El grupo privado que quiere construir su propio muro en la frontera sur junto al Río Bravo, en Texas, no comenzará la obra hasta que el gobierno de Estados Unidos certifique que el proyecto no empeorará las inundaciones, informó el martes el cofundador del grupo.
We Build the Wall (Nosotros construimos el muro), que fue fundado por partidarios del presidente Donald Trump y ha recaudado 25 millones de dólares, anunció en Facebook que comenzaría la construcción de una barrera de 5,6 kilómetros (3,5 millas) sobre tierras privadas junto al también llamado Río Grande, que divide a Estados Unidos de México.
En algunas partes, la barrera sólo estaría a 7,6 metros (25 pies) del río, suficientemente cerca para que genere preocupación de que empeorará las inundaciones y erosión, dañando la tierra y casas en ambos lados de la frontera.
La Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), que supervisa el manejo del río conforme a los tratados firmados con México, le pidió el viernes al grupo que frene la obra hasta que presente más información del proyecto para ser analizado por la comisión.
“No construiremos esa estructura hasta que tengamos la aprobación adecuada de CILA porque no queremos violar un tratado internacional”, dijo Brian Kolfage, quien el año pasado fundó We Build the Wall.
Kolfage dijo que los contratistas seguirán despejando de maleza del sitio y preparándolo para la construcción.
Eventualmente, el grupo quiere instalar postes de 5,5 metros (18 pies) de altura frente a un camino pavimentado. Kolfage agregó que los postes tendrán suficiente espacio entre ellos para que la vida silvestre los atreviese.
“Por definición, lo que construimos es una cerca, no un muro”, dijo, y agregó que la postura del grupo es que no necesitaba la aprobación local para construir una cerca en propiedad privada.
Fisher Industries, la constructora que trabaja con el grupo, recientemente entregó una carta de una página y una serie de diagramas hechos en computadora a la CILA, que la comisión publicó el martes. Los documentos afirman que quitar la maleza frente a la barrera “reducirá el nivel de inundación, ya que habrá menos vegetación obstructiva en las orillas”.
Fisher no ha respondido una petición de comentario.
Scott Nicol, un miembro de Sierra Club y residente desde hace mucho del Valle del Río Grande, criticó lo que la compañía presentó.
“El hecho de que dibujara una garrapatosa línea azul y dijera: ‘Esto demuestra que el muro no bloqueará el agua’, es insignificante”, dijo Nicol.
Nicol, opositor a la construcción del muro, ha recopilado durante años documentos de agencias del gobierno de Estados Unidos sobre las barreras fronterizas, y dijo que los diagramas que Fisher presentó eran mucho menos detallados. Pronosticó que la comisión finalmente no aprobará el proyecto.
“Cuando estás tan cerca de un cuerpo de agua, la tierra está anegada”, dijo. “No tendrán unos cimientos muy fuertes cuando el muro sea golpeado por una inundación, suponiendo que aguante tanto tiempo”.
Veterano de la guerra de Irak, Kolfage comenzó a recaudar dinero en diciembre cuando Trump exigió que los demócratas del Congreso proporcionaran 5.700 millones de dólares para financiar el muro fronterizo, lo que llevó a un impasse que finalmente provocó el cierre del gobierno más largo en la historia.
Entre los asesores del grupo están el exestratega de Trump Steve Bannon, y el exsecretario de Estado de Kansas Kris Kobach, un aliado de Trump y defensor desde hace mucho de leyes inmigratorias restrictivas.
Hasta ahora, el grupo ha construido menos de 1,6 kilómetros (1 milla) de barrera cerca de El Paso. La barrera en el sur de Texas es el segundo proyecto del grupo.