libia son los principales suministradores de gas, pero cuando uno es cliente tiene más importancia que cuando uno es proveedor. Ahora, lo que a mi juicio deberíamos hacer es intentar apaciguar las relaciones entre Marruecos y Argelia que son dos vecinos importantes para nosotros, sin olvidar a Túnez con el que forman el arco occidental de la costa norte de África.
¿Considera que ha sido buena la política de intentar propiciar acuerdos por parte de la Administración Trump de Israel con los países árabes? Que han fructificado en varios acuerdos de entendimientos.
Si, creo que ha sido su última baza para intentar la reelección, pero personalmente me parece una cosa buena, en general rebajar las tensiones siempre es bueno lo malo es excitar las pasiones. Creo que en el fondo hay algo de impostura en el conflicto entre Israel y Palestina. Muchos estados árabes se han valido del conflicto para quitarse ellos el problema que tenían, con unas sociedades completamente primitivas, con unas diferencias de renta que eran intolerables en el siglo XXI, entonces se ha echado para fuera como ha pasado con el radicalismo islámico, el wahabismo, que lo han sacado de sus propias naciones y lo han exportado. Por lo tanto, todo lo que sea aplacar tensiones es bueno.
Que por fin millones de árabes reconozcan a Israel y hagan las paces, creo que es un giro geoestratégico y en frente se supone que está Irán, pero creo que el régimen de los ayatolás poco a poco irá dando pasos hacia una relación más calmada y de colaboración con todos ellos.
Creo que la historia es muy importante, Irán ha sido un imperio desde hace miles de años, y por tanto la gente está más formada de lo que pensábamos, es verdad que luego se pueden fanatizar, pero creo que ese régimen debe irse moderando. En la medida en que el mundo árabe vaya rebajando la tensión con Israel influirá también en Irán.
Nos ha pintado un mundo muy polarizo en esta entrevista, no sé si en las sociedades suma incluso la española está metida en ese fenómeno de la polarización en dos visiones del mundo y del fututo completamente contrapuestas, ¿ve usted también una división del mundo en dos bloques tan clara como en la sociedad, como por ejemplo Rusia, Irán, Venezuela o Cuba frente a Occidente, Estados Unidos o Europa? ¿Es algo que hemos superado?
Cuando doy charlas sobre geoestrategia o geopolítica lo que decimos es contraponer el mundo actual con el mundo de la Guerra Fría. El mundo de la Guerra Fría era un mundo bipolar este es un mundo multipolar. El mundo de la Guerra Fría estaba enfrentado por razones ideológicas este es un mundo enfrentado por razones culturales. El mundo de la Guerra Fría era un mundo aterrado por la amenaza nuclear, pero por eso mismo era un mundo seguro, sabíamos dónde estaba cada país y sabiamente se hablaba de que había las dos superpotencias y los países satélites, ¿por qué se llaman satélites?, pues porque la órbita es conocida y sabíamos por dónde iba a ir cada país del mundo. Sin embargo, ahora se habla de Estados fallidos porque no se sabe por dónde van a salir, por donde saldrá Corea del Norte por donde va a salir Irán, una cosa clara es que el bilateralismo de la Guerra Fría se ha acabado. Ahora de repente nos encontramos con Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Irán, Corea del Norte o China. Normalizar la posición de la mujer es otra cosa que tendremos que hacer.
De hecho, se dice y muchos medios de gran prestigio lo están destacando así, que los países que mejor han enfrentado a la crisis del coronavirus están dirigidos por mujeres.
De los ocho mejores, cinco están gobernados por mujeres y en total hay doce mujeres.
Lo ideal es que esto no haya que destacarlo ni subrayarlo en el mundo. Que no sea un hecho aislado.
Durante algún tiempo habrá que destacarlo por la novedad, soy muy enemigo de lo políticamente correcto. El otro día estaba viendo una serie de televisión que retrataba la sociedad inglesa de principios del XIX, la época de la regencia, y los duques los más emperifollados eran de raza negra, políticamente correcto, pero históricamente es mentira, no me engañe, porque ha sido todo lo contrario de hecho han sido esclavos y tenemos que saber estás cosas para que no vuelvan a suceder, porque han sido esclavos y así no se puede tratar a ningún ser humano en el mundo.
