Esta semana podría avanzar el proceso de juicio político al presidente Donald Trump con el envío al Senado de los artículos que lo acusan de abuso de poder y obstrucción al Congreso, así como la votación en la Cámarara para nombrar a los “gerentes” que harán el papel de fiscales.
Los demócratas siguen en el “estira y afloja” en el Senado para determinar el proceso, así como la lista de testigos sobre la presión del presidente Trump a su homólogo de Ucrania para investigar al exvicepresidente Joe Biden y a su hijo Hunter, además de asumir que fue ese país y no Rusia, el que intervino en las elecciones de 2016.
La semana pasada, Pelosi indicó que pronto enviaría la H. RES 755, que integra las acusaciones contra el mandatario republicano, incluidas menciones de soborno.
En respuesta, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Charles Schumer (Nueva York), dijo que sus correligionarios están listos.
“Los demócratas del Senado están listos para que inicie el juicio y harán todo lo posible para que la verdad salga a la luz”, dijo Schumer después del anuncio de Pelosi.
1. Las reglas
La Constitución establece solamente que el Senado es responsable de realizar el juicio, es decir, actúa como una especie de corte, pero no hay detalles de las reglas a seguir, por lo que senadores retomarán aquellas establecidas para otros procesos, especialmente para Bill Clinton, aunque con adecuaciones. El líder de la mayoría, Mitch McConnell (Kentucky), lidera el proceso que indicará, entre otros aspectos: fechas, cómo se llamará a los testigos, cómo actuará la defensa, transmisión en televisión (si la hay), entre otros aspectos. La representante Pelosi ha presionado para que se establezcan las reglas.
2. El presidente de la Corte
El presidente de la Corte Suprema, el juez John Roberts, será quien diriga el proceso en el Senado. Los expertos señalan que entre las funciones del juez estarán las cómo se maneja la evidencia, las preguntas de los senadores a testigos, así como las mociones. Es decir, la verdadera ruta del juicio sería establecida por Roberts.
3. El voto en la Cámara
Los representantes deben avalar a los “gerentes”, es decir, representantes que fungirán como una especie de fiscales en el Senado, para defender la H. RES 755, donde se establecen las acusaciones contra el presidente Trump y fundamentan su posible destitución. No hay un número específico, pero en el juicio a Clinton se eligieron a 13 miembros de la Cámara, que podrían ser integrantes de los comités que lideraron las investigaciones, como el de Inteligencia o Judicial. También podrían ser expertos externos.
4. Los testigos
Uno de los principales problemas que han enfrentado los republicanos y demócratas es la lista de los testigos a llamar. En voz de Schumer, los segundos exigen al menos cuatro personajes clave: el jefe de Gabinete interino, Mick Mulvaney; el exasesor de Seguridad Nacional, John Bolton; el asesor principal del jefe de Gabinete interino, Robert Blair, y el oficial de la Oficina de Administración y Presupuesto, Michael Duffey. Mientras los republicanos han presionado por Biden, su hijo, y el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara, Adam Schiff, y –por supuesto– el informante anónimo. El presidente Trump repitió la lista republicana la semana pasada.
5. La defensa
Un reporte del New York Times indica que el presidente Trump ha comenzado a moldear su equipo de defensa, siguiendo sugerencias del senador McConnell. Entre los principales intereses del mandatario están la participación de tres de sus representantes más leales y destacados durante las investigaciones en la Cámara: los representantes Jim Jordan (R-Ohio), Doug Collins (R-GA) y John Ratcliffe (R-Texas). El grupo de defensa sería liderado por el abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone –quien ha sido el rostro más constante durante el proceso–, y el abogado personal de Trump, Jay Sekulow. Está en duda la asistencia del presidente Trump, pero la semana pasada dejó abierta la posibilidad de acudir.