Los banqueros centrales de Estados Unidos expresaron el miércoles su confianza en que el costo del endeudamiento está en el nivel correcto para apoyar el crecimiento y acelerar la inflación a niveles más saludables, a pesar de la persistente incertidumbre de las empresas sobre la política comercial.
Foto de archivo del presidente de la Fed de Dallas, Robert Kaplan, en una entrevista con Reuters. Ene 9, 2020. REUTERS/ Ann Saphir
Pero incluso durante la ceremonia de la firma de un acuerdo comercial con China que promete despejar parte de esas dudas, el presidente Donald Trump repitió una queja de larga data contra la Reserva Federal e insinuó que un nuevo presidente de la Fed podría solucionar los problemas.
“Podría haberte usado un poco aquí”, dijo Trump al exgobernador de la Fed Kevin Warsh, quien buscó llegar al máximo cargo de la Reserva Federal en el primer año de mandato de Trump. El republicano eligió finalmente a Jerome Powell, una decisión de la cual se arrepiente.
“¿Por qué no fuiste más enérgico cuando querías ese puesto?… Hubiera sido muy feliz contigo. Pero Kevin, gracias por estar aquí”, agregó Trump.
A partir de ahí, el líder republicano ha lanzado una queja recurrente contra el manejo de la Fed que lleva a cabo Powell.
“Somos la (economía) número uno en el mundo por lejos, y tenemos que pagar por nuestro dinero”, dijo Trump. “Nuestras tasas de interés están altas por decisión de la Fed. Nuestro dólar está muy alto”.
Sin embargo, en la Fed ven las cosas de otro modo.
El año pasado, con Trump librando una guerra comercial con China y otros países, y una Europa en desaceleración, el banco central estadounidense redujo las tasas tres veces a un rango objetivo de 1,5% a 1,75%, un nivel que espera mantener por un tiempo.
Las tasas están actualmente en un “buen lugar”, a menos que haya un cambio sustancial en la inflación, dijo el miércoles en Nueva York el presidente de la Fed de Filadelfia, Patrick Harker, que agregó que unas tasas bajas pueden alentar riesgos excesivos.
En otro evento en Nueva York, el presidente de la Fed de Dallas, Robert Kaplan, expresó un renovado escepticismo de que las tasas negativas ayuden al crecimiento y dijo que espera que la economía estadounidense crezca este año alrededor de un 2%, un ritmo más lento que el año pasado pero que a su juicio es lo suficientemente rápido como para disminuir el desempleo.
En tanto, la presidenta de la Fed de San Francisco, Mary Daly, dijo en un foro en San Ramón, California, que espera “que la inflación vuelva gradualmente a la meta y alcance un 2% sostenible en 2021”.
El periodo de Powell como presidente de la Fed se extiende hasta 2022, un mandato que espera completar a pesar de las fuertes críticas de Trump. Los estadounidenses elegirán a su próximo presidente en noviembre y si Trump es reelecto ha dejado claro que reemplazará a Powell.