Fíjese que hasta se ha planteado hasta censurar “Lo que el viento se llevó”, porque salen personas de raza negra, sino salieran no sería histórico el documento. Por otro lado, para no olvidarnos de América Latina, a España muchas veces la leyenda negra nos sobrepasa y no somos capaces de asumir lo muy bueno que desde España hicimos en América Latina y ahora mismo recuperar la relación con América Latina teniendo en cuanta además los lazos históricos, culturales, pero sobre todo los intereses económicos y comerciales que tenemos con esos países.
Creo que es verdad es de las grandes cuestiones que hay pendientes el empezar a tener un conocimiento de nuestra historia cabal, con sus luces y sus sombras, pero el concepto de Polonia es un concepto del siglo XIX, que utilizan los británicos los holandeses, cuando ahora que se está arreglando en el museo del Prado el llamado salón de reinos, en plural, es porque allí no había la colonia de México o la colonia de Perú, eran el reino de Nápoles, el reino de las dos Sicilias, el reino de Aragón, el reino de Castilla. Y las leyes que dieron nuestros reyes eran leyes que obligaban a considerar exactamente iguales en derechos a los habitantes de las américas que a los de España, eso no ha pasado en ningún otro país, los únicos que hemos mestizaje hemos sido nosotros. En la Edad Moderna el imperio verdadero sucesor del imperio romano es el imperio español, lo que pasa que llego un momento en el que nos enfrentamos a todos, nos enfrentamos en américa, nos enfrentamos a los ingleses, a los franceses, a los protestantes, etc. En 1625 el Conde Duque de Olivares escribe un memorial donde dice al rey Felipe IV que no puede seguir así, porque se está dejando exangüe a la monarquía al dar tanto dinero a tantas guerras. El problema es que España llega a ser un imperio porque se casa una señora de Madrigal de las Altas Torres, que se casa con un señor de Sos del Rey Católico y casan a su hija con el príncipe de Gales, a otra hija con el heredero del imperio austrohúngaro, yo no conozco a ningún señor de Madrigal de las Altas Torres que haya casado a sus hijos así. España a finales de la Edad Media, era el país más importante de Europa. Y este país intenta hacer el ideal medieval, en la edad media el ideal es el cristianismo y se habla de la monarquía católica y aquí nos creemos que la monarquía católica es lo que ahora se piensa y monarquía era el nombre que el siglo XV se le daba a los estados y católica quería decir universal y lo que ahora pedimos todos que haya un gobierno universal que pueda tratar el cambio climático que pueda tratar la explotación de la tierra, dejar de matar nuestra casa, es lo que querían y esa monarquía católica iba sobre la base de la fe cristiana, y justo cuando llega aquí Carlos V en 1518 y en 1520 o 1521 Lutero planta su tesis en Alemania luego va a nacer un imperio sobre una base que en ese momento se parte por la mitad. Entonces España intentando llevar a fin el ideal medieval se da cuenta que ya no existe la Edad Media se ha terminado, a mi modo de ver nos dimos de bruces con la Edad Moderna y nos enfrentamos a todos. Como sabían que eran inferiores a nosotros, nos hundieron a propaganda y el drama es que nos creímos la propaganda de los enemigos.
Hemos aprendido mucho en la entrevista asique vamos a emplazarle a volver en el año 2021 por aquí.
Para terminar, me gustaría decir que todo lo que sea explicarle a la sociedad española lo que pasa en el mundo es bueno si algo nos ha quedado del residuo del pasado es ese vivir para nosotros. Las decisiones importantes en un porcentaje enorme se toman fuera sino decidimos mirar hacia afuera nunca nos enteraremos. Por lo tanto, enhorabuena por el propósito que tiene Atalayar